Valladolid apuesta por la vida en una multitudinaria XI Marcha Contra el Cáncer

Una magnitud que supera todo tipo de ejemplos que en estas líneas se puedan enumerar. No hay en Valladolid un evento que supere estos registros. Es como si se llenaran más de dos estadios de fútbol José Zorrilla o como si se multiplicara por cuatro los asistentes al concierto de Jason Derulo en las pasadas fiestas de la Virgen de San Lorenzo.

Así que con 35 minutos de ríos de gente, el encargado de amenizar la salida sacó el repertorio musical más actual o de grandes éxitos del pasado. Una 'playlist' festiva que animaba aún más el ambiente. Todo arrancó con una cuenta atrás para que el confeti invadiera el cielo de Valladolid a ritmo de Black Eyed Peas. Los que sumaban su grano de ayuda, pero a la par se querían fijar en los tiempos de su reloj, salían disparados, para dar paso a miles de personas que, enfundados en verde esperanza, iniciaban su paseo de domingo por el centro de la capital.

Miles de personas que sacaban sus móviles para inmortalizar un reto, mientras la lista de canciones seguía su curso. Sonaban Carlinhos Brown, Seguridad Social, la 'Despechá' de Rosalía, el 'Sarà perché ti amo' de los Ricchi e Poveri, David Guetta o 'La mujer de verde' de Izal (esta evidentemente no podía faltar) y los andarines seguían cruzando la línea de salida.

Es más. Mientras unos salían, otros ya se estaban retirando el dorsal. Como era el caso del joven vallisoletano Hugo Fernández. Este triatleta, que era la primera vez que participaba, se mostraba orgulloso, principalmente, de añadirse a la marcha solidaria de su ciudad que a ser el ganador de la prueba. «Siempre que se pueda, aquí estaré para participar en este evento. Me estoy preparando la temporada y hoy lo de menos era el triunfo imaginario», ha relatado Fernández, que puso sobre sus piernas un ritmo de 4:25 minutos el kilómetro para completar un recorrido de cinco kilómetros.

Tras Hugo, los corredores no paraban de cruzar la línea de meta, mientras a escasos metros, miles de andarines no habían roto a sudar.

Así que con estos registros, las sonrisas se esbozan por todos los rincones. Era un día festivo, como reflejaba el presidente de la Asociación Española contra el Cáncer, Ramón Reyes, que cerraba el número de inscritos al portar el dorsal 47.506. «Esto es un chute de energía y de fuerza. Es impresionante lo que se consigue aquí. Esto es el 50% más de personas que corren la maratón de Nueva York o la de Berlín y todo para apoyar la investigación», ha recalcado ilusionado Reyes.

Una afirmación apuntillada por el alcalde de la ciudad Óscar Puente. «Sabía que en algo superábamos a Nueva York y es en solidaridad», ha añadido el regidor con el dorsal número 1 colgado de su pecho.

Para Puente no era su primera marcha en Valladolid, como sí lo fue para Ramón Reyes, que no paró de asombrarse y de saludar a todos los participantes desde el escenario. «Me parece espectacular lo que se vive en Valladolid. Todos nos preguntan qué hay en Valladolid y digo 'pues no lo sé, pero significa muchísimo'. Es un apoyo popular, de la sociedad... tenemos que estar todos en esta lucha», ha agregado el presidente de la asociación a nivel nacional, quien alabó también el trabajo de los investigadores. «Tenemos unos oncólogos top en España. El nivel del soporte de la investigación está aumentando, pero nuestros investigadores son fantásticos», ha agregado Reyes.

Y es que precisamente a su lado se encontraba la madrileña Irene Ferrer, que lidera un proyecto de investigación del cáncer del pulmón gracias a los fondos obtenidos en una de las marchas pasadas en la ciudad. «Estoy agradecida de ver cómo se vuelca Valladolid por la ciencia, gracias a ello me he beneficiado de esa ayuda. Analizamos la oncología de precisión para buscar la mejor terapia para cada paciente. De esta forma, trabajamos en mejorar la detección precoz, porque el cáncer de pulmón es una enfermedad que se diagnostica tarde y es de las que más muertes produce. Si se puede atajar antes, podremos tener más éxito», ha afirmado la doctora en Bioquímica, que solicita un mayor apoyo en España. «Siempre se pide más. En este país, por desgracia, no estamos a la altura de otros países europeos. Necesitamos que se invierta más desde el Estado, pero también desde la solidaridad de la gente», ha proseguido.

Y en eso Valladolid no falló, porque además de los 285.000 euros que se aportaron con las inscripciones, muchas personas se acercaron hasta los puestos de la asociación ubicados en la llegada para aumentar esa cifra. Una recaudación que se dará a conocer en los próximos días, pero que dejó imágenes curiosas como la de una joven que se acercó para depositar una hucha de cerdito repleta de monedas y que más de uno debía emplear las dos manos para levantarla.

Un dinero que formará parte de un presupuesto de 450.000 euros que maneja la asociación en Valladolid y que irá destinado íntegramente a la investigación. Por un lado, seis proyectos postdoctorales para personas afincadas en Valladolid y dos ayudas directas para investigación avanzada, que en este caso recaen en Verónica Dávalos y Javier Robles.