La vacunación de covid y gripe en las residencias llegará a diez mil vallisoletanos en tres semanas

La estrategia de Salud Pública, después de inmunizar a las personas institucionalizadas, será la de «comenzar con los mayores de 80 años que viven en sus domicilios –a partir del 17 de octubre– y, en este caso, la intención es poder ponerles también las dos a la vez, gripe y covid», según destaca Raquel Alonso, delegada de la Junta. La responsable territorial evita, no obstante, atreverse a lanzar fechas ni estrategias fijas porque el ritmo y organización –dado que dependen de la llegada de suficientes vacunas– pueden variar y explica que «de covid, no hay problemas porque hay muchas; pero las antigripales dependerán de su provisión», puntualiza en esa intención de que, al menos así se ha anunciado en Valladolid, también los que se mantienen en sus hogares puedan recibir ambos pinchazos a la vez en una sola cita. La organización para esta segunda fase de la campaña está diseñada para que, en las localidades más grandes, se resuelva por autocita, mientras que en las más pequeñas se tratará de organizar con los ayuntamientos los llamamientos en centros de salud o consultorios siempre que la complejidad logística en la distribución, conservación y manejo de las vacunas contra la Covid-19 lo permitan. En la actualidad, no se contemplan llamamientos masivos en edificios no sanitarios. Sanidad irá informando llegado el momento.

Valladolid vacunará en total, con esta cuarta dosis de refuerzo y frente a la gripe, a 37.000 personas mayores de 80 desde ahora hasta finales de octubre; «un 30% de los habitantes de Valladolid de mayor riesgo», explica Raquel Alonso. Las personas de entre 60 y 79 años comenzarán a vacunarse en el mes de noviembre. Este grupo de la población es de otras 120.000 personas. Simultáneamente a estos pacientes mayores de 60 años se vacunará a sanitarios y a grandes inmunodeprimidos (grupo 7), de todas las edades. Y en total, en toda la campaña, se llegará a una población diana de 159.031 personas en la provincia que incluye personal sanitario y sociosanitario. Para ello, se han desplegado 57.600 unidades de la vacuna.

La campaña arrancó en la zona Oeste con la residencia de Parquesol y en la Este, con la de la Casa de Beneficencia. En el caso de estas personas institucionalizadas en residencias, su vacunación se realiza a través de equipos organizados en cada área de salud, que acuden a estas instituciones para inocular ambas vacunas a los residentes. Asimismo, se aprovecha su presencia para inmunizar a los profesionales que allí trabajen.

Cada área de salud de Castilla y León ha organizado este cuarto pinchazo, siempre a partir de este lunes 26, en función de sus peculiaridades pero de forma muy similar. La población de 60 años y mayores de esa edad susceptible de recibir esta cuarta dosis pandémica en Castilla y León es de 791.863 personas en la región. De ellas, unas 43.000 viven en residencias. Dos pinchazos, uno en cada brazo, para distinguir si un posible efecto secundario local se debe a la de la gripe o a la de la covid.

«Hace ya cerca de un mes que Sanidad recaba los datos de las personas que se van a vacunar para preparar el operativo y el número de vacunas que hay que trasladar a cada centro. También en la privada se ha comenzado a vacunar con las dos con absoluta normalidad y sin incidencias», destacan por su parte fuentes de Acalerte.

Respecto de la vacuna frente a la covid-19, Sacyl asume a toda la población, incluyendo mutualidades, quienes podrán solicitar autocita en las mismas condiciones que los pacientes de Sacyl.

Las vacunas que se utilizan ahora son las adaptadas a nuevas variantes, aprobadas recientemente por la Agencia Europea del Medicamento y que contienen la cepa original de la covid-19 y también la variante ómicron.

Solo los mayores de 60 años y personas con patologías crónicas especialmente vulnerables tendrán acceso a esta cuarta dosis de refuerzo de covid. Aunque a los ciudadanos a los que les falte completar la pauta completa (dos pinchazos, o uno si fue de Janssen) o el tercer recuerdo, la Consejería de Sanidad también los vacunará como, en realidad, no ha dejado de hacerlo en ningún momento, siempre con autocita  a través de https://autocita.saludcastillayleon.es/autocita/login o comunicándose con el centro de salud. Tanto el Portal de Sanidad de la comunidad como la cartelería o el propio ambulatorio informarán sobre el proceso a seguir para el nuevo refuerzo.

La previsión, en lo referido a la pauta vacunal, es que a los mayores de 60 años e inmunodeprimidos se les facilite una dosis de recuerdo con independencia de las anteriormente recibidas y del número de infecciones previas, al menos pasados cinco meses desde la última vacuna administrada. En el caso de infección reciente, se dispondrá la inoculación una vez totalmente recuperado el paciente de sus síntomas sin necesidad de esperar más.

Además de esta prestación a personas con pauta coincidente con la cuarta dosis frente a la covid, la campaña autonómica 2022-2023 de vacunación frente a la gripe, al virus influenza, está previsto que sistematice la inmunización antigripal para los grupos sanitarios y sociales que así lo tienen recomendado a partir del 17 de octubre, una vez que se hayan recibido las vacunas específicas para vacunar a las personas de 60 años y más.

La Junta ha contratado el suministro de 765.500 unidades, presupuestadas en 10.095.854 euros, a emplear en el marco de la habitual campaña autonómica de vacunaciones sistemáticas frente a la gripe. En Valladolid, la distribución ha sido de 144.397 dosis.

Los grupos a vacunar frente a la gripe los componen las personas de 60 años y más y adultos y niños mayores de seis meses que padezcan enfermedades crónicas por cuanto les protege de los posibles agravamientos y complicaciones que, en sus patologías de base, pueda causar esta enfermedad, por lo que es fundamental que se vacunen.

La antigripal es también necesaria para residentes de cualquier edad en instituciones –geriátricos y de asistencia a enfermos crónicos, disminuidos psíquicos...–; trabajadores de centros sanitarios; personas que puedan transmitir la gripe a pacientes de riesgo: trabajadores de centros asistenciales de mayores, trabajadores sociales de similar dedicación en la atención a crónicos; cuidadores y convivientes con personas de riesgo; estudiantes en prácticas en centros sanitarios; servicios esenciales para la comunidad: bomberos, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Protección Civil, trabajadores de granjas y mataderos de aves y otros relacionados con las aves silvestres; personas con exposición laboral a cerdos en granjas o explotaciones porcinas; y personal de centros educativos en cualquier nivel de enseñanza.