Valladolid
Usuarios del nuevo carril bici: «Se nota que quien proyecta esto no va en bicicleta por la ciudad»El nuevo trazado en Isabel la Católica provoca descontento en usuarios habituales que tildan de «excesiva» la cantidad de pasos de cebra
Tras una inversión de 945.000 euros y once meses de ejecución, el nuevo carril bici, que discurre por el interior del parque de Las ... Moreras, continúa pegado al lateral de La Rosaleda y se adentra pasado el jardín histórico de nuevo en la zona verde, acoge a los primeros usuarios que, con cierta resignación, discurren con el objetivo de conocer cuáles han sido las mejoras de esta nueva vía. Un estreno controvertido y con polémica ante los 20 pasos de peatones que «decoran» este nuevo trazado en Valladolid.
Son una veintena los pasos de peatones que cualquier ciclista o peatón hallará en poco más de kilómetro de carril bici. A pocos días de que se produzca el borrado de la antigua senda de Isabel la Católica que circula por uno de los dos carriles de la calzada, los usuarios cargan contra esta iniciativa que «pone de manifiesto que quien hace y proyecta estos cambios no se mueve en bicicleta por Valladolid y ni siquiera la usa», sentencia Verónica Fernández, usuaria habitual de bicicleta como medio de transporte, «tanto en invierno como en verano».
«Es la primera vez que lo pruebo pero basta con echar una ojeada rápida y unas cuantas pedaladas para darse cuenta que este carril bici no es útil», explica Veronica Fernández, quien desgrana los inconvenientes que aprecia: «En primer lugar no hay ninguna diferencia real entre la zona para las bicis y la zona de peatones, es muy fácil invadirlo. Me da más miedo la parte de La Rosaleda porque está montado sobre acera. Y en segundo lugar, el exceso de pasos de peatones es vergonzoso. Hay uno enorme en la zona de Poniente que es algo extraño».
Respecto a la eliminación del carril bici de Isabel la Católica, que compartía calzada con los coches, «pero con una división real para que los turismos no invadan», Verónica Fernández confiesa: «Me da mucha pena que hayan quitado el de Isabel la Católica porque era una buena forma de comunicar una parte de la ciudad con otra y realmente resultaba muy útil». «Esta nueva senda está muy bien para pasear pero no para moverte en bici si lo que quieres es usarlo como medio de transporte alternativo», añade la joven.
Gloria Cañón, usuaria de patinete eléctrico que recorre por primera vez la nueva senda a la altura de la playa de las Moreras, comparte una visión completamente diferente: «Me parece fantástico que adapten esta zona de la ciudad y los pasos de peatones no son un problema para mí». La usuaria afirma que «los peatones tienen la prioridad y es algo automático. Cuando veo el paso de peatones disminuyo la velocidad con tiempo».
Respecto a la polémica de los 20 pasos de peatones que tiñen de blanco buena parte del carril bici, Gloria Cañón valora la implantación como algo positivo, ya que «al haber varias zonas para cruzar no hay concentración de mucha gente en un solo paso de cebra, si no que es mucho más fluido con posibilidad de elegir varias zonas para cruzar».
Hay quien sin embargo considera que tantos pasos de peatones «pueden ser peligrosos». Roger Sequera, montado en patines en línea, señala: «Es bastante peligroso que haya tantos pasos de cebra, sobre todo porque los peatones que transitan por aquí son personas de la tercera edad y en este tramo la velocidad que tienen los vehículos es alta. Obviamente hay que tener prudencia y frenar veinte veces en menos de un kilómetro es incómodo». En relación a la velocidad con la que discurren los usuarios del carril, Roger Sequera esboza que «esto es un área compartida y no debe ser problema. La velocidad de quienes utilizan este carril debe de ser la adecuada para este tipo de vías compartidas».
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