María Capellán | Presidenta de Ceapa
«En el uso de pantallas hay que educar más a las familias que a los adolescentes»María Capellán | Presidenta de Ceapa
«En el uso de pantallas hay que educar más a las familias que a los adolescentes»Los menores y las pantallas. El debate no surge ahora y lleva años en las conversaciones de los corrillos de padres. La mayoría de los centros prohíbe el uso de los teléfonos móviles, pero también es verdad que en otras muchas ocasiones se pide utilizarlo ... para realizar algunas actividades dentro del aula. La cosa no queda ahí, porque los alumnos también son hijos, y cuando llegan a casa, pueden utilizar el teléfono sin restricciones. Hasta dónde quieran las familias. Dentro de todo este panorama, donde la postura de los padres se orientaba hacia la prevención sobre el uso de los dispositivos, el Ministerio de Juventud e Infancia encargó a 50 expertos realizar un informe para blindar a los menores en los entornos tecnológicos. Son 107 medidas que se recogen a lo largo de 231 páginas.
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Entre las personas expertas, que pertenecen a diferentes asociaciones y ámbitos de la sociedad, se encuentra la vallisoletana María Capellán. Antigua presidenta de la Federación de AMPAS de Valladolid, desde 2022 es la máxima responsable de la confederación española. Su labor dentro del comité ha sido aportar las inquietudes de las familias sobre esta situación. «Ha sido difícil ponerse de acuerdo entre tanta gente, donde también hay figuras enfrentadas. Pero las familias estamos contentas con lo que refleja el informe, que quede claro no son prohibiciones, son recomendaciones», asevera Capellán.
Entre las recomendaciones se recoge por ejemplo el uso de móviles sin internet ni redes sociales para los niños y adolescentes de entre 6 y 16 años, o la restricción total para los niños de hasta seis años, así como poner coto al uso de pantallas en los colegios. «Existen muchas herramientas para controlarlo y hacer un uso responsable, pero la parte más importante es la concienciación. Un niño no necesita un teléfono en Primaria, luego se le puede dar de forma progresiva». ¿Y por qué empezar desde abajo? «A un menor de 16 años no puedes llegar ahora y decirle, te quito el móvil. Parece que si no están en las redes, les dejas de lado frente a sus compañeros. Pero sí se puede empezar desde abajo, y según crecen ser más permisivo», responde Capellán.
Y todo esto pasa por la educación. La que dan los padres en casa, pero también la que se ofrece en las escuelas. «No puede ser que haya una prohibición en los centros para que no usen el móvil, pero que luego pidan que lleves un dispositivo para hacer una actividad en el aula. O que se manden los deberes por el teléfono. O sea no están permitidos, pero pedimos que los traigan». El debate viene de atrás, pero alcanzó su punto álgido después de la pandemia. «Fue un tiempo donde las tecnologías sirvieron mucho para comunicarse, se utilizaba mucho para estar en contacto con los profesores y con el resto de alumnos. Se crearon adicciones que son muy difíciles de contrarrestar».
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Pero la educación no se da solo dentro del aula. No, también está en los hogares. «Hay una falta de información que hace que haya casos más permisivos. Las familias deben estar informadas, a veces hay que educar más a las familias que a los adolescentes. Porque la clave está en la educación». El futuro no es pesimista, apunta Capellán, y la concienciación entre los padres cada vez es mayor. «Antes se hablaba en los corrillos de la fiesta de Navidad, la de fin de curso. Pero ahora este debate ha adquirido importancia en las conversaciones». Unos diálogos donde también tiene que entrar otra palabra, la concienciación. «Que se puede entretener a los niños con una pintura y una hoja. Que no den el móvil para quitarle de en medio».
Otro de los puntos que también se relaciona con las familias es la práctica del 'sharenting'. Es decir, la sobreexposición que hacen los padres sobre sus hijos en redes, o la necesidad de documentar todo lo que hacen los pequeños. «Todo depende de lo que hagan las familias. Pero se debe ser consciente de los peligros que tienen las redes sociales», apunta Capellán. A pesar de las recomendaciones, las familias no viven lejos de la realidad. «Estamos en el siglo XXI y esta es la realidad. Los padres ya no reciben las notas en papel, es todo digital. También hay grupos de Whatsapp de las familias, son factores que juegan un papel importante, en definitiva esto depende de lo que ocurra en casa. Pero poner puertas al campo es muy difícil». Este martes, el Consejo de Ministro ha dado su visto bueno a este informe. El objetivo, poner coto al uso de las pantallas, la labor recae ahora en docentes y familias.
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