Valladolid

Una urbanización de Covaresa revive su pesadilla de robos un lustro después

Sobre todo desde hace casi un mes, cuando se han contabilizado al menos tres robos que han devuelto la sensación de inseguridad entre los propietarios, muchos de ellos familias con menores en su interior. Hasta el momento, viviendas en Rododendro y Endrino han sufrido la incursión de lo que parece un grupo organizado, a tenor del relato de los vecinos, que ya han denunciado ante la Policía Nacional los hechos.

Precisamente, las viviendas de la calle Rododendro más cercanas a la carretera de Rueda sufrieron los robos el pasado 18 de enero, mientras que en Endrino fue el día 26 del pasado mes. El modo de actuar, al parecer, consiste en el trabajo en equipo de cuatro autores. Uno de ellos se queda en el coche, otro en el exterior de la casa, mientras que los dos restantes perpetran la incursión tras saltar vallas y romper cristales del inmueble.

A pesar de que esas viviendas cuentan con sistemas de alarmas, a los presuntos autores esa circunstancia les da igual, pues completan su misión en escasos minutos. Según resaltan los afectados, estos «entran a las casas y van directos a la habitación matrimonial para intentar hacerse con un botín compuesto de joyas y dinero en efectivo», apuntan.

Y todo ello tras controlar la situación desde el exterior y percatarse de que los inquilinos de la vivienda abandonaban su morada con anterioridad. «Los robos se están dando entre las 18:00 y las 20:00 horas. Deben estar esperando a que nos vayamos», inciden.

Hasta el punto de que en uno de esos asaltos, una niñera, con menores a su cargo, escuchó lo sucedido y se encerró en una habitación. Ese asalto, también de escasos minutos, encendió definitivamente todas las alarmas para que los vecinos de la urbanización solicitan más presencia policial en una zona alejada del casco urbano. «Estamos un poco alejados y encima, desde aquí tienen varias vías de escape rápidas», lamentan.

Es lo mismo que sucedía a finales de 2018, cuando se contabilizaron también más de media docena de asaltos. En esa ocasión, la Policía llegó a detener a un implicado, aunque los robos no cesaron tras la entrada en prisión de ese hombre que afirmaba ser albanokosovar.

En uno de esos robos, dos hermanos, uno de ellos menor, se toparon, al igual que la niñera recientemente, con dos encapuchados. Una circunstancia que los vecinos de la urbanización, que comparten toda la información a través de aplicaciones de mensajería, no olvidan por la secuela psicológica que dejó la anterior oleada de robos.

Como antaño, vuelven a plantear la opción de contratar seguridad privada, además de instalar cámaras de videovigilancia, aunque únicamente desean que la historia no se vuelva a repetir.