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Se instaló el pasado mandato municipal a raíz de la ampliación de la ORA en la zona de Vadillos, según recuerda el concejal Luis Vélez. ... Los residentes del entorno de las pequeñas calles perpendiculares al Paseo del Cauce, que discurren hasta Casasola, lo habían solicitado al Ayuntamiento. Querían poder dejar sus coches en esa vía peatonal para labores de carga y descarga. Desde entonces, la primera y única señal de tráfico igualitaria de Valladolid permite que «vecinos y vecinas» puedan entrar con sus automóviles sin ser multados para dejar la compra del supermercado o para meter en el coche un mueble con destino a la casa del cuñado, entre otras operaciones domésticas. Este poste ha recuperado protagonismo gracias a la red social Twitter. La recurrente pelea política por el 'os' y el 'as' la ha sacado de su condición de solitaria anécdota para convertirla en noticia con retraso. La izquierda: que cree que es necesario el reconocimiento de género y las expresiones inclusivas. La derecha más recia: que se resiste y lo encuentra accesorio.
Todo un clásico.
El pasado sábado a través de la cuenta @pilar_diz –22.400 seguidores– se publicaba una foto de la señal a la que acompaña el siguiente texto: «En Valladolid ya pueden dormir tranquilos. Por fin han visto cumplida su principal y urgente demanda: señales de tráfico inclusivas», se lee. El mensaje fue retuiteado por 596 usuarios y recibió 1.629 me gustas, algunos de ellos de miembros del PP en Valladolid. El periodista de Vox Hermann Tertsch, con una amplia parroquia atenta a sus comentarios (249.3000 fieles) aprovechaba la imagen en su 'time line' para hacer su reflexión. «La gilipollez se va de barrios», escribía esa misma jornada. De nuevo, las réplicas y comentarios se contaron por decenas en la ágil red del pajarito.
Ya el 3 de marzo de 2020, en la sesión del pleno municipal, el concejal de la formación de Santiago Abascal en el Consistorio de la capital, Javier García Bartolomé, esgrimía una instantánea de este elemento del mobiliario urbano para vestir una moción en la que solicitaba la retirada de «todo sesgo ideológico» del lenguaje municipal. El edil partía del informe de la RAE que encargó la vicepresidenta del Gobierno para analizar si la Constitución debía adaptarse con léxico inclusivo. García Bartolomé explicaba entonces que la marca masculina ya lo es. Saravia, de Toma la Palabra, le contestaba que la RAE ha sido tradicionalmente misógina y Soto afeaba «el tufo machista» de esa moción unos días antes de que se celebrara el Día de la Mujer. Ahí quedó la polémica. La iniciativa no prosperó.
El edil responsable del área de Movilidad resta importancia a este rescate que el ala conservadora ha hecho este fin de semana de lo que considera un tema sin importancia. Menor. Vélez no recuerda por qué se tomó la decisión de rotular la leyenda 'excepto para carga y descarga de vecinos y vecinas', una redacción que también ha causado comentarios jocosos entre los tuiteros al considerar que suena como a transporte de ganado. Interpretaciones libres, oigan.
Los que se han escandalizado con esta señal, de la que se han percatado tarde, pueden estar tranquilos, si es que el tema les ha inquietado en demasía. No entra en los planes del Ayuntamiento extender este tipo de indicaciones de tráfico a otros puntos.
Otra cosa es el compromiso con el reconocimiento de las mujeres, también en el vocabulario. El equipo de gobierno, vallisoletanos y vallisoletanas, lo seguirá defendiendo. Lo dejó claro en aquel pleno la concejala, con 'a', responsable del área de Igualdad, la siempre brava Victoria Soto. Frente a la visión «patriarcal y androcéntrica» del arco conservador, apuesta por el lenguaje «no sexista e inclusivo». Pues eso. Hasta la siguiente bronca.
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