El último símbolo de la crisis del ladrillo acogerá 53 pisos en Valladolid

El edificio será sometido a una reforma de un calibre más que considerable que tendrá como resultado cambiar la utilidad del mismo. En un principio, la torre acristalada, construida en pleno 'boom' inmobiliario, estaba destinada a acoger oficinas, un proyecto que nunca se llevó a cabo, ya que el inmueble quedó abandonado en 2011 sin que llegará a vestirse siquiera su interior . Los planes para el torreón han cambiado. Ahora su remodelación está destinada a un uso exclusivamente residencial, que albergará un total de 53 viviendas que darán cobijo a más de un centenar de inquilinos.

Y es que a este proyecto de viviendas hay que sumarle las promociones de reciente construcción que siguen aumentando la población de la urbanización y que poco a poco van completando un barrio que surgió hace casi veinte años, con capacidad para setecientos habitantes, y que está a punto de colgar el cartel de aforo completo.

Al reciente auge de la Ciudad de la Comunicación se sumarán en los próximos meses, quizás años, pero a corto plazo, la expansión de tres nuevas áreas residenciales en su entorno, como son la de los cuarteles de Farnesio (la única que está ya en marcha), la de los Talleres de Renfe y la de Ariza (las dos últimas aún por desarrollarse), que sumarán en su conjunto la friolera de tres mil viviendas con capacidad para un población aproximada de nueve mil habitantes.

De vuelta al torreón de Arco de Ladrillo, este perderá su coraza acristalada para ser revestido y ofrecer una imagen más moderna y acorde con el resto de bloques de viviendas del paseo. Cada planta contará con seis o siete viviendas, excepto la última, que recogerá cuatro áticos con terrazas. A su vez cada piso incluirá dos plazas de garaje y trastero. El precio de venta de las viviendas de esta promoción oscilarán entre los 146.000 euros (para casas de 60 metros cuadrados de una habitación y un baño) y los 273.000 (126 metros de tres habitaciones y dos baños).

La intervención en el inmueble contempla la remodelación completa tanto de su exterior como de su interior. Este último quedó inacabado cuando fue abandonado durante la crisis del ladrillo que ralentizó la construcción de la Ciudad de la Comunicación. Sus actuales propietarios, la promotora Norforest, adquirió finalmente el edificio hace dos años y es ahora cuando acaba de recibir la licencia municipal, aprobada en la Junta de Gobierno celebrada este martes, para iniciar su reconversión en viviendas.

La promotora prevé iniciar las obras de remodelación del bloque antes del verano, aunque sus 53 viviendas están ya a la venta, y esperan que «estén terminadas y entregadas con total seguridad en 2025», según apuntan desde Norforest. «Lo normal para una obra de este estilo sería dedicarle de 18 a 20 meses, pero como la estructura del edificio ya está hecha hemos reducido el margen a 14 y 15 meses», aclaran.

El torreón acristalado situado en el número 66 del paseo del Arco de Ladrillo comienza así a dar sus primeros pasos más de tres lustros después de su abandono y que fuera puesto a la venta en 2018, si bien no encontró comprador hasta 2022. Y es que a la Torre Ariza le ha costado llegar a lo que ahora: «Un proyecto consolidado», destaca la promotora.

El edificio se encuentra enclavado en una urbanización conjunta con un bloque casi gemelo, también construido entre 2007 y 2008, el cual estaba destinado desde un principio a la acogida de viviendas. En 2011, el inmueble vecino corrió la misma suerte y quedó abandonado en la misma parcela con accceso desde Arco de Ladrillo. En 2016, sin embargo, la edificación de diez alturas situada al lado de la Torre Ariza fue reformada y sus pisos vendidos en pocos meses y habitados enseguida, dejando a su compañera de parcela como la oveja negra del barrio y como último símbolo visible de la crisis del ladrillo. En 2022 se puso fin a la racha de mala suerte para el torreón acristalado.

La promotora Norforest adquirió el terreno para hacer realidad un proyecto que se había mantenido en el aire 16 años. Esta concesión no solo da luz verde al Torre Ariza, sino a la urbanización de la Ciudad de la Comunicación que se ha encontrado durante muchos años en plena crisis de expansión a pesar de ser uno de los barrios más prometedores de Valladolid. Desde el nacimiento de la Ciudad de la Comunicación (2005), la zona lleva más de cuatro lustros en pleno desarrollo urbanístico. Tras llevar al terreno físico la plaza de la Geoda y trabajos de construcción en las calles Orlando y Boston, la reconversión de la Torre Ariza en 2025 supondrá un paso adelante para completar el entorno de primera línea de Arco de Ladrillo.