El túnel peatonal de Arco de Ladrillo en Valladolid se tiñe de rosa y dice adiós a los grafitis

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El paso subterráneo, que luce ahora unas inmaculadas franjas rosas y el techo pintado de blanco, se ha librado por el momento de la acción de los grafiteros, como ocurrió en la misma noche de su inauguración en el túnel de San Isidro (prácticamente cubierto ya de enormes pintadas). Los operarios no solo han saneado sus muros, especialmente el techo, ya que las paredes mantienen el embaldosado (se ha pintado encima) sino que también han colocado pasamanos más largos para facilitar la movilidad de los peatones. El muro que ya está descubierto, sin embargo, muestra ya humedades sobre la pintura rosa nada más pasar la rampa de entrada desde el lado de Delicias. El firme incluye ahora pavimento táctil en las entradas y salidas de las rampas y la iluminación, aunque se mantienen los puntos de luz, incorpora ahora bombillas led para ofrecer «una luz más homogénea» que minimice, al menos, la sensación de atravesar un espacio del miedo.

Las obras de rehabilitación del paso subterráneo comenzaron a mediados de octubre sin que haya sido necesario cortarlo al paso de peatones.