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Rufino Álamo, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Valladolid desde el verano pasado tras el salto de Luis Alberto Calvo a la organización nacional, continuará en el puesto los próximos seis años tras haber ganado las elecciones. Entre sus objetivos, el también jefe de ... Servicio de Salud Pública de la Junta trabajará por mejorar la visión exterior de la profesión, ya que considera que al veterinario solo se le asocia al cuidado médico de los animales, cuando la realidad es que «está a lo largo de toda la cadena alimentaria».
–Hace unos días hubo una manifestación en la que se pidió prohibir la caza con galgo. Los argumentos son que al acabar la temporada de caza se maltrata y abandona a los animales.
–Nosotros estamos a favor de lo legalmente establecido. En este momento los perros están todos 'microchipados', tienen un dueño responsable de lo que ocurra con el animal, y en consecuencia entendemos que son temas distintos. Es decir, el tema del abandono afortunadamente parece que hay cada vez más conciencia social y también mecanismos para que en caso de maltrato o abandono se pueda actuar legalmente.
–Es experto en zoonosis. ¿Cómo debe gestionarse la tularemia?
–La administración está abordando el problema de forma adecuada, es muy difícil poner puertas al campo. Se ha hecho una intervención amplia y coordinada por todas las administraciones. También es importante que la población conozca las medidas de protección que deben observarse. Por otro lado, el problema de la multiplicación de las plagas de topillos parece que está extendido en determinadas zonas de Europa con cierta periodicidad y no hay ninguna varita mágica que haya podido abordar desde el ámbito científico cómo resolverlo.
–¿Qué papel tienen los veterinarios en la crisis del coronavirus?
–Todavía no hay un informe científico cierto sobre su origen. Sí que hay conocimiento de los dos anteriores, y tenían origen animal. Podríamos hablar del mismo modo que con los topillos. Hay que tomar medidas en origen de protección, de control, pero también la población debe tomar medidas de prevención. Los veterinarios en este ámbito lo que hacen es controlar el problema en los animales y cuando esos animales pasan a la cadena de consumo, intentar garantizar que los que llegan al consumidor tengan las garantías sanitarias necesarias.
–Dicen que se han cumplido sus reivindicaciones en el ámbito taurino, ¿cuáles eran?
–Hay un cambio en el gusto de los espectáculos. Se pasa de los taurinos mayores a los tradicionales. Estamos en contacto con la administración para adecuar la norma, hace falta recoger los tradicionales para garantizar su regulación y el bienestar de los animales.
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