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La nueva corporación del Ayuntamiento de Valladolid tomará posesión el 15 de junio con trece caras nuevas con respecto a las del mandato anterior, lo que supone una renovación del 48%. Son seis representantes del PP, tres del PSOE, tres de Ciudadanos y ... uno de Vox. De los ediles que se estrenan, sin embargo, un trío de populares no son legos en la política municipal al haber ocupado en algún momento de su trayectoria escaño en el salón de plenos. La última en hacerlo fue Marta López de la Cuesta, que concurrió en la lista en 2015 como uno de los «fichajes estrella» en aquella candidatura que encabezaba el exalcalde. Pero su experiencia fue efímera. Una vez que quedó clara la conformación del gobierno de izquierdas, José Antonio de Santiago- Juárez, vicepresidente ahora en funciones de la Junta que vuelve a la arena local tras ocupar el puesto de concejal de Medio Ambiente entre 1999 y 2003, la rescataba como viceconsejera de Función Pública.
Más bregados en la política de ciudad están pues De Santiago-Juárez y Alberto Gutiérrez, una figura que tuvo mucho peso en dos mandatos del regidor León de la Riva como responsable de Urbanismo y Cultura. No obstante, ambos llevan alejados de este ámbito años, el primero en el Gobierno regional, y el segundo, primero en la Junta, dentro de la Consejería de Cultura, y más tarde como senador. Esa desactualización la podrían notar en una lucha que es cercana y sobre materias más de a pie. Quién sabe.
Pilar del Olmo se tendrá que apoyar en ellos y en Jesús Julio Carnero, José Antonio Martínez Bermejo y Borja García Carvajal, ediles en activo y por tanto con el trabajo municipal más fresco, para cogerle el punto a una Administración en la que se estrena. De momento, la cabeza de lista ya ha adelantado que compaginará su trabajo como inspectora de Hacienda con la presidencia del grupo. Su segundo en la lista será portavoz adjunto y se encargará de las relaciones con los medios, algo que maneja con soltura.
Nuevos en el Consistorio dentro del principal partido de la oposición son María de Diego, viceconsejera en funciones de Ordenación del Territorio (estrecha colaboradora de De Santiago-Juárez) y Rodrigo Nieto García, de 26 años, Graduado en Derecho y presidente de Nuevas Generaciones en Valladolid.
Los cuatro son clásicos en la política local al mando de León de la Riva, y ahora, tres de ellos buscan nuevos caminos. La renovación en la lista ha dejado fuera a figuras relevantes en los gobiernos del PP. El más veterano es Jesús Enríquez, que entró en 1995 como jefe de gabinete del exalcalde y desde 2003 asumió tareas de gobierno como concejal de Administración y Recursos, primero, y de Medio Ambiente, después. «Ha sido un honor representar a los vecinos de Valladolid en la etapa de mayor progreso para la ciudad», destaca este edil aún en funciones, que montará un despacho para ejercer la abogacía. Enríquez, afiliado a Alianza Popular desde 1986, ha sido un portavoz sagaz e incisivo. Se toma esta nueva etapa «con ilusión» y dispuesto siempre a colaborar con el PP. «Nunca dejaré la política», dice, al tiempo que recita los incumplimientos del gobierno de Puente.
Mercedes Cantalapiedra, desde 2003 hasta 2015 en el ejecutivo local, da las gracias a su partido y a su «maestro» Javier León de la Riva por la experiencia. «Vuelvo a donde empecé, a la empresa privada, tengo dos o tres cosas, pero no relacionadas con el comercio; me tomaré un descanso y a empezar de nuevo», señala la edil, quien montó la estructura de Cultura y Turismo. «Me voy orgullosa, me habré podido equivocar, pero está claro que algo se habrá hecho bien cuando se ha mantenido casi todo, excepto cerrar dos salas de exposiciones, hacer un museo gratuito y refundir la Fundación de Cultura, que no ha dado buen resultado, si se les pregunta a los trabajadores», afirma.
Fernando Rubio, abogado y que nunca ha estado afiliado al PP, está a punto de concluir un curso 'compliance officer': responsable del cumplimiento de la normativa de todo tipo en empresas e instituciones, una especie de auditor. Más de una década ha estado llevando las políticas de innovación, nuevas tecnologías y emprendimiento y en su cabeza bullen ideas para montar algún negocio. Durante un tiempo, fue jefe de gabinete de la exdelegada del Gobierno María José Salgueiro. Y en su afán constructivo «pide consenso para crear un proyecto de ciudad» por encima de «partidismos». Ya en este último mandato, Rosa Hernández, concejala de Bienestar Social entre 2003 y 2015 y a quien el propio Puente le ha reconocido su labor en algunas ocasiones, ocupa su puesto como funcionaria en la Diputación.
A esta institución regresará el concejal de Hacienda en funciones del PSOE, Antonio Gato, donde tiene plaza en los servicios tributarios. «Han sido cuatro años muy satisfactorios, desde el punto de vista político –con el Plan de Empleo, el de retorno del talento o los nueve proyectos europeos– como personal, porque se ha formado un gran equipo humano». No cree Gato que la polémica por la contratación de su cuñada haya tenido algún efecto en su salida. «Si no, no me hubiera ofrecido un puesto en la lista», subraya. «La buena gestión ha sido reconocida en las urnas y eso en política es el mejor indicador de que se han hecho las cosas bien», recalca Gato.
El PSOE, ganador de estas elecciones, mantiene a todos los concejales del último mandato, excepto a Antonio Gato. Incorpora a tres caras nuevas, además de asumir en su lista, como número cuatro, a la que fuera portavoz de Sí se Puede, Charo Chávez. El expresidente del Colegio de Médicos Antonio Otero, la abogada de etnia gitana Carmen Jiménez Borja y el letrado de Comisiones Obreras Juan Carlos Hernández Moreno han sido seleccionados por Puente como perfiles que pueden aportar un valor añadido. El primero, por su capacidad de gestión al frente de la organización colegial; a Jiménez Borja, por su activismo feminista y capacidad de superación dentro del pueblo gitano, y a Hernández Moreno, por su experiencia en el ámbito legal y sindical.
En Ciudadanos se estrenan los tres, pese a que el cabeza de lista, el profesor de Filología Martín Fernández Antolín, ya era conocido por su cargo como rector de la Universidad Miguel de Cervantes. Le acompañan en la bancada María Gema Gómez Olmos, de 33 años y licenciada en Administración y Dirección de Empresas, que ha trabajado hasta ahora en el Grupo de Cs en las Cortes. El tercer edil de esta formación es también joven. A sus 30 años, Pablo Vicente, licenciado en Derecho y Dirección de Empresas, trabaja como abogado en un despacho de la ciudad, del que es socio fundador. Fue candidato al Congreso en las elecciones generales del 28 de abril.
Vox entra de la mano del ingeniero de Renault Javier García Bartolomé, sin experiencia en política, pero con «ganas de trabajar por la ciudad», según ha reiterado en varias ocasiones. Ya ha advertido de que no cejará para volver a retomar el proyecto de soterramiento.
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