Valladolid

Al menos otras tres denuncias elevan a cinco las víctimas del médico del Sagrado Corazón

Precisamente, una de las últimas víctimas ha declarado este viernes en el Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid en calidad de perjudicada. En su testimonio, esta mujer se ha ratificado en la denuncia interpuesta sobre el 23 de marzo para aclarar que sufrió la presunta agresión sexual hasta en dos ocasiones. Asimismo, ha continuado ante el juez que el médico, de origen peruano, la intentó contactar también fuera de su ámbito profesional (fuera de la consulta).

Las declaraciones de las afectadas continuarán la próxima semana en sede judicial, si bien no se descarta que los casos aumenten con más víctimas en las próximas semanas.

El primer arresto de Omar V. P. sucedió el 3 de marzo a raíz de una posterior denuncia de una mujer que indicaba que le habría realizado tocamientos durante su exploración cuando se acercó a consulta por molestias en un pie, si bien quedó en libertad con cargos

Tras salir a la luz el primer caso, la Policía Nacional recibió una segunda denuncia (17 de marzo), lo que propició que la investigación tomara otro cariz. Finalmente, la unidad especializada de la Policía Nacional localizó el domicilio del denunciado para proceder a su detención al entender que existía riesgo de fuga. Así, se encontró su residencia en Burgos y el 21 de marzo se estableció un dispositivo policial que concluyó con su arresto y el registro de su vivienda.

Los agentes intervinieron seis teléfonos móviles, dos discos duros, tres tablets, seis tarjetas de memoria, cinco ordenadores portátiles, dos cámaras de fotos, dos minicámaras y tres pendrives. Dispositivos electrónicos que aún se encuentran bajo análisis para esclarecer si existen más víctimas. Por estos hechos, Omar V. P. entró en prisión provisional.

Los casos, desde entonces, no han parado de crecer con denuncias de afectadas, si bien con hechos de antes de que se registrara la primera denuncia.

El centro hospitalario, en un comunicado, avanzó que el médico investigado no formaba parte de la plantilla, pero sí como refuerzo de la misma desde el verano de 2024. Además, adelantaba sus intenciones de personarse en la causa para ejercer la acusación particular, pero, de momento, aparece en el procedimiento como denunciado.

Omar V. P. llegó a España procedente de Perú (estudió allí Medicina) en 2014. Pasó por Burgos (actualmente residía allí) y continuó con el MIR en Valladolid en Neurocirugía del Hospital Clínico. Fue en el complejo vallisoletano donde tuvo el primer episodio polémico al colocar una cámara en uno de los vestuarios femeninos. Todo ello en 2016 y cuando aún estaba en el tercer curso de formación. Grabó a una médica cambiándose de ropa, si bien las imágenes no las llegó a difundir. Por estos hechos, Omar V. P. asumió la pena de un año de prisión, además de ser apartado de su puesto de trabajo en el Clínico.

Tras su paso por la sanidad pública, Omar se embarcó en el sector privado. Como un reto profesional, como él mismo indicó en una publicación, empezó en el centro asistencial San Juan de Dios de Palencia. Estuvo destinado en la unidad de discapacidad leve hasta que en 2020 asumió la dirección técnica del centro palentino. Todo ello en plena pandemia.

Fue en ese puesto laboral el que más información desprende al conceder una entrevista en una revista interna del centro. En la misma destaca su «vocación por la medicina para obtener el bienestar de los usuarios y trabajadores». En ese momento (diciembre de 2020 y con una condena ya por grabar a compañeras) destacaba su pasión por las ciencias de la salud. «Para mí ser médico es una vocación, es algo que me encanta porque me gusta ayudar a las personas», agregaba mientras recalcaba que estuvo a punto de ser veterinario.