Ocurrió en 2006. El Ayuntamiento anunciaba entonces la urbanización de la estrecha calle Duque de Lerma, del lado de los números impares, donde tres edificios en ruinas (5, 7 y 9) estaban a punto de ser demolidos. Esa miniacera pasaría a contar con dos metros ... de ancho para prolongar el espacio peatonal de las terrazas del lateral de la plaza de la Universidad. Los inmuebles se demolieron pero la acera nunca creció. Los tres solares permanecieron desde entonces vallados y con una acera de apenas un metros. Hasta ahora. Una constructora, que acabó comprando los tres solares a sus antiguos propietarios y que sumó después el antiguo colegio Niño Jesús (unos metros más abajo), acaba de comenzar ahora la construcción de dos bloques que ocuparán los terrenos y que permitirán alinear, por fin, sus fachadas al resto de la calle para habilitar, esta vez sí, una acera de dos metros de ancho para los peatones 16 años después de los derribos de los inmuebles.
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Las obras de construcción de los bloques, que contarán con dos portales (con los números 5 y 7), catorce viviendas de dos a cuatro dormitorios y que serán de dos y tres alturas más bajocubierta, coincidirán en el tiempo con los ya avanzados trabajos de reconversión del antiguo colegio Niño Jesús (cerrado en 2018), del que solo se conservará la fachada, donde los mismos propietarios (la promotora Cavidel) prevén inaugurar una residencia de mayores con 49 plazas y un patio interior en un plazo de un año. Los obreros comenzaron el martes a retirar los apeos -soportes metálicos con bloques de hormigón que sujetaban la fachada protegida de 1968- y prevén liberar las aceras en torno al edificio, situado en la esquina de Duque de Lerma y Juan Mambrilla, que también restaba espacio a los peatonales desde su colocación hace un año.
«La estructura interior de la residencia está ya ejecutada y, por tanto, la fachada no necesita los soportes», explican fuentes de la promotora antes de confirmar que su intención es abrir el centro de mayores, que mantendrá las tres plantas del antiguo colegio, con un añadido por la parte posterior, en torno al segundo semestre del año que viene.
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Algo más tardarán en edificarse los dos bloques colindantes de los números 5 y 7 (mantendrán estos dos portales y ocuparán el espacio del número 9) de la calle Duque de Lerma. Allí han comenzado los movimientos de tierra para los cimientos de un residencial bautizado como Duque de Lerma. Las previsiones de los promotores apuntan a un plazo de ejecución de dos años. «Las fachadas se alinearán con las del colegio y del bloque ya existente del número 3 para permitir habilitar la acera de en torno a dos metros de ancho», confirma la empresa.
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La apertura de la residencia y la construcción de los dos bloques pondrán fin entonces, más de tres lustros después de los derribos de los antiguos inmuebles, a la urbanización definitiva del tramo de Duque de Lerma que discurre entre la plaza de la Universidad y la confluencia con la plazoleta de Juan Mambrilla. El lado de los números pares ya fue urbanizado hace dieciséis años, cuando se demolió el edificio de la esquina de Duque de Lerma con la plaza de la Universidad, que acogió durante decenios el histórico bar Montesol y en el que se construyó un nuevo bloque de viviendas. Allí la acera adoquinada alcanzó los tres metros de ancho.
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