Valladolid

De trepar para okupar una vivienda a robar a los repartidores de bebidas

Un operativo para sorprender a los dos implicados que durante una semana llevaron a cabo múltiples hurtos en este tipo de vehículos en lugares céntricos de Valladolid como en la zonas de Coca y Poniente. Y así fue hasta el viernes.

Precisamente, uno de los detenidos por estos hurtos es ampliamente conocido por la Policía, pues, entre otros hechos, le pillaron intentando asaltar una vivienda en la calle Bailarín Vicente Escudero cuyos accesos estaban tapiados para evitar que el inmueble fuera okupado. En plena luz del día y sin tapujos se encaramó a los barrotes de los balcones para iniciar una ascensión con la intención de encontrar unos accesos que no estuvieran bloqueados por ladrillos.

Eso fue a principios del mes de abril y treinta días después este hombre, acompañado por otro varón, había puesto su punto de mira delictivo en los repartidores de bebidas. De hecho, durante esta semana también se les incautaron latas de bebidas en los entornos de la playa de las Moreras, en una intervención de la Policía Municipal de Valladolid.

La historia de la okupación de este bloque comenzó a finales del mes de noviembre, el día 27, una familia intentó acceder de forma ilegal al interior del bloque (por entonces no se encontraba tapiado) y lo que encontraron en su interior fue el cadáver momificado de Antonio Torralba, un hombre de 60 años y el único inquilino del bloque en ese momento, que habría muerto hace cinco años. Fue la abogada de los okupas quien alertó a la Policía del hallazgo, aunque nunca fueron identificados.

Tras lo sucedido, a finales del mes de diciembre, los propietarios del bloque decidieron que «lo mejor era tapiar el acceso a la vivienda» (la puerta y las dos ventanas del bajo) para evitar la entrada de okupas.

También reforzaron la tapia lateral aumentando la altura de la valla que protege el acceso a un pequeño patio interior y durante semanas la Policía patrullaba la zona y pasaba por el inmueble para comprobar que nadie estuviera dentro. Pero nada ha sido suficiente para librarse de los intentos de okupación puesto que el pasado 21 de febrero varios vecinos de la zona se percataron de la presencia de un hombre que salía de la parte lateral del inmueble.