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Hasta ahora, todo eran sospechas. Había indicios, claro. Evidencias. Conjeturas. Pero ninguna prueba física, directa y concluyente que certificara que, ya en la Prehistoria, nuestros antepasados consumían drogas.
Pero hoy, por fin, y gracias al análisis químico de cabellos humanos, podemos asegurar con certeza que esto ocurrió, que hace tres mil años, en Menorca, había personas que tomaban sustancias alucinógenas. Es la primera evidencia directa de estas prácticas en Europa. La primera vez que alguien demuestra que ya hace miles de años los seres humanos se drogaban en este lado del mundo.
Se trata de un descubrimiento crucial. Y en él ha jugado un papel destacado una vallisoletana, Elisa Guerra Doce, profesora del Departamento de Prehistoria, Arqueología, Antropología Social y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Valladolid.
Ella, junto a los prehistoriadores del Grupo de Investigación de Arqueología Social Mediterránea de la Universidad Autónoma de Barcelona (Cristina Rihuete Herrada, Rafael Micó, Roberto Risch y Vicente Lull) y al químico Hermann M. Niemeyer, de la Universidad de Chile, firma el estudio que, publicado en 'Nature-Scientific Reports', documenta y valida esta investigación. Los europeos ya nos drogábamos hace tres mil años. Y estos son los pasos que la ciencia ha dado hasta llegar a demostrarlo.
La cueva
Hace más de 2.800 años, hacia el 800 antes de nuestra era, un desprendimiento taponó el acceso a una cueva natural en Algendar, el barranco más importante de la isla de Menorca, en el municipio de Ciudadela.
Se dejaba así sin uso una gruta (larga y tortuosa) que durante siglos, durante gran parte de la Edad del Bronce, había sido utilizada como espacio ritual y funerario.
«Esta cueva estuvo en uso a partir del año 1600 antes de Cristo», cuenta Guerra Doce, una apasionada de la Prehistoria que ya comenzó a alimentar su pasión cuando estudiaba en el colegio Compañía de María 'La Enseñanza', en Valladolid. «Unos años después, en torno al 1450 a. C., la sala uno, la más cercana al acceso, comenzó a utilizarse como lugar funerario, de enterramiento… y así continuó hasta ese momento en el que un derrumbe natural selló la cueva», continúa Elisa su relato.
Dentro, había un enorme secreto que tardó siglos en desvelarse. Todo cambió a principios de 1995, cuando Pere Arnau y Josep Márquez, dos espeleólogos de la isla, descubrieron, por casualidad, un agujero en ese barranco de Algendar. Dentro les esperaba un tesoro incalculable: una larga cueva, dividida en siete cámaras y con espectaculares estalactitas y estalagmitas. Pero esa belleza de la roca no era lo más espectacular.
Un equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) comenzó a estudiar el interior de esta cueva y muy pronto se dio cuenta de la calidad de los restos allí contenidos. En la sala uno, la más cercana al acceso y que comunicaba directamente con el exterior, se hallaron 30.000 restos óseos humanos, más de 4.000 fragmentos cerámicos, 170 objetos de metal enteros o incompletos, unos 2.300 botones de colmillo y hueso. Acababan de descubrir un cementerio.
El análisis antropológico de los restos esqueléticos determinó que allí fueron inhumadas al menos 210 personas a lo largo de unos 600 años. Entre los cadáveres había individuos de ambos sexos y de todas las edades… salvo mujeres embarazadas y bebés de menos de tres meses.
La sociedad
Gracias a las investigaciones de Es Càrritx sabemos que cada cueva acogía a los miembros de un grupo unido por relaciones de parentesco.
34
años era la esperanza de vida
para los hombres; para las mujeres era ligeramente inferior
La mortalidad infantil
era bastante alta, solo dos de cada tres criaturas alcanzaba la adolescencia
La alimentación
estaba basada en el consumo de alimentos de origen animal con algún aporte de origen vegetal
Higiene dental
La caries era desconocida, por el contrario la formación de placas de sarro provocaba la caída prematura de piezas dentarias
Problemas articulares
ocasionados por sobresfuerzos físicos. Abundancia de traumatismos y deformaciones en los huesos de los pies como consecuencia de marchas prolongadas a través de terrenos agrestes
1,57-1,70 m.
1,43-1,55 m.
El análisis de los restos indica la ausencia de privilegios. Vivían en un entorno de igualdad en las relaciones sociales que coincide con lo observado en el propio desarrollo del ritual funerario. Así, las escasas ofrendas realizadas (una prenda de ropa, unos pocos adornos, algunas porciones de carne) tampoco revelan desigualdades en el acceso a la riqueza.
Fuente: Grup de Recerca en Arqueoecologia Social Mediterrània
La sociedad
Gracias a las investigaciones de Es Càrritx sabemos que cada cueva acogía a los miembros de un grupo unido por relaciones de parentesco.
34
años era la esperanza de vida
para los hombres; para las mujeres era ligeramente inferior
La mortalidad infantil
era bastante alta, solo dos de cada tres criaturas alcanzaba la adolescencia
La alimentación
estaba basada en el consumo de alimentos de origen animal con algún aporte de origen vegetal
Higiene dental
La caries era desconocida, por el contrario la formación de placas de sarro provocaba la caída prematura de piezas dentarias
Problemas articulares
ocasionados por sobresfuerzos físicos. Abundancia de traumatismos y deformaciones en los huesos de los pies como consecuencia de marchas prolongadas a través de terrenos agrestes
1,43-1,55 m.
1,57-1,70 m.
El análisis de los restos indica la ausencia de privilegios. Vivían en un entorno de igualdad en las relaciones sociales que coincide con lo observado en el propio desarrollo del ritual funerario. Así, las escasas ofrendas realizadas (una prenda de ropa, unos pocos adornos, algunas porciones de carne) tampoco revelan desigualdades en el acceso a la riqueza.
Fuente: Grup de Recerca en Arqueoecologia Social Mediterrània
La sociedad
Gracias a las investigaciones de Es Càrritx sabemos que cada cueva acogía a los miembros de un grupo unido por relaciones de parentesco.
34
años era la esperanza de vida
para los hombres; para las mujeres era ligeramente inferior
La mortalidad infantil
era bastante alta, solo dos de cada tres criaturas alcanzaba la adolescencia
La alimentación
estaba basada en el consumo de alimentos de origen animal con algún aporte de origen vegetal
Problemas articulares
ocasionados por sobresfuerzos físicos. Abundancia de traumatismos y deformaciones en los huesos de los pies como consecuencia de marchas prolongadas a través de terrenos agrestes
Higiene dental
La caries era desconocida, por el contrario la formación de placas de sarro provocaba la caída prematura de piezas dentarias
1,43-1,55 m.
1,57-1,70 m.
El análisis de los restos indica la ausencia de privilegios. Vivían en un entorno de igualdad en las relaciones sociales que coincide con lo observado en el propio desarrollo del ritual funerario. Así, las escasas ofrendas realizadas (una prenda de ropa, unos pocos adornos, algunas porciones de carne) tampoco revelan desigualdades en el acceso a la riqueza.
Fuente: Grup de Recerca en Arqueoecologia Social Mediterrània
La sociedad
Gracias a las investigaciones de Es Càrritx sabemos que cada cueva acogía a los miembros de un grupo unido por relaciones de parentesco.
34
años era la esperanza de vida
para los hombres; para las mujeres era ligeramente inferior
La mortalidad infantil
era bastante alta, solo dos de cada tres criaturas alcanzaba la adolescencia
La alimentación
estaba basada en el consumo de alimentos de origen animal con algún aporte de origen vegetal
Higiene dental
La caries era desconocida, por el contrario la formación de placas de sarro provocaba la caída prematura de piezas dentarias
Problemas articulares
ocasionados por sobresfuerzos físicos. Abundancia de traumatismos y deformaciones en los huesos de los pies como consecuencia de marchas prolongadas a través de terrenos agrestes
El análisis de los restos indica la ausencia de privilegios. Vivían en un entorno de igualdad en las relaciones sociales que coincide con lo observado en el propio desarrollo del ritual funerario. Así, las escasas ofrendas realizadas (una prenda de ropa, unos pocos adornos, algunas porciones de carne) tampoco revelan desigualdades en el acceso a la riqueza.
1,43-1,55 m.
1,57-1,70 m.
Fuente: Grup de Recerca en Arqueoecologia Social Mediterrània
Pero lo verdaderamente relevante para esta historia no estaba en esta cámara, sino en un lugar más recóndito de la cueva, a 80 metros de este recinto funerario. Es la llamada cámara número cinco, a la que se accedía por un sifón.
Allí, en una oquedad con no más de 60 centímetros de longitud y tapada con una losa de arcilla («como si se hubieran conservado al vacío»), se halló un curioso recinto funerario que estaba reservado solo para unos miembros muy concretos de la comunidad.
La cueva Es Càrritx
Barranco de Algendar
Cámaras
Acceso
5
7
2
3
1
4
6
N
50 m.
Estructura
La cueva, de unos 170 metros de largo, recorre siete salas comunicadas a través de corredores y galerías. Ha dado una valiosa información sobre los hábitos y costumbres de los menorquines prehistóricos, especialmente los relacionados con la muerte y los rituales funerarios.
Las cámaras 1 y 5 es en donde han encontrado las evidencias más relevantes.
Barranco de Algendar
Cámara 2
Cámara 5
Cámara 7
Cámara 4
Acceso
Cámara 1
Cámara 6
Cámara 3
Cámara 1
Espacio cuadrangular de unos 32 m2 que utilizaron como cementerio. Aún conserva restos del paramento de rocas con el que se protegía el interior.
Cámara 2
Espacio irregular,
bajo y alargado.
Cámara 3
También irregular. Localizaron una pequeña hoguera, restos de animales y vasos cerámicos.
Cámara 4
Separada de la sala 3 por una serie de estalactitas y estalagmitas todavía activas.
Peine
Vaso
Contenedor
Cámara 5
Se accede por
un ramal del fondo
de la sala 4, estrecho e inclinado, por el que se debe gatear para llegar a un pequeño espacio destinado a ocultar el depósito de objetos.
Cámara 6
Se localizó un vaso roto en el suelo y una pequeña hoguera con cenizas.
Ollita
con
pezones
Cámara 7
Se accede por unas estalactitas que fueron recortadas. A los 170 m. sobre una repisa de la roca natural se localizó una olla de cerámica con dos pezones orientados hacia la salida de la cueva.
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
La cueva Es Càrritx
Barranco de Algendar
Cámaras
Acceso
5
7
2
3
1
4
6
N
50 m.
Estructura
La cueva, de unos 170 metros de largo, recorre siete salas comunicadas a través de corredores y galerías. Ha dado una valiosa información sobre los hábitos y costumbres de los menorquines prehistóricos, especialmente los relacionados con la muerte y los rituales funerarios.
Las cámaras 1 y 5 es en donde han encontrado las evidencias más relevantes.
Barranco de Algendar
Cámara 2
Cámara 5
Cámara 7
Cámara 4
Acceso
Cámara 6
Cámara 3
Cámara 1
Cámara 1
Espacio cuadrangular de unos 32 m2 que utilizaron como cementerio. Aún conserva restos del paramento de rocas con el que se protegía el interior.
Cámara 2
Espacio irregular,
bajo y alargado.
Cámara 3
También irregular. Localizaron una pequeña hoguera, restos de animales y vasos cerámicos.
Cámara 4
Separada de la sala 3 por una serie de estalactitas y estalagmitas todavía activas.
Peine
Vaso
Contenedor
Cámara 5
Se accede por un ramal del fondo de la sala 4, estrecho e inclinado, por el que se debe gatear para llegar a un pequeño espacio destinado a ocultar el depósito de objetos.
Cámara 6
Se localizó un vaso roto en el suelo y una pequeña hoguera con cenizas.
Ollita
con
pezones
Cámara 7
Se accede por unas estalactitas que fueron recortadas. A los 170 m. sobre una repisa de la roca natural se localizó una olla de cerámica con dos pezones orientados hacia la salida de la cueva.
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
La cueva Es Càrritx
Barranco de Algendar
Cámaras
Acceso
5
7
2
3
1
4
6
N
50 m.
Estructura
La cueva, de unos 170 metros de largo, recorre siete salas comunicadas a través de corredores y galerías. Ha dado una valiosa información sobre los hábitos y costumbres de los menorquines prehistóricos, especialmente los relacionados con la muerte y los rituales funerarios. Las cámaras 1 y 5 es en donde han encontrado las evidencias más relevantes.
Cámara 2
Cámara 5
Barranco de Algendar
Cámara 7
Cámara 4
Acceso
Cámara 6
Cámara 3
Cámara 1
Cámara 1
Espacio cuadrangular de unos 32 m2 que utilizaron como cementerio. Aún conserva restos del paramento de rocas con el que se protegía el interior.
Cámara 2
Espacio irregular,
bajo y alargado.
Cámara 3
También irregular. Localizaron una pequeña hoguera, restos de animales y vasos cerámicos.
Peine
Vaso
Contenedor
Cámara 5
Se accede por un ramal del fondo de la sala 4, estrecho e inclinado, por el que se debe gatear para llegar a un pequeño espacio destinado a ocultar el depósito de objetos.
Cámara 6
Se localizó un vaso roto en el suelo y una pequeña hoguera con cenizas.
Ollita
con
pezones
Cámara 7
Se accede por unas estalactitas que fueron recortadas. A los 170 m. sobre una repisa de la roca natural se localizó una olla de cerámica con dos pezones orientados hacia la salida de la cueva.
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
La cueva Es Càrritx
Estructura
La cueva, de unos 170 metros de largo, recorre siete salas comunicadas a través de corredores y galerías. Ha dado una valiosa información sobre los hábitos y costumbres de los menorquines prehistóricos, especialmente los relacionados con la muerte y los rituales funerarios. Las cámaras 1 y 5 es en donde han encontrado las evidencias más relevantes.
Barranco de Algendar
Cámara 2
Cámara 5
Barranco de Algendar
Cámaras
Cámara 7
Cámara 4
Acceso
5
7
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Acceso
6
N
50 m.
Cámara 6
Cámara 3
Cámara 1
Cámara 7
Cámara 5
Cámara 1
Se accede por unas estalactitas que fueron recortadas. A los 170 m sobre una repisa de la roca natural, se localizó una olla de cerámica con dos pezones orientados hacia la salida de la cueva.
Se accede por un ramal del fondo de la sala 4, estrecho e inclinado, por el que se debe gatear para llegar a un pequeño espacio destinado a ocultar el depósito de objetos.
Espacio cuadrangular de unos 32 m2 que utilizaron como cementerio. Aún conserva restos del paramento de rocas con el que se protegía el interior.
Peine
Contenedor
Vaso
Acceso
Cámara 2
Espacio irregular,
bajo y alargado.
Ollita
con
pezones
Cámara 6
Cámara 4
Cámara 3
Se localizó un vaso roto en el suelo y una pequeña hoguera con cenizas.
Separada de la sala 3 por una serie de estalactitas y estalagmitas todavía activas.
También irregular. Localizaron una pequeña hoguera, restos de animales y vasos cerámicos.
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
En aquel huequecito, se encontraron tres vasos tallados y pulidos, al menos cuatro espátulas o cucharas, un peine en forma de murciélago (todo ello de madera), además de dos ollitas de cerámica, una cuchilla de bronce y otros elementos de este material.
El hueco del tesoro
Cámara 5
Sección
25 cm.
El equipo de investigación encuentra en la cámara 5 un pequeño espacio que había permanecido sellado.
El conjunto de objetos encontrados consta de seis recipientes completos de madera, cuatro de cuerno, cuatro espátulas de madera, cuatro bastones de madera, un palo de madera, tres vasijas de madera, un peine de madera, dos vasijas de cerámica y algunas piezas de bronce (una cuchilla, una horquilla y parte de la varilla de un segundo pasador).
Estos objetos se ocultaron intencionadamente al depositarlos en un solo hueco excavado en la arcilla natural de la cavidad y luego cubierto con una losa de arcilla compactada.
Espátula de madera
Vaso de cerámica
Vaso de madera
Metal
Base de madera
Cierre de madera
Tubo de cuerno
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
El hueco del tesoro
Sección
Cámara 5
25 cm.
El equipo de investigación encuentra en la cámara 5 un pequeño espacio que había permanecido sellado.
El conjunto de objetos encontrados consta de seis recipientes completos de madera, cuatro de cuerno, cuatro espátulas de madera, cuatro bastones de madera, un palo de madera, tres vasijas de madera, un peine de madera, dos vasijas de cerámica y algunas piezas de bronce (una cuchilla, una horquilla y parte de la varilla de un segundo pasador).
Estos objetos se ocultaron intencionadamente al depositarlos en un solo hueco excavado en la arcilla natural de la cavidad y luego cubierto con una losa de arcilla compactada.
Espátula de madera
Vaso de cerámica
Vaso de madera
Metal
Base de madera
Tubo de cuerno
Cierre de madera
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
El hueco del tesoro
Sección
Cámara 5
25 cm.
El equipo de investigación encuentra en la cámara 5 un pequeño espacio que había permanecido sellado.
El conjunto de objetos encontrados consta de seis recipientes completos de madera, cuatro de cuerno, cuatro espátulas de madera, cuatro bastones de madera, un palo de madera, tres vasijas de madera, un peine de madera, dos vasijas de cerámica y algunas piezas de bronce (una cuchilla, una horquilla y parte de la varilla de un segundo pasador).
Estos objetos se ocultaron intencionadamente al depositarlos
en un solo hueco excavado en la arcilla natural de la cavidad
y luego cubierto con una losa de arcilla compactada.
Espátula de madera
Vaso de cerámica
Vaso de madera
Metal
Base de madera
Tubo de cuerno
Cierre de madera
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
El hueco del tesoro
El equipo de investigación encuentra en la cámara 5 un pequeño espacio que había permanecido sellado.
El conjunto de objetos encontrados consta de seis recipientes completos de madera, cuatro de cuerno, cuatro espátulas de madera, cuatro bastones de madera, un palo de madera, tres vasijas de madera, un peine de madera, dos vasijas de cerámica y algunas piezas de bronce (una cuchilla, una horquilla y parte de la varilla de un segundo pasador).
Estos objetos se ocultaron intencionadamente al depositarlos
en un solo hueco excavado en la arcilla natural de la cavidad
y luego cubierto con una losa de arcilla compactada.
Sección
Cámara 5
25 cm.
Espátula de madera
Vaso de cerámica
Vaso de madera
Metal
Base de madera
Tubo de cuerno
Cierre de madera
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
Y junto a ello, lo más sorprendente: diez tubitos de madera (de boj, brezo y olivo) y de asta de bóvido, provistos de tapaderas de madera o hueso, que contenían abundantes mechones de cabellos en su interior.
El contenedor del pelo
Un grupo de objetos que se usaban en los funerales fueron escondidos dentro de un compartimento en la cámara 5, un pequeño espacio en lo profundo de la cueva que permaneció sellado.
Las hebras de cabello analizadas en el estudio proceden de uno de los tres compartimentos del único contenedor encontrado.
La tapa
Con tres lóbulos y hecha en madera de boj muestra el patrón típico de uno o más círculos concéntricos que rodeaban un punto central.
2 cm.
El recipiente
Con tres compartimentos tallados
en madera de olivo.
Uso
Para facilitar el uso pasaban una cuerda por los ojales de la tapa y del recipiente.
Parece probable que el contenedor se abrió y cerró varias veces y, por tanto, también es posible que los cabellos encontrados en su interior provengan de diferentes funerales y de diferentes individuos.
Tapa
Contenedor
Ojal
Compartimentos
Cuerda
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
El contenedor del pelo
Un grupo de objetos que se usaban en los funerales fueron escondidos dentro de un compartimento en la cámara 5, un pequeño espacio en lo profundo de la cueva que permaneció sellado.
Las hebras de cabello analizadas en el estudio proceden de uno de los tres compartimentos del único contenedor encontrado.
La tapa
Con tres lóbulos y hecha en madera de boj muestra el patrón típico de uno o más círculos concéntricos que rodeaban un punto central.
2 cm.
El recipiente
Con tres compartimentos tallados
en madera de olivo.
Uso
Para facilitar el uso pasaban una cuerda por los ojales de la tapa y del recipiente.
Parece probable que el contenedor se abrió y cerró varias veces y, por tanto, también es posible que los cabellos encontrados en su interior provengan de diferentes funerales y de diferentes individuos.
Tapa
Contenedor
Ojal
Compartimentos
Cuerda
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
El contenedor del pelo
Un grupo de objetos que se usaban en los funerales fueron escondidos dentro de un compartimento en la cámara 5, un pequeño espacio en lo profundo de la cueva que permaneció sellado.
Las hebras de cabello analizadas en el estudio proceden de uno de los tres compartimentos del único contenedor encontrado.
La tapa
El recipiente
Con tres lóbulos y hecha en madera de boj muestra el patrón típico de uno o más círculos concéntricos que rodeaban un punto central.
Con tres compartimentos tallados
en madera de olivo.
2 cm.
Uso
Para facilitar el uso pasaban una cuerda por los ojales de la tapa y del recipiente.
Parece probable que el contenedor se abrió y cerró varias veces y, por tanto, también es posible que los cabellos encontrados en su interior provengan de diferentes funerales y de diferentes individuos.
Tapa
Contenedor
Ojal
Cuerda
Compartimentos
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
El contenedor del pelo
Un grupo de objetos que se usaban en los funerales fueron escondidos dentro de un compartimento en la cámara 5, un pequeño espacio en lo profundo de la cueva que permaneció sellado.
Las hebras de cabello analizadas en el estudio proceden de uno de los tres compartimentos del único contenedor encontrado.
La tapa
El recipiente
Con tres lóbulos y hecha en madera de boj muestra el patrón típico de uno o más círculos concéntricos que rodeaban un punto central.
Con tres compartimentos tallados
en madera de olivo.
2 cm.
Uso
Para facilitar el uso pasaban una cuerda por los ojales de la tapa y del recipiente.
Parece probable que el contenedor se abrió y cerró varias veces y, por tanto, también es posible que los cabellos encontrados en su interior provengan de diferentes funerales y de diferentes individuos.
Tapa
Contenedor
Ojal
Cuerda
Compartimentos
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona
El examen forense determinó que los cabellos habían sido cortados en mechones de hasta trece centímetros de longitud (ninguno con el bulbo raquídeo) y que estaban teñidos de rojo. «Posiblemente esta coloración fue obtenida a partir de alguna de las sustancia vegetales identificadas en los estudios botánicos del cementerio, especialmente rubia brava, una de las plantas más indicadas para la obtención de colorantes rojos», cuenta Guerra.
El hecho de que no se conserven los folículos capilares hace que sea imposible determinar el perfil biológico de las personas que recibieron este tratamiento funerario especial. No sabemos si fueron hombres o mujeres. Tampoco su edad. Pero los análisis químicos (cromatografía líquida de ultra alto rendimiento acoplada a espectrometría de masas de alta resolución) sí que han permitido saber algo a partir de los restos hallados en sus cabellos: que esas personas habían consumido droga. Y esto es relevante porque, por primera vez en la historia de Europa, se confirma esto de forma directa. Hace tres mil años, el ser humano se drogaba.
Las pruebas indirectas
¿Qué se sabía hasta ahora? «Para el público general existe la idea extendida de que el consumo de drogas es algo actual, que parece que se ha iniciado en los años 60 del siglo XX, con las drogas sintéticas. Pero ya en la prehistoria se consumían drogas», asegura Elisa Guerra, quien ha dedicado más de veinte años de carrera a investigar sobre esta materia.
«Me interesaba saber cómo se originó esta práctica. Y, además, desde el punto de vista metodológico suponía un reto, porque había que abordarlo desde varias disciplinas, como la botánica, la farmacología, la iconografía, la antropología…».
«El consumidor actual lo suele hacer para escapar de la realidad, para huir. En cambio, en las sociedades tradicionales, lo tienen vinculado a su cultura y a estados de trance, alucinatorios, que les permiten entrar en contacto con una realidad espiritual», cuenta la investigadora vallisoletana, que ya en 2003 convirtió este asunto en el objeto de su tesis, «sobre todo en el consumo de drogas vegetales, al que luego incorporé el estudio de bebidas fermentadas, del alcohol» en la Prehistoria.
Hay trabajos, especialmente en Sudamérica, en el que el consumo de alucinógenos está muy bien estudiado y documentado (allí, en las sociedades prehispánicas, las momias se han conservado con tejidos y cabellos que permiten este tipo de análisis).
Pero, en la mayor parte de los casos (y hasta ahora siempre en Europa) los estudios sobre consumo de droga se basaban en evidencias indirectas. ¿De qué tipo?
La primera es la presencia de plantas con poderes alucinógenos. En varios yacimientos arqueológicos se han encontrado restos de plantas, de drogas vegetales. En algunos casos han sido depositadas allí intencionadamente, pero no siempre es así. Por ejemplo, en la cueva de Shanidar, en Irak (60.000 a. C.), donde hay varios enterramientos neandertales, se hallaron restos de ocho especies vegetales.
La idea inicial era que el cadáver podría ser el de un chamán que había sido enterrado con las plantas que utilizaba. «Pero una reexaminación de esa cueva considera que a lo mejor esas plantas son una intrusión de roedores actuales, de jerbos, que las habían introducido con posterioridad», cuenta Guerra, quien recuerda que la presencia de esas plantas nos dicen que estaban a disposición de esas comunidades, pero no se puede determinar si las usaron como droga o con otras finalidades.
Por ejemplo, la amapola del opio (la adormidera). Esta planta inició su domesticación en el neolítico, hace seis mil años. Hay restos de adormidera en yacimientos de Italia, del sur de Francia, de España. «Pero no sabemos si la explotaban como droga o no, porque también se pueden utilizar para extraer aceite, como planta ornamental o las hojas, como ocurre en la actualidad, como alimento del ganado». «Que aparezca en un yacimiento es indicativo de que crecía en el entorno y estaba a su disposición, pero no podemos certificar que la usaran como droga».
La segunda evidencia indirecta son las representaciones iconográficas y artísticas. Por ejemplo, la amapola del opio está representada en el mundo minoico y micénico (en el Mediterráneo oriental). Aparece en anillos de sellos de oro, en cerámicas, en esculturas. Una de las tallas más famosas es la diosa de las adormideras, hallada en el santuario de Gazi, en Creta.
Se trata de una figura femenina, con las manos levantadas y con los ojos cerrados, como si estuviera en éxtasis. Tiene una tiara en la que aparecen tres cápsulas de adormidera con las incisiones que se habían practicado para extraer el opio.
La tercera prueba son las fuentes documentales, los textos de escritores clásicos (que claro, no existían en la Prehistoria). Un ejemplo clásico es el de Herodoto, que narra el consumo de marihuana entre los escitas. «El escritor comentaba que esta comunidad no conocía el agua o los baños y que se introducían en una especie de tiendas, soportadas por unas varillas con fieltro, en cuyo centro existía un hogar donde echaban unas semillas. Ese baño de vapor seco les servía de limpieza y les ponía tan contentos que irrumpían en gritos de alegría», contaba Herodoto. Porque lo que arrojaban eran cogollos de marihuana.
Y hay una cuarta evidencia. Gracias a las técnicas analíticas se pueden documentar alcaloides en cerámicas y utensilios prehistóricos, que podían servir para la circulación de determinadas sustancias, su preparación y consumo. «Pero, nuevamente, podrían estar utilizando una determinada sustancia y eso no implica que la estuvieran consumiendo. Solo cuando analizamos muestras humanas podemos certificar que están haciendo uso de esas sustancias, que explotan sus propiedades como drogas».
Y eso es lo que se ha demostrado ahora, con el análisis de esos cabellos humanos hallados en aquella cueva de Menorca.
Los análisis
«La idea no es mía», reconoce Elisa Guerra. «Ya había investigadores que llevaban tiempo planteando el consumo de drogas en el Mediterráneo». Uno de los más destacados es Andrew Sherratt, el primer prehistoriador que comienza a ofrecer una visión global de estas prácticas. Después vinieron más, con análisis en Europa de ese tipo de evidencias indirectas. Y ahora, este descubrimiento.
La presencia de esos cabellos excepcionalmente conservados en la cueva de Es Càrritx es crucial, porque este tipo de material orgánico no se suele conservar. Pero, en este caso, estaba perfectamente guardado en esos tubitos de madera y hueso.
Así que Guerra comenzó a colaborar con los investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (que conocían a fondo la cueva por sus estudios desde 1995) y con el profesor Hermann Niemeyer, de la Universidad de Chile, para analizar el cabellos, por si en él había todavía restos de droga. Pero, ¿qué tipo de drogas había que buscar?
El test capilar
El análisis de drogas en el pelo es un método eficaz para detectar el consumo de drogas, ya que se puede remontar en el tiempo y conocer cuándo hubo consumo y a qué nivel. El cabello tiene la capacidad de almacenar los elementos depositados en él durante largos períodos de tiempo.
En el hallazgo del mechón de pelos en Es Càrritx hay ausencia de bulbos pilosos —que es donde se encuentra el material genético— lo que impide la determinación del sexo.
Pelo
El córtex
Se queda impregnado de los tóxicos, que permanecerán fijados siempre que no sufra alteraciones o daños, como tintes agresivos, permanentes o decoloraciones.
Médula
Cutícula
Piel
Dermis
Glándula
sebácea
Músculo
erector
del pelo
Bulbo piloso
Vasos
sanguíneos
El cabello se nutre a través de los capilares sanguíneos que riegan la raíz, si la sangre contiene sustancias tóxicas como drogas estas serán depositadas en el córtex.
El crecimiento
1 cm.
1
cm/mes
es el crecimiento aproximado
de un cabello
5 meses
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona/Society of Hair Testing
El test capilar
El análisis de drogas en el pelo es un método eficaz para detectar el consumo de drogas, ya que se puede remontar en el tiempo y conocer cuándo hubo consumo y a qué nivel. El cabello tiene la capacidad de almacenar los elementos depositados en él durante largos períodos de tiempo.
En el hallazgo del mechón de pelos en Es Càrritx hay ausencia de bulbos pilosos —que es donde se encuentra el material genético— lo que impide la determinación del sexo.
Pelo
El córtex
Se queda impregnado de los tóxicos, que permanecerán fijados siempre que no sufra alteraciones o daños, como tintes agresivos, permanentes o decoloraciones.
Médula
Cutícula
Piel
Dermis
Glándula
sebácea
Músculo
erector
del pelo
Bulbo piloso
Vasos
sanguíneos
El cabello se nutre a través de los capilares sanguíneos que riegan la raíz, si la sangre contiene sustancias tóxicas como drogas estas serán depositadas en el córtex.
El crecimiento
1 cm.
1
cm/mes
es el crecimiento aproximado
de un cabello
5 meses
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona/Society of Hair Testing
El test capilar
El análisis de drogas en el pelo es un método eficaz para detectar el consumo de drogas, ya que se puede remontar en el tiempo y conocer cuándo hubo consumo y a qué nivel. El cabello tiene la capacidad de almacenar los elementos depositados en él durante largos períodos de tiempo.
En el hallazgo del mechón de pelos en Es Càrritx hay ausencia de bulbos pilosos —que es donde se encuentra el material genético— lo que impide la determinación del sexo.
Pelo
El córtex
Se queda impregnado de los tóxicos, que permanecerán fijados siempre que no sufra alteraciones o daños, como tintes agresivos, permanentes o decoloraciones.
Médula
Cutícula
Piel
Dermis
Glándula
sebácea
Músculo
erector
del pelo
Bulbo piloso
Vasos
sanguíneos
El cabello se nutre a través de los capilares sanguíneos que riegan la raíz, si la sangre contiene sustancias tóxicas como drogas estas serán depositadas en el córtex.
El crecimiento
1 cm.
1
cm/mes
es el crecimiento aproximado
de un cabello
5 meses
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona/Society of Hair Testing
El test capilar
El análisis de drogas en el pelo es un método eficaz para detectar el consumo de drogas, ya que se puede remontar en el tiempo y conocer cuándo hubo consumo y a qué nivel. El cabello tiene la capacidad de almacenar los elementos depositados en él durante largos períodos de tiempo.
En el hallazgo del mechón de pelos en Es Càrritx hay ausencia de bulbos pilosos —que es donde se encuentra el material genético— lo que impide la determinación del sexo.
Pelo
El córtex
Se queda impregnado de los tóxicos, que permanecerán fijados siempre que no sufra alteraciones o daños, como tintes agresivos, permanentes o decoloraciones.
Médula
Cutícula
Piel
El crecimiento
Dermis
1 cm.
1
cm/mes
es el crecimiento aproximado
de un cabello
Glándula
sebácea
5 meses
Músculo
erector
del pelo
Bulbo piloso
Vasos
sanguíneos
El cabello se nutre a través de los capilares sanguíneos que riegan la raíz, si la sangre contiene sustancias tóxicas como drogas estas serán depositadas en el córtex.
Fuente: Universitat Autònoma
de Barcelona/Society of Hair Testing
El principal problema es que se habían realizado varios análisis botánicos y polínicos de la cueva y no se hallaron allí restos de plantas con propiedades psicoactivas.
Así que, había que acotar el tipo de análisis que había que hacer a los cabellos. De entrada, se descartaron todas aquellas plantas que no estaban a disposición de las comunidades menorquinas de la época. Si no hay esas plantas en el entorno, no se pueden consumir. Había que hacer análisis con plantas que estuvieran disponibles.
En la zona sí que se podría dar la adormidera. Su consumo estaba documentado en el Mediterráneo occidental desde el año 5500 a. C. Seguramente, en Menorca hubiera adormidera, «pero la descartamos porque, en muestras arqueológicas muy antiguas, su registro analítico es problemático, ya que no se conserva bien y puede dar lugar a errores».
Por lo tanto, se ajustó el tiro y se apostó por los alcaloides efredrina, atropina y escopolamina. La efedrina es un estimulante natural, mientras que atropina y escopolamina tienen efectos alucinógenos. Los resultados de los análisis fueron positivos. El humano al que correspondían esos cabellos guardados en unos tubos de la cámara cinco habían consumido esas sustancias.
A partir de ahí, se buscaron en el entorno plantas que contuvieran esos alcaloides. En el caso de la escopolamina y la atropina se hallan en la familia de las solanáceas, como la mandrágora, la belladona, el estramonio. En el caso de la efedrina, puede estar presente en la ephedra y el tejo (que fue descartado porque no crecía en esos momentos en Menorca).
Los efectos
Una vez comprobada la presencia de esas sustancias en los restos de cabello se despeja una duda (sí, consumían droga en la prehistoria, en la Edad del Bronce en Menorca), pero se abren nuevas incógnitas. Las más evidentes: ¿Quiénes consumieron estas plantas alucinógenas y por qué?
Lo primero que pudieron explicar es que, a pesar de encontrarse en un espacio funerario, el consumo de droga no estaba vinculado exclusivamente con ese ritual de la muerte y enterramiento.
Se puede llegar a esta conclusión por dos pruebas. La primera tiene que ver con los restos de cabello encontrados. Habían sido cortados. No tenían folículos capilares y presentaban unos trece centímetros de longitud. El pelo crece a una media de un centímetro por mes. Y la presencia de estas sustancias en el cabello permitían determinar que el consumo se había producido mucho antes de morir (al menos, con esos trece meses de antelación).
Además, como ya se ha dicho, en la cueva no se hallaron restos de plantas con estas propiedades. Así, los investigadores concluyen que «los allegados, los parientes, los miembros de la comunidad que introducían los cadáveres en esta cueva no estaban consumiendo estas plantas durante el ritual funerario, porque, si no, habrían aparecido también en el yacimiento».
La segunda propuesta es que no todos los miembros de la comunidad consumían las drogas, sino que esto estaba reservado a determinados individuos. Aunque los estudios de ajuares y viviendas llevados a cabo por el equipo de la Universidad Autónoma de Barcelona apunta a que se trataba de una sociedad bastante igualitaria, en el momento de la muerte sí que establecían diferencias. Había determinadas personas que recibían un tratamiento singular en relación con su cabello: ese tinte rojo, esa conservación del pelo en tubos de madera o hueso.
Cristina Rihuete, coautora de este estudio, certificó en su tesis doctoral que los restos óseos hallados en la cámara uno se correspondían, al menos, con 210 individuos. Pero en la sala cinco solo se conservaron diez tubos con cabello. O sea, no todas las personas merecían ese tratamiento especial.
«Nosotros planteamos que si determinados individuos son merecedores de este ritual funerario relacionado con los cabellos y hemos documentado drogas en algunos, a lo mejor es que solo determinados individuos eran los que podían consumir este tipo de sustancias». Esta es la hipótesis sobre la que habrá que seguir trabajando.
«Como estas son plantas altamente tóxicas y los efectos alucinógenos son muy acusados, planteamos que solo lo consumían los especialistas religiosos, los chamanes, capaces de manipular estas plantas, de conocer los efectos, las dosis, qué tipo de órganos vegetales tienen que utilizar», comenta Guerra.
Hay otros yacimientos menorquines, como Es Mussol, donde hay ciertas figurillas de madera que se han interpretado con rituales chamánicos, en los que estos especialistas religiosos pueden llevar a cabo prácticas de alteración de la conciencia (que pueden ser a través de bailes o de ejercicios físicos muy marcados, del ayuno, la meditación… pero también el consumo de drogas). «Es decir, no siempre se altera la conciencia a través del consumo de drogas».
Esas figurillas presentan rasgos humanos y animales. Y tal vez, proponen los investigadores, representan la transformación que sienten en ese estado de trance en el que entran en contacto con un animal protector (osos, jaguares, colibríes, águilas…).
«Esta es una hipótesis de trabajo. Tendríamos que realizar más estudios sobre otros individuos de la cavidad para ver si otros también consumieron drogas o no», apunta la historiadora vallisoletana, quien durante este curso realiza una estancia con la Universidad de Cambridge, con el programa de recualificación del profesorado universitario, financiado por el Ministerio de Universidad con fondos de la Unión Europea.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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