Tráfico

Trapos, nudos, ruedas rajadas… lo que se encuentran los inspectores de la ITV

Las fotografías que ilustran este reportaje hablan por sí solas. Un trapo en lugar del tapón del combustible, «con el peligro que eso conlleva», como advierte el gerente de AECA-ITV, Guillermo Magaz. Un disco de freno completamente rajado. Neumáticos a los que les falta la mayor parte de la goma, hasta el punto de que se ve la carcasa. Un pedal de embrague sujeto por una simple cuerda, lo mismo que un guardabarros trasero. Incluso los dos trozos rotos de un cinturón que debería ser de seguridad simplemente anudados, haciéndolo tan corto que resulta imposible abrochárselo.

«Son ejemplos reales de lo que evita la ITV», en palabras de Guillermo Magaz, que inciden en la relevancia del servicio que prestan las estaciones a la hora de garantizar que los vehículos salen a la carretera en condiciones.

«Invertir en mantenimiento es invertir en seguridad, pero la gente no es consciente de ello», asegura tajante la jefa provincial de Tráfico de Valladolid, Inmaculada Matías, que apunta que «hay determinados fallos que solo se pueden detectar en una estación de ITV». No se queda ahí, sino que añade un dato que no por conocido es menos escalofriante: «de cada dos fallecidos en accidente de tráfico, uno salvaría la vida solo por llevar puesto el cinturón».

El fiscal delegado de Seguridad Vial de la Fiscalía Provincial de Valladolid, Enrique de Juan, profundiza en eso mismo desde su experiencia personal: «Estoy harto de ver atestados y en el 99% de ellos la causa es el factor humano, el error humano. Por eso es importante difundir esas imágenes».

Tras sumarse a la preocupación expresada por quienes le antecedieron y constatar que ese tipo de cosas «las vemos más a menudo de lo que desearíamos», la superintendente jefa de la Policía Municipal de Valladolid, Julia González, afirmó que «nunca piensa el ciudadano que algo le va a ocurrir a él, hasta que pasa». Dicho esto, puso la nota distendida al encuentro. Recordó que hace años, mientras regulaba el tráfico en la avenida de Salamanca de la ciudad, vio a lo lejos «algo que no sabía ni lo que era, si un vehículo, un avión o un objeto volador no identificado». Se trataba de un coche «que había volcado, al que le habían dado la vuelta y ale, a circular», desveló. Y acto seguido tranquilizó al auditorio: «Hace mucho de eso y esas cosas ya no se ven».