Valladolid multará con 100 euros por conducir a más de 30 en 1.500 calles

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presentó este lunes en Valladolid esta reforma legal (afecta a todo el país) que limita a 30 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en calles urbanas de un único carril por sentido.

En la capital vallisoletana, en torno al 80% de las 1.864 vías de su callejero se encuentran en esta situación (son 1.491, casi 1.500). Tan solo se libran –y por lo tanto conservan el actual límite de 50 por hora– aquellas con más de un carril y vinculadas con las viejas travesías o actuales grandes arterias de comunicación, las que asumen los mayores volúmenes de tráfico, como las avenidas de Soria, Salamanca y Burgos, el paseo de Zorrilla, Arco de Ladrillo... Pero, atención, porque si en alguna de ellas hay ciclocarril o carriles reservados para el bus (como en Isabel la Católica), entonces habrá limitación mixta: de 50 en el carril genérico y de 30 en el otro.

El Ayuntamiento ha decidido además sumar (de forma excepcional) a esta lista de calles que permiten ir a 50 por hora unas vías que, por su tipología y diseño tendrían que haber visto rebajado su límite a 30, pero que se entiende como «necesario y conveniente» mantenerlas a 50, ya que «funcionan como vías de alta capacidad». Son el paseo de Juan Carlos I, Arca Real (desde la avenida de Zamora a Pinar de Antequera), la carretera de Fuensaldaña (de la avenida de Gijón a la A-62), la calle de los títulos (que conecta la VA-20 con el inicio de La Overuela) y el camino de Laguna a La Cistérniga.

Eso sí, en algunos tramos concretos y «puntos conflictivos», esta norma general puede rebajarse a 30 kilómetros por hora. Es lo que ocurrirá, por ejemplo, en zonas donde de forma «mayoritaria» haya «usuarios vulnerables», como niños o ancianos. Por eso, en el entorno de colegios o de centros de personas mayores (donde hasta ahora regían reducciones extraordinarias a 40 por hora) se rebajará el máximo a 30. Por ejemplo, el tramo de Juan Carlos I en torno al colegio Pablo Picasso o los institutos Delicias y Ramón y Cajal. Esa vía, en general, será a 50, pero al acercarse a esta zona escolar reducirá sus límites a 30.

Así, los nuevos límites de velocidad en Valladolid son los siguientes.

Calles a 20 kilómetros por hora. Esta será la velocidad máxima en aquellas vías que dispongan de plataforma única de calzada y acera (a la misma altura), además de aquellas cuyas características constructivas, residenciales o sociales recomienden esta velocidad máxima. Es un tipo de calle muy habitual, donde hay prioridad para el peatón. Presente en zonas como Santa Ana, Pinar de Antequera, parte de Girón...

Calles a 30 kilómetros por hora. Es la gran novedad, ya que se incluyen las vías de un único carril por sentido de circulación (la gran mayoría en la ciudad). También se aplica este límite en accesos a glorietas sin semáforos, vías del entorno de centros escolares y de personas mayores, así como barrios y zonas ya establecidas (Belén, Las Flores...). Esta nueva velocidad afectará a casi el 80% del viario (más de 1.400 calles).

Calles a 40 kilómetros por hora. Desaparece. Esta limitación era muy frecuente en Valladolid. Salvo excepciones «debidamente justificadas», ya no tendrá aplicación. En la mayor parte de los casos, se rebajará la velocidad a 30. Estas señales se colocaban en vías donde se podía circular a 50 por hora, al acercarse a centros escolares. A partir de ahora, ya no se podrá ir por estas zonas a 40, sino que se rebajará a 30.

Calles mixtas. Esta tipología mixta se adopta en las calles con ciclocarriles. El que está abierto a circulación general tiene un límite de 50 kilómetros por hora. El otro (el reservado a ciclocarriles) se queda en 30 kilómetros por hora.

Calles a 50 kilómetros por hora. En vías de dos o más carriles por sentido de circulación (se corresponden con las grandes arterias). En las que tienen tipología de autovía (avenida de Zamora o Jiménez Alfaro, la antigua ronda interior), se limita también a 50. Son a 50, pese a tener solo un carril en cada sentido: Carretera de Fuensaldaña, Camino Viejo de Simancas, Arca Real, Juan Carlos I, calle Títulos y camino de Laguna a La Cistérniga.

El concejal de Vialidad, Luis Vélez, recordó que la entrada en vigor de esta norma será en Valladolid menos traumática que en otras urbes, porque la capital ya ha dado (desde hace años) pasos en ese limitación de velocidades.

Hace veinte años (en enero de 2001 y con Javier León de la Riva, del Partido Popular, en la Alcaldía) ya se fijó el límite 30 en Las Flores, una medida contemplada en el plan de movilidad de aquellos primeros compases del siglo XXI. En 2011 (hace diez años) había siete barrios donde se aplicaba esta restricción (se sumaron Batallas, Belén, Pajarillos Altos, la zona sur de Parquesol, Fuente Berrocal y Pinar de Antequera). Y después, ya con el PSOEen el Gobierno, estos viales a 30 se han extendido a más calzadas –incluso con mayores cargas de tráfico–, vinculado sobre todo a los ciclocarriles, que limitaban a 30 la velocidad en las conexiones compartidas con los ciclistas.

Vélez confía en que esta experiencia previa reduzca la posible confusión que pueda darse a partir de este martes. Además, recuerda que la nueva señalización (tanto vertical como horizontal) se ha venido colocando en la ciudad «desde noviembre». «En algunos tramos, además, se retirarán señales, para evitar dudas», apuntó el edil. Cien euros por ir a 50 en una calle limitada a 30 por hora. Y, como recordó Julia González, intendente jefe de la Policía Municipal, «el código penal ya se aplica por conducir a más de 60 por estas calles».

Así, las sanciones quedarán de la siguiente manera en las nuevas calles con límite a 30 kilómetros por hora.

Por ir de 31 a 50 kilómetros por hora. Cien euros de multa y sin reitrada de puntos.

De 51 a 60 kilómetros por hora. 300 euros y dos puntos.

De 61 a 70 kilómetros por hora. 400 euros y cuatro puntos.

De 71 a 80 kilómetros por hora. 600 euros y seis puntos.

Más de 81 kilómetros por hora. 600 euros y seis puntos.

El ministro Grande-Marlaska insistió en que esta medida no tiene «afán recaudatorio», sino que responde al objetivo de reducir la siniestralidad vial y reducir el impacto negativo de la circulación de vehículos en la calidad del aire. Un informe de la Dirección General de Tráfico (su máximo responsable, Pere Navarro, viajó también a Valladolid para presentar los nuevos límites) dice que el 85% de los peatones atropellados fallecen si el vehículo circulaba a 64 kilómetros por hora. Ese porcentaje baja al 5% cuando el impacto se da a 30 por hora.

En 2019 (el último año con datos normales, ya que el pandémico 2020 vivió varias semanas de confinamiento) en España fallecieron 519 personas atropelladas en vías urbanas. Fueron el 6% menos que el año anterior. En Valladolid en 2018, el número de atropellos fue de 13 personas (en el año 2000 fueron 140). En esta reducción ha influido también la instalación de radares. Casi todos están ubicados en grandes vías donde sigue en vigor el límite de 50. Sin embargo, el Ayuntamiento dispone de cinemómetros móviles que se usarán para vigilar que, desde hoy, se cumple la nueva normativa. Si fuera necesario, aunque aún no se ha adoptado esta medida, se adaptaría la regulación semafórica.