La peatonalización de la calle María de Molina de Valladolid arranca hoy con el corte de Pasión

El plan inicial de trabajo prevé que las obras de peatonalización de la calle María de Molina y de sus aledaños se prolongue durante los próximos cuatro meses. Ese es, al menos, el plazo programado para los sucesivos cortes de tráfico que se prevén llevar a cabo a medida que avancen las distintas fases de los trabajos. Las obras en el primer tramo, que implicará el corte de la calle Pasión, apenas tendrá repercusión para la circulación. Allí la intervención se prevé que comience hoy mismo. Después, y de manera sucesiva, se llevará a cabo la segunda fase, con el corte del tramo final de San Lorenzo y de la plaza de Santa Ana. Esta última será íntegramente peatonal, al igual que el último tramo de San Lorenzo desde Pedro Niño, cuando concluya la intervención. Para ello se igualará el firme a las puertas del Convento de San Joaquín y Santa Ana. La circulación desde la plaza de Poniente se mantendrá como hasta ahora por San Lorenzo para incorporarse al paseo de Isabel la Católica por Pedro Niño (La Parrilla de San Lorenzo). Los estacionamientos en esta vía, eso sí, se reservarán exclusivamente para los residentes.

La tercera fase, y última, implicará el corte de la calle Veinte de Febrero, en la que se peatonalizará solo el tramo que discurre por el lateral del teatro Lope de Vega y se mantendrá solo la circulación para los vados a partir del bloque de pisos del número 3.

La finalización de los trabajos de peatonalización del eje de María de Molina está prevista inicialmente para finales de agosto. Los peatones ganarán para entonces el espacio completo del tramo final de San Lorenzo y de la plaza de Santa Ana, sesenta metros lineales de la calle San Lorenzo (el lateral del teatro Lope de Vega) y tendrán que compartir el resto de María de Molina, hasta el cruce con Doctrinos (doscientos metros lineales), con los coches que salgan de los vados, como el situado a la altura de Las Francesas, cuyos usuarios mantendrán la salida hacia Doctrinos. El tramo de María de Molina situado entre la plaza de Zorrilla y esta última vía se mantendrá por ahora como está para enlazar con el paseo y el puente de Isabel la Católica.

La peatonalización supondrá la eliminación de los aparcamientos reservados para motocicletas ante el Casino Roxy, donde se mantendrá el arbolado y se habilitará un espacio ajardinado.

El paso de vehículos por el centro de la calzada en el tramo peatonalizado de María de Molina procedentes de los vados ha llevado al Ayuntamiento a renunciar a decorar la zona de rodadura después de comprobar los daños ocasionados en los murales del firme de las calles Menéndez Pelayo y Claudio Moyano. El firme, al igual que en estas vías (peatonalizadas el verano pasado), será de asfalto. Donde se decore se hará con «colores más sufridos».