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Los operarios trabajan en el adoquinado de la acera de los números impares de la calle Duque de Lerma. J. Sanz

Valladolid

La calle Duque de Lerma estará un mes cortada al tráfico para recuperar su acera perdida en 2006

Los operarios comienzan el adoquinado del espacio peatonal de hasta siete metros que prolongará la zona de terrazas de la Universidad

J. Sanz

Valladolid

Jueves, 14 de noviembre 2024, 14:43

Los operarios de la empresa constructora que acaba de construir dos bloques de viviendas de lujo al inicio de la calle Duque de Lerma trabajan desde el pasado lunes en el adoquinado del amplio espacio peatonal que permitirá prolongar la zona de terrazas de la ... plaza de la Universidad y que rematará por fin la urbanización de esta céntrica vía de bajada hacia la calle Esgueva casi cuatro lustros después de que la hilera de edificios que ocupaban tres portales fueran desalojados, declarados en ruinas y derribados entre los lejanos años 2005 y 2006.

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De manera que la calle recuperará por fin su acera, y no solo eso, sino que verá ampliado en hasta siete metros de ancho el espacio de tránsito para viandantes a continuación del bar La Biblioteca para después reducirse a dos en el resto de la vía hasta su desembocadura en la plazoleta de la intersección con Juan Mambrilla. Para ello, eso sí, Duque de Lerma permanecerá cortada al tráfico durante las próximas cuatro semanas.

El cierre a la circulación de la calle, que obliga a los conductores a desviarse hacia Ruiz Hernández o hacia López Gómez (por la plaza de la Universidad), se prolongará, en principio, hasta el 5 de diciembre, cuando la vía, si no surgen contratiempos, no solo recuperará el paso de vehículos sino que estrenará su ansiada acera adoquinada más ancha al inicio, a continuación de las terrazas de la Universidad, para igualarse después al resto de la acera de dos metros de ancho, que ya fue adoquinada diez años atrás, al igual que por el lado de los pares, donde alcanza los tres metros.

Y todo ello casi cuatro lustros después de la sucesión de derribos llevados a cabo durante los primeros meses de 2006. Entonces pasaron por la piqueta previo desalojo de sus últimos residentes, los maltrechos bloques de los números 9-11 (el primero desde la plaza de la Universidad), 7 y 3. Este último ya fue desalojado en 2005 y sobre el solar se construyó pocos años después, en 2008, un edificio de viviendas de dos plantas y bajocubierta.

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2006

2024

Derribo del bloque del número 7 de la calle Duque de Lerma y estado actual del espacio, ya con el nuevo residencial alineado con las viviendas de la plaza de la Universidad. J. Sanz

Los otros dos solares, que en su día ocupaban todo el picón del inicio de la calle, formando un rinconcillo con la terraza del bar La Biblioteca y dejando un estrecho paso de apenas un metro de acera, permanecieron en barbecho hasta que en 2022 comenzó la construcción de los actuales bloques de lujo, ahora de los números 5 y 7, cuyas fachadas se retranquearon con las viviendas existentes en este lateral de la plaza de la Universidad para ganar esos siete metros de acera adoquinada al inicio de la calle en la que trabajan desde el lunes los obreros de cara a su estreno antes del puente de la Constitución.

El comienzo de las obras de la acera, que cambiará para siempre el dibujo de esta calle, sufrieron un ligero retraso de un par de semanas fruto de la rotura accidental de un tramo del colector de aguas residuales que pasa ante los nuevos bloques residenciales de los números 5 y 7. En su reparación, de manera subsidiaria, trabajaron entre el 28 de octubre y el 8 de noviembre (el viernes de la semana pasada) los operarios de Aquavall, según confirman fuentes de la empresa municipal.

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Así que una vez acababa dicha intervención dio comienzo, el lunes (día 11), las obras para que la calle Duque de Lerma pueda recuperar, y con con creces, la acera perdida en 2006. Con ella se pondrá fin a 18 años, 19 si se tiene en cuenta cuando se produjo el primer desalojo del número 3 (2005), de cambios urbanísticos en una vía que perdió por el camino el antiguo callejón detrás del bloque demolido que albergó durante cuarenta años el histórico bar Montesol (demolido en 2002), cuyo hueco ocupó un moderno bloque de viviendas que fue levantado precisamente en 2006 del lado de los número pares.

Residencia Legado del Niño Jesús. J. Sanz

Y más abajo, hacia la plazoleta de Juan Mambrilla, se cerró en 2018 el colegio Niño Jesús, un inmueble catalogado y rehabilitado por completo que alberga ahora (desde el año pasado) una residencia bautizada como 'Legado del Niño Jesús'.

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Las catorce viviendas de los dos nuevos bloques residenciales que vienen a completar el cambio de imagen de la calle Duque de Lerma serán entregadas antes de que acabe el año y recibirán a sus primeros vecinos -están vendidas todas salvo un ático de 174 metros cuadrados que cuesta 1,2 millones de euros más IVA- en las semanas siguientes.

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