Valladolid
Fe, tradición y ambiente festivo en la romería del Carmen de ExtramurosSecciones
Servicios
Destacamos
Valladolid
Fe, tradición y ambiente festivo en la romería del Carmen de Extramuros«Hay tradiciones que no deberían perderse nunca», ha sido una de las frases más escuchadas durante la jornada matinal en la Campiña del Carmen. La tradición manda y con ella la devoción por la Virgen del Carmen de Extramuros y el evento ... canónico de comer en la pradera todo tipo de manjares y productos típicos. Centenares de devotos se han acercado a la misa y tradicional procesión que, pese a ser un día laborable, ha abarrotado la pradera en la única romería de la capital vallisoletana con especial arraigo. Fe, tradición y ambiente festivo se dan la mano en un día especial, que no festivo, para los fieles que se han acercado a celebrar bajo un cielo amenazante pero sin pronóstico de lluvias.
Las campanas anunciaban el comienzo de la misa, presidida por el arzobispo, Luis Argüello, a las 11.00 horas y un santuario abarrotado de devotos muy atentos a las palabras del prelado, que acudía por segundo año como máximo responsable de la Iglesia en Valladolid, auguraban el inicio de una jornada que ya había comenzado día antes con las instalaciones particulares de carpas, mesas y sillas por parte de los romeros en la explanada del lugar.
Una eucaristía, por otro lado, que en la parte más institucional ha contado con la presencia de representantes del Ayuntamiento de Valladolid así como alcaldes de municipios colindantes a la capital, a quienes el arzobispo, Luis Argüello, saludó «con especial ilusión» durante su intervención. A quien también quien quiso dedicar unas palabras antes de dirigirse a los fieles fue a la «Cofradía de la Antigua Devoción de Nuestra Señora del Carmen de Extramuros, creada en 1840, y a la representación de otras cofradías que hoy nos acompañan».
«Este día nos invita a contemplar con agradecimiento la vida. Con una mirada a nuestras madres caemos en la cuenta del don de la vida y estamos agradecidos por la vida. 9 meses en el seno de nuestra madre, de una mujer», reflexionaba Luis Argüello, y añadía: «Hoy celebramos la vida naciente en la Iglesia. En el 2033 celebraremos los 2000 años del primer Pentecostés. Es algo que nace en el corazón de los fieles a la Iglesia naciente. Y para ello hemos abrirnos a recibir el espíritu santo».
En el exterior del santuario y como ante sala a la procesión de Nuestra Señora del Carmen y el Glorioso Patriarca San José, centenares de romeros hacían tiempo equipados con sillas, carpas y mesas. El olor a leña auguraba una comida propia del ambiente festivo: chorizos, costillas, churrasco y pollo terminaban de perfumar el ambiente que se unía a olor de manjares de la romería como aceitunas, tortillas de patata, empanadas, ensaladilla o pimientos fritos. «Venimos todos los años. Lo bonito es que la tradición permanezca viva y disfrutemos de un día marcado por la fe y la familiaridad de todos los que aquí estamos», señalaba Marta Castro, que confesaba haber perdido la cuenta de cuántas veces ha venido. «Recuerdo con especial cariño cuando era pequeña y me traían mis padres. Ahora vengo yo con mi familia y cuando salgan los niños del colegio me los traigo».
Quienes también comenzaban a preparar el almuerzo eran un grupo de jubilados que dedicaron su vida laboral a FASA-Renault. «Ya veníamos todos juntos cuando trabajábamos en la empresa y ahora no hemos querido perder la tradición y seguimos viniendo», explica José Pardo, uno de los miembros de la «cuadrilla» formada por 15 señores. Mientras José se preparaba para cortar un jamón recién inaugurado, Paco y Ernesto avivaban el fuego en el que cocinarán a mediodía «una barbacoa con un poco de todo».
A los pies de la Campiña del Carmen, y como manda la tradición, media decena de puestos con comida típica de un ambiente festivo hacen las delicias de los que allí esperan. Churros, obleas, rosquillas y hasta patatas fritas han decorado la estampa de celebración e incluso un puesto con peluches y juguetes para los más pequeños «que vendrán después del colegio a comer aquí con nosotros», señala Fátima Ortega, acompañada de su madre y su padre, ambos jubilados y con especial fervor a la Virgen del Carmen de Extramuros.
El sonido de las dulzainas y la salida de los fieles del santuario anunciaba el inicio de la procesión. El momento de la tradicional procesión, el de mayor exaltación con constantes gritos de jubilo y alegría a la denominada como Virgen morena, fue pasado el mediodía en torno a la imagen de Nuestra Señora de Extramuros que iba precedida también de otras dos tallas muy veneradas: la Virgen del Carmen niña y el Glorioso Patriarca San José. Las tres fueron portadas a hombros por romeros al tiempo que los fieles bailaban jotas castellanas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.