El atascazo de la tractorada en San Agustín: 600 metros en 19 minutos

El único sobresalto de la calzada son esos mordiscos en el asfalto que hacen que el vehículo se resienta y todo sea un traqueteo continuo a lo largo de la A-11. Puedes contar (desde hace meses) los baches sucesivos entre los kilómetros 352 (pasado el canal) y el 354 (en el acceso a La Cistérniga). Uno, dos, tres, otro, y otro más. Hay agujeros en un firme no tan firme, pero, por aquí, ni rastro de los tractores.

El primer indicio llega en la bajada desde el cerro, en la entrada a La Cistérniga que hay justo al lado del camino de Valdemoro. Un coche de la Guardia Civil aguarda aparcado, a la espera de lo que pueda pasar. Y, de momento, no pasa nada. Tampoco en las rotondas que conectan con la VA-30. El pasado viernes, el incauto conductor cogió su coche a las 17:00 horas. Pensaba que la protesta anunciada acabaría a las 14:30, pero por la tarde todavía había tractores por la calle. Se encontró cortada la carretera de Soria, la entrada hacia San Agustín, tuvo que meterse por el acceso de Covaresa y luego desviarse por una carretera de Rueda saturada de vehículos. Una locura de la que hoy parece que se va a librar.

El conductor ingresa en la ronda exterior (VA-30). Adelanta un camión de Bélgica. Otro de Portugal. Le adelanta un Ford naranja fosforito. Avanza un par de kilómetros y coge la vía de servicio para ingresar en la N-601 rumbo a la glorieta de San Agustín. No ha visto más agentes en los cruces, ni rastro de los tractores hasta este momento. Son las 10:35 horas y está a punto de llegar a su destino. Pero...

Pero cuando entra en la N-601, todo cambia. Por el retrovisor, a unos 300 metros por detrás de él, le deslumbran los faros de un montón de vehículos verdes de ruedas gigantes. Llevan pancartas y banderas de España, velocidad de hormiga, un caravana de coches por detrás. El conductor sonríe, ha tenido suerte, ha evitado por los pelos la columna de tractores que vienen a paso lento camino de la capital. Sin embargo, el gozo se desvanece en cuanto comprueba que también por delante de él hay problemas. Tres tractores, que iban de avanzadilla en la columna de protesta, marcan un ritmo endiabladamente lento cuando apenas quedan unos metros para llegar a la rotonda de San Agustín. Son las 10:36 y acaba de comenzar el atasco.

El tramo de calzada que hay desde la incorporación a la N-601 por la VA-30 hasta la rotonda de San Agustín supone apenas 610 metros de distancia. Lo dice Google Maps. El tiempo que tardará el conductor en recorrerlos es de 19 minutos. Lo dice el reloj del salpicadero del coche. Le espera una espera desesperada al volante.

Para entretenerse pone Radio 3. 'Hoy empieza todo'. A estas horas, hay una sección de libros muy chula. 'Barra libre', se llama. Y uno piensa en esos tractores que avanzan sin problema rumbo a la avendia de Zamora. Barra libre. Hoy se fijan en 'Valentino', un libro de Natalia Ginzburg que tiene solo 75 páginas. Y hablan sobre esas novelas cortitas que puedes leer «en el ascensor, en lo que subes a un quinto piso». En estos 19 minutos de atasco podría haber caído un capítulo. O dos. Fijo.

A falta de libro, siempre puedes mirar a lo que tienes alrededor. Delante está un camión de Jesús Lara, con el escudo de los Fernández y de los Pérez serigrafiados en las puertas traseras. En el carril de la izquierda hay un grúa de Mapfre con un Toyota CX-30 que tiene el morro destrozado. Justo detrás viene una Volkswagen Transporter. Tanto tiempo allí parado permite echar una parlada con los compañeros de atasco. En esa furgoneta viajan Adrián e Izan, de Azul Pinturas. Han salido a las 5:30 horas de Zaragoza y su intención era llegar a las 9:30 a Valladolid. Tienen aquí un trabajo. De momento, van con casi una hora y media de retraso. «Nos hemos comido un atasco en Zaragoza y ahora este aquí en Valladolid», asegura Adrián. Son las 10:50 horas.

Los tres tractores que van por delante avanzan a velocidad de tortuga fatigada, coja y con resaca. Los que vienen por detrás lo hacen más despacio aún. De pronto, la avanzadilla agrícola se detiene. Los tres vehículos se apartan un poco al arcén y la mediana. El tráfico se abre como una escena de 'Los diez mandamientos' y un puñado de coches consigue avanzar, mientras agentes de la Policía Local se apostan en la glorieta de San Agustín.

El conductor que salió de casa a las 10:23 horas llega a su destino a las 10:59. Ha tardado 36 minutos en cubrir 15,8 kilómetros. De ellos, 19 minutos en apenas 600 metros. Y ha tenido suerte. Tan solo unos minutos después, la Policía Local anunciaba graves retenciones en la avenida de Zamora.