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J. S.
Valladolid
Jueves, 4 de abril 2019, 07:42
«Ya solo nos falta sacar un tronco que tapa el segundo ojo del puente para acabar de despejarlo», suspiraba el domingo al mediodía Luis Ángel Largo, cuando él y otros cinco voluntarios de Los Amigos del Pisuerga se afanaban en concluir una tarea ... que les ha llevado más de un mes a costa del sudor de su frente y sin más ayudas públicas que sus manos, sus barcas, sus motosierras y su buena voluntad de «dejar el Puente Mayor limpio después de más de tres años con toneladas de madera acumuladas contra sus pilares» sin que las administraciones públicas hicieran nada. Y lo lograron. Apenas un par de horas después, con la ayuda de un todoterreno con un cabrestante (también particular), remolcaron la mole de madera para trocearla en la orilla. Así que el puente más antiguo de la ciudad vuelve a estar liberado de troncos desde aquella tarde. Pero el trabajo aún no ha concluido. «Muchos troncos continúan varados en la pesquera, algunos desde hacía años y otros al soltarlos del puente, pero las dimensiones de uno de ellos nos están complicando su retirada», reconoce el presidente de esta asociación guardiana del devenir del cauce del Pisuerga, que en las mañanas siguientes ha vuelto a acudir a continuar los trabajos.
El portavoz de la asociación confía en poder despejar finalmente la pesquera, entre el Puente Mayor y la playa de Las Moreras, en un par de semanas si consiguen, por fin, que «el Ayuntamiento nos preste una retroexcavadora para poder tirar del tronco más grande -en la fotografía de arriba-», cuyo peso estiman que supera las dos toneladas.
«Los troncos daban una imagen terrible de este puente histórico y podían acabar causando problemas a la propia estructura, sobre todo, si se producía alguna nueva riada», explica Luis Ángel Largo. Y precisamente el carácter histórico del Puente Mayor, cuyos orígenes se remontan al siglo XI, llevarán mañana al Ayuntamiento a solicitar formalmente a la Junta su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), al igual que para el Puente Colgante (siglo XIX), con el fin de que los dos pasos más veteranos de la ciudad pasen a considerarse como monumentos y reciban dicho tratamiento. No es una cuestión menor si se tiene en cuenta que la consideración de BIC del Puente Mayor podría liberarle de las tuberías y añadidos metálicos que afean sus muros, así como agilizar una futura restauración integral previo estudio de su estado, destacaron ayer fuentes municipales.
Cualquier intervención futura en los dos puentes, en cuanto se incoe el expediente, tendría que recibir el visto bueno del Área de Patrimonio.
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