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Es un problema «de raíz». De forma y no de fondo. La llegada «continuada» de solicitudes de expedientes de regulación de empleo (ERTE) desde marzo ... ha provocado una congestión de su aprobación y, por tanto, del pago de las prestaciones por desempleo a los trabajadores afectados. Así lo confirman fuentes del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), quienes estiman que, según los cálculos globales, hasta la fecha se han abonado el 98% de las ayudas a nivel nacional y consideran que «conforme avance un poco la situación» este tanto por ciento se incrementará «de forma importante». En el caso de la provincia de Valladolid, en la actualidad son cerca de 200 los expedientes de empresas que aún están sin tramitar, si bien no ha trascendido el número de empleados damnificados. Todo ello, de un total de 7.533 informes presentados hasta el pasado viernes y que atañen a 36.713 trabajadores (33.861 solicitudes 196.172 afectados en al comunidad), según los datos proporcionados por la Junta de Castilla y León. Esta circunstancia se debe, apuntan fuentes consultadas, a fallos en las solicitudes «que ya se están subsanando».
Entre los errores más comunes registrados por las entidades está, por ejemplo, el hecho de dejarse 'fuera' a trabajadores. Pero hay uno que despunta sobre el resto: contratiempos con el número de cuenta de la correspondiente entidad bancaria. En este caso, informan desde el SEPE, el proceso de corrección es «muy laborioso», de ahí que los plazos puedan demorarse en el tiempo. Asimismo, dentro de ese porcentaje de procedimientos que aún está sin tramitar también se encuentran las solicitudes que se han sumado en los últimos días, pues «siguen entrando y es importante destacar que están dentro de ese 2%», sostienen.
Quienes más están padeciendo este embotellamiento en la autorización y tramitación de las prestaciones, además de los propios perjudicados, son los gestores. Desde que se decretara el estado de alarma, gestorías y asesorías de la provincia están «hasta arriba de trabajo», tanto por el cese de autónomos como por los ERTE. Sin embargo, es en este último caso donde mantienen más «frentes» abiertos. Así lo confirma el delegado en Valladolid del Colegio Oficial de Gestores de Castilla y León, Enrique Martínez Llanos, quien desvela, además, cuál es el sentir y la «percepción» general entre los profesionales del sector: en Valladolid se están cobrando menos prestaciones que en otras provincias de la comunidad. «Hemos montado un grupo a nivel regional con otros compañeros y notamos que están saliendo más, que los trabajadores de otras provincias están cobrando más los ERTE que los de Valladolid», afirma el representante de los gestores, al mismo tiempo que califica de «atasco» la situación. «En las empresas que tenemos, la mayoría coincide que los empleados de Valladolid no han cobrado y, por ejemplo, los de Sevilla o Zamora sí. Esperemos que se solucione pronto, sobre todo por toda esa gente que lo está pasando mal», apostilla Martínez Llanos.
Pero, ¿a qué se debe? El delegado del Colegio Oficial de Gestores lo tiene «claro»: «Es una mera cuestión del SEPE de cada provincia, y el de aquí, la impresión que nos da es que se ha saturado». «No sabría decir el motivo porque puede haber muchos;es una cosa suya y nosotros solo podemos esperar a hacer las gestiones pertinentes para que todo vaya lo más rápido posible», argumenta el representante.
Por otra parte, hace hincapié en el «papel» que gestorías y consultorías están desempeñando en esta carrera de fondo que es el cobro del ERTE, no solo por solventar los problemas que puedan surgir, sino porque les está tocando dar la cara con los expedientes denegados.
Begoña, Aisha, Tania, Erika, Marta, Pamela, Carmen, Jonathan, Sandra o Rocío son solo algunos de los vallisoletanos que buscan consuelo y ayuda a través de redes sociales, en grupos cerrados donde comparten experiencia y se nutren de las de los demás para encontrar una respuesta a su petición sin autorizar ni tramitar. Son los rostros de los ERTE sin cobrar. Una lista interminable de ciudadanos a los que el Servicio Público de Empleo aún no ha abonado la cuantía económica que les corresponde.
Los testimonios
Jonathan Iglesias
A Jonathan Iglesias, salmantino de 36 años afincado en Valladolid desde hace cinco, le daba «mucho palo» tener que pedir dinero a sus familiares. El pago de la primera quincena de trabajo del mes de marzo se demoró –cuenta que no percibió esa cuantía hasta la «segunda o tercera semana» de abril– y este camarero, en ERTE desde que se decretó el estado de alarma,
no tenía «ni un pedazo de pan que llevarme a la boca». Llegó a estar hasta cuatro días sin comer «absolutamente nada».
Tania Medina
No puede «más». Está «harta», cansada de no dormir pensando en qué será de ella, en ERTE desde el 14 de marzo, y de su marido, en paro desde «unos días después del inicio de la cuarentena». A Tania Medina, vallisoletana de 38 años, camarera de profesión, «esta situación», como se refiere al hecho de no ingresar la cuantía correspondiente por el expediente regulador, autorizado desde la última semana de marzo, le está «matando». Le roba el sueño.
Dice que desde hace más de dos meses no duerme más de tres horas al día. Se pasa las noches en vela, pensando en cómo pedir a familiares y amigos «algo de dinero»
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