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La llegada de una tormenta que cubrió los cielos al filo del mediodía, y que causó una drástica caída del mercurio hasta situarse por debajo de los dieciocho grados, puso fin de forma abrupta a la asfixiante ola de calor que durante los cinco días anteriores mantuvo el mercurio por encima de los 35 grados, con noches tropicales como la del lunes al martes –el termómetro marcaba 22,9 grados al amanecer–, para dar paso a un cambio radical de la meteorología que se prolongará, como mínimo, durante lo que resta de semana. La tormenta, al menos por la mañana, trajo aparato eléctrico –más de cuatro mil rayos en el centro del país– y tan solo dejó 1,6 litros por metro cuadrado en la capital; si bien es cierto que dejó granizadas puntuales en la provincia. Más avanzada la tarde llegarían nuevos chaparrones, más truenos y relámpagos en una jornada gris que cortó de raíz un inicio de agosto muy caluroso, que vino a prolongar el también más que cálido julio.
La anunciada llegada de las tormentas en torno al mediodía de ayer evitó que la mínima de 22,9 grados registrada a las 7:30 horas de la ciudad pase a formar parte de las efemérides meteorológicas, ya que las lluvias causaron una drástica caída del mercurio y la mínima oficial de la jornada, con 17,7 grados, se registró a las 15:20 horas, algo inusual. La madrugada anterior, pese a todo, fue la más cálida del verano. La temperatura mínima más alta registrada en Valladolid, eso sí, fue de 23,4 grados el 12 de agosto de 2003.
El mes pasado, de hecho, figura ya por derecho propio en las efemérides meteorológicas al registrar la media de las temperaturas máximas más alta de la historia, con 33,8 grados, medio grado más que el anterior registro, de 33,3, de julio de 2015. Y agosto, aunque con un pequeño respiro, apuntaba en el mismo sentido después de dejar una temperatura media de 25,6 grados , 3,5 más de lo habitual, durante los diez primeros días con los cinco últimos con un calor especialmente asfixiante con picos superiores a los 38 grados y mínimas atípicas en Valladolid de 22,9 grados como la registrada mismo.
La llegada de las nubes enfrió de forma súbita el ambiente hasta rebajar en más de quince grados la temperatura en relación a la jornada anterior con el mercurio en 17,7 grados (la mínima oficial del día) a las 15:20 horas y oscilando después ligeramente por encima de los veinte grados. Y hoy se prevé una situación similar, al menos, durante las primeras horas del día. Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan a que el mercurio apenas llegará a los treinta grados (oscilarán entre 23 y 30) en lo que resta de semana con mínimas que tampoco superarán los quince (entre 11 y 14).
Las lluvias caídas este martes sumaron algunos litros más –cuatro justos al cierre de esta edición– al balance hídrico del año, que continúa siendo positivo con 276,4 litros por metro cuadrado recogidos hasta ahora (incluidas las cantidades recogidas este martes), cuarenta más de lo habitual, gracias a cuatro meses con superávit de precipitaciones (marzo, abril, mayo y julio).
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