Tordehumos rememora el tratado que sentó las bases de Castilla y León

Entre otras muchas cosas, la historia sirve para saber que un 20 de abril, muchos siglos antes de la célebre canción de los Celtas Cortos, fue la fecha de 1194 en la que los reyes Alfonso IX de León y Alfonso VIII de Castilla firmaron, por mediación del legado papal Gregorio, cardenal titular de Sant´Angelo y sobrino del Papa Celestino III, el Tratado de Tordehumos a fin de poner término a la guerra que los dos reinos mantenían desde el año 1191, sentándose aquel día las bases de su futura unión.

Ayer, 825 años después, en otro 20 de abril, la localidad, conocida entonces como 'Oter de Fumus', rememoró la efeméride con una gran recreación de la firma del histórico tratado en la que, con una organizada puesta en escena, participaron numerosos vecinos y componentes de la Asociación Torre del Homenaje.

Los actos comenzaron en la plaza con la bienvenida del alcalde, Agapito Bravo, que agradeció el esfuerzo del grupo de trabajo y la colaboración de los participantes. La actividad se trasladó después al atrio de la iglesia de Santiago, donde el rey de Castilla recibió al legado papal Gregorio para salir en comitiva hasta la escalinata de las actuales escuelas, donde recibieron al rey leonés, quien se interesó de una manera especial por la hija del rey castellano, Berenguela, con la que años después contraerá matrimonio en una unión de la nacerá Fernando III el Santo, con el que los dos reinos se unirán de forma definitiva, según fue explicando el presidente de la Asociación de Jubilados El Hogar, José María Collazos, quien, como organizador de la actividad, fue realizando, con gran rigor histórico, las oportunas y didácticas explicaciones de lo que iba sucediendo en la recreación.

A continuación, los dos reyes, acompañados por sus huestes, se dirigieron a las laderas del castillo, donde, en presencia del legado papal, sellaron el tratado con el que acordaron una serie de puntos relacionados fundamentalmente con la estabilidad de la frontera entre ambos reinos, todo ello con los muros de la fortaleza en la que en 1194 tuvo lugar el hecho histórico como mejor telón de fondo. Para conmemorar el tratado, caballeros de ambos reinos se batieron en lucha de espadas con gran expectación de los numerosos vecinos y visitantes que disfrutaron con la recreación.

La comitiva se trasladó más tarde a un espacio más abierto para que se realizara un torneo de cintas a caballo en honor a doña Berenguela de Castilla, presidido por los reyes de León y de Castilla. Tras una comida medieval, la tarde se ocupó con una exhibición de cetrería y un concierto de música medieval cargo del grupo Il Ballerino, que puso punto final a la conmemoración.

El alcalde, Agapito Bravo, manifestó su satisfacción por la recreación y anunció «su continuidad como una nueva e importante cita para atraer visitantes» y, de paso, «conmemorar nuestra historia».