«Hacía tiempo que no veíamos un narcopiso con tanta afluencia en Valladolid»

Siete meses de seguimiento sobre los hermanos Ramón y Jesús Navarro Martín y sus respectivas mujeres, Rebeca Hernández Fernández y Mirella de la Cruz Ramírez, que acabaron con la detención de todos ellos el 10 de febrero de 2022. Durante ese tiempo, los agentes constataron «un trasiego relevante de conocidos politoxicómanos de la ciudad» por dos viviendas ubicadas en las calles Arca Real y Aaiún y que en cuyos registros se hallaron 1.600 euros en billetes fraccionados, una navaja de 16 centímetros de hoja debajo de un sofá, 0,4 gramos de heroína por valor de 50,78 euros y utensilios para la venta de sustancias estupefacientes.

Precisamente, los cuatro acusados, con declaraciones similares a las preguntas del Ministerio Fiscal y de su abogado, han afirmado que «no traficaban» y que desconocían el motivo por el cual existía ese trasiego de personas en los entornos de sus domicilios. «El dinero estaba fraccionado y en casa porque lo sacábamos del banco nada más cobrarlo porque tenemos deudas y de esa forma no nos lo quitan», han agregado los dos hermanos sobre los ingresos mensuales que tienen al cobrar un ingreso mínimo vital que «ronda los 1.000 euros» y que complementan con la venta esporádica de chatarra.

«Los encuentros que mantenían los acusados con la gente que compraba su mercancía no eran sociales. Duraban poco tiempo y veíamos cómo entregan dinero y recibían envoltorios en el portal a través de la ventana. Por mi experiencia, en 25 años, no tengo dudas de que era tráfico de drogas», ha incidido el primer policía nacional que ha declarado este jueves.

La investigación hacia estas dos parejas arrancó en julio de 2021 tras el aviso de varios vecinos de estos inmuebles. En ese momento, se iniciaron unos dispositivos de vigilancia que concluyeron siete meses después con las cuatro detenciones.

Precisamente, en una de las viviendas se encontraba oculta en el interior Rebeca Hernández, con ocho reclamaciones judiciales, siendo dos de ellas para el cumplimiento de penas de prisión.

Por estos hechos, los cuatro acusados se enfrentan a tres años y dos meses de cárcel y multas de 150 euros a cada uno.