Terrazas vacías y piscinas llenas con horarios ampliados en algunos pueblos

Uno se adentra en la Plaza Mayor de la capital y, mire donde mire, la imagen es similar: vacía. Apenas hay viandantes –botella de agua en mano– y los pocos que se ven buscan la sombra de los soportales. En la puerta de Ole con Ole, la camarera espera la llegada, a cuentagotas, de clientes. «Se nos sientan tres personas a comer dentro, se nota bastante», explica la empleada, Nuria Zamora Varela.

Las terrazas ubicadas entre las calles Viana y Jesús son de las pocas que gozan de sombra, algo que se traduce en un mayor número de clientela. En el otro extremo, en el Café del Norte –que tiene unas diez mesas en el exterior–, solo dos están ocupadas. Dentro la situación es parecida. Luis Domínguez, uno de sus camareros, admite que «no se puede estar prácticamente» en las mesas con tanto calor. «Tengo la terraza medio vacía un jueves a las ocho y media de la tarde y tenemos dos mesas», apunta.

La semana pasada, cuando la ola de calor era solo una amenaza, se antojaba imposible encontrar una terraza que no estuviera a reventar. Ahora, con las temperaturas extremas que azotan la provincia en los últimos días la situación es muy diferente. «La semana pasada, a las ocho y media de la tarde, la mitad de la terraza como tal sí que la teníamos ocupada y ahora nada», explica Domíguez.

Otra de las terrazas que apenas tiene clientela es la del Lion d'Or. Allí, unos de los camareros cuenta, mientras seca unas copas tras la barra, que lleva «20 años aquí trabajando y se nota que está muy tranquilo, demasiado tranquilo».

El horario límite de apertura de las terrazas es la una de la madrugada, las dos si se trata de viernes, sábados y vísperas de festivos. En plena ola de calor, los hosteleros perciben que los clientes «acuden más tarde» para sortear unas temperaturas que en los últimos días no han bajado de los 30º prácticamente hasta las doce de la noche.

Entre las iniciativas que se están llevando a cabo para combatir la ola está la ampliación del horario de las piscinas. Medina de Rioseco ha decidido extender la apertura hasta las 23:00 horas. El alcalde de la localidad, David Esteban, explica que es una medida que han tomado otras veces. «Tiene mucha aceptación, es una gozada, son muchas las familias que deciden ir a cenar a las piscinas. Ayer tuvimos 840 personas con el horario ampliado y el día anterior, 630 personas sin horario ampliado», afirma el alcalde riosecano. Una medida que también aplicó este viernes y sábado el Consistorio de Viana.