«A la tercera va la vencida, después de posponer fecha dos veces nos casamos»

Ha pasado mucho tiempo desde que Elisa del Río (34) y David Vicente (40), una joven pareja afincada en Tudela de Duero se decidieran a dar el paso para formalizar su amor. Lo que no sabían entonces es que una pandemia mundial les obligaría a posponer durante años sus planes de pasar por el altar. «Fíjate, desde que me pidió matrimonio en las fiestas de mi pueblo, Villabáñez, han pasado ya cinco años», relata Elisa.

Los dos tenían claro el sitio dónde querían celebrar la ceremonia, la Iglesia de la Asunción de la localidad de Villabáñez. También tenían claro el lugar en el que festejar en enlace, el monasterio cisterciense de Valbuena de Duero. El mismo lugar en el que se conocieron en 2015. «Fue donde empezó todo. Los dos trabajamos allí, David como chef de eventos y yo como camarera de sala, qué mejor sitio que este para celebrarlo», asegura la joven mientras hace memoria para recordar las fechas en las que se supone que celebraría su matrimonio.

«Hablamos con el hotel en septiembre de 2018 y como la mayoría de fechas de 2019 ya estaban cogidas fijamos finalmente el 30 de mayo de 2020», afirma Elisa tomándose con buen humor las dos ocasiones en las que ha tenido que posponer sus ganas de dar el 'sí quiero'. «Aquel 30 de mayo no pudo ser por la pandemia pero aun así celebramos una 'no boda' con algunos familiares que se queda para siempre en el recuerdo», asegura.

Vendría después un segundo intento con la fecha fijada para el 21 de junio de 2021, «pero la incertidumbre que teníamos, el miedo a si empeoraba la situación, a los contagios y restricciones que ordenaban celebrar sentados y sin opción a celebrar de forma normal, baile o barra libre, decidimos esperar. no queríamos quedarnos con ese recuerdo», asegura la pareja. Tuvo que elegir una tercera fecha. «No sé por qué pero me gustó mucho el 24 de septiembre de 2022 y ya sí que sí nos casamos. A la tercera va la vencida», comenta entre risas. Todo se celebrará tal y como habían previsto desde un principio. Lo único que ha variado es la hora del enlace, «lo hemos cambiado a la mañana porque las horas de luz no son las mismas y la temperatura es más fresca, pero por todo lo demás será igual», afirma Elisa.

El vestido, el banquete, el viaje en crucero por el Caribe, los precios, el número de invitados, que rondará los 150, nada ha variado en el futuro enlace de Elisa y David «nos han mantenido los precios en todo, hemos tenido suerte», aseguran a la vez que admiten «tener unas ganas increíbles» tras dos años de larga espera desde aquella primera fecha oficial.

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