Teófila Martínez: «No puede ser que haya dinero para tantas cosas y no para soterrar la vía»

La que fuera alcaldesa de Cádiz, precursora del soterramiento cuando cogió el bastó de mando en 1995, considera los proyectos de infraestructuras «necesarios», al margen de los aprovechamientos que puedan darse sobre las vías. «No hay que echar cuentas con esos rendimientos; para lo que queremos, lo llamamos especulación, y cuando nos interesa, lo consideramos operaciones urbanísticas», aseveró quien lideró un proyecto que partía «sin un duro y sin suelos para sacar rendimiento urbanístico que sirviera como financiación». Pese a ello, se llevó a cabo por su solidez, porque tenía «todos los perejiles menos el dinero», y también, por la capacidad para convencer de que «el beneficio no es solo urbanístico, sino, sobre todo, social y económico», ya que acababa «con una barrera marginal» y con las desigualdades entre los vecinos y las empresas ubicadas a uno y otro lado de la vía.

De cuando los viales férreos dividían Cádiz en dos hay quien ya apenas se acuerda o quien simplemente no lo vivió, pero Teófila Martínez reivindica aquel proceso «como un triunfo de los vecinos de Cádiz», que reivindicaron la realización de un proyecto que, como el de Valladolid, considera «responsabilidad del Estado, como las circunvalaciones y otras infraestructuras». «No puede ser que haya dinero para tantas cosas y no para soterrar las vías del tren. No hay que pensar en poner parches, hay que afrontar el problema que nos impide hablar con el vecino de enfrente o que nos obliga a dar la vuelta al mundo para conocer aquello que tenemos delante», defendió con rotundidad Teófila Martínez, animando a persistir y a aunar voluntades a Jesús Julio Carnero.