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El fuerte viento y la lluvia impidieron ayer que los pilotos de Aena pudieran realizar el calibrado del Sistema de Aproximación Instrumental (ILS), que permite a las aeronaves comerciales poder aterrizar en las pistas del aeropuerto de Villanubla con reducida visibilidad.
La falta del calibrado ... de este equipo ha provocado en los últimos 15 días que algunos de los comandantes de las aeronaves comerciales, que operan en las instalaciones vallisoletanas, optasen por desviar su ruta final y aterrizar en otros aeropuertos más próximos, como el de Madrid-Barajas.
El pequeño avión, que tiene su base en Matacán, llegó este viernes por la mañana a Valladolid con la intención de realizar esta comprobación.
Sin embargo, las fuertes rachas de viento, que llegaron hasta los 69 kilómetros por hora, dificultaron este trabajo de precisión con el ILS.
El plan de vuelo previsto para este sábado contempla retomar, a partir de las 9:30 horas, esta operación con una avioneta bimotor B-350. De este modo, la base militar quedará abierta para realizarlo en coordinación con los pilotos calibradores civiles.
La comprobación técnica ha tenido que ser pospuesta hace más de 15 días, porque además de las nieblas y el temporal se sumó el hecho de que el avión del Ejército del Aire, que debía realizar el calibrado, coincidió también que tenía de pasar su propia inspección al haber vencido su periodo de servicio.
Esta 'ITV' de alto nivel que requiere el avión del Centro Cartográfico y Fotográfico del Ministerio de Defensa, de fabricación norteamericana y la empresa Cessna Citation, se ha demorado por su complejidad técnica.
El avión militar que no lo pudo hacer tiene su base en las instalaciones madrileñas de Cuatro Vientos. Ante esta circunstancia, el Ejército del Aire optó por pedir la colaboración de Aena que es quien, finalmente, ha aportado el avión.
El aparato de navegación ILS se encuentra en medio de la pista de Villanubla, y permite a los aviones con cero visibilidad de techo y vertical llegar hasta el final de la zona de aterrizaje. Su coste en el 2007 supuso más de 13 millones de euros.
De esta forma, el sistema ILS facilita en situaciones meteorológicas adversas el aterrizaje en la línea central de la pista, de modo que el avión hace el recorrido con plena seguridad.
La falta de calibración del equipo fue motivo para que tanto los suboficiales de Villanubla, que vigilan desde la torre de control la operatividad de los aterrizajes y despegues de aviones comerciales, como el jefe de la base, coronel Félix Manjón, hayan venido indicando a los pilotos comerciales, en su aproximación al aeropuerto, que en caso de circunstancias adversas, como la niebla, no se les daría permiso para entrar en la pista de Valladolid.
«Los vallisoletanos y castellanoleoneses merecen la máxima seguridad y no podemos permitir que se corra un riesgo, porque el ILS no esté a pleno funcionamiento. Los controladores no van a autorizar el aterrizaje sin estar en condiciones seguras, ya que de hacerlo podrían incurrir en una grave negligencia. Si la visibilidad está por debajo de los mínimos de operatividad no se va a hacer», justificó el coronel Manjón, que recordó que esta ausencia de condiciones técnicas del ILS también está afectando a los pilotos militares de Villanubla, que utilizan las avionetas Bonanzas. El tiempo para el calibrado debe realizarse con estos aviones especializados, y comporta unas cuatro horas en las que se hace un guiado electrónico con un equipo GPS de alta precisión.
Tanto el personal de la base militar como el civil están intentando dar una solución lo antes posible, para que no incida en el periodo vacacional navideño, que se inicia este fin de semana.
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