Cinco jóvenes vallisoletanos renuncian a pasar la Nochevieja con sus amigos. El Norte

El temor a contagiarse lleva a la reventa de entradas a última hora

Cinco jóvenes vallisoletanos renuncian a celebrar el fin de año con sus amigos y lo pasarán en casa tras el aumento de casos

Berta Pontes

Valladolid

Miércoles, 29 de diciembre 2021, 07:13

Los cotillones de Nochevieja se esperaban con ganas por los vallisoletanos cuando la pandemia parecía estancada. Allá por noviembre, muchos de los organizadores colgaban el cartel de 'todo vendido' y los que no tenían entrada se lanzaban a solicitarla por las redes. Pero la ... aparición de la variante ómicron y el brusco incremento de casos vivido durante las últimas dos semanas han llevado a cientos de jóvenes a revender sus tickets por temor a contagiarse de coronavirus y poner en riesgo a sus familiares. «La situación ahora mismo no es la mejor y creo que lo mejor es no correr riesgos, pero estamos a la espera de que nos ofrezcan una solución porque no nos devuelven el dinero de la entrada», explica Leonor Herguedas. Esta joven de 25 años ha cambiado sus planes a última hora y, junto a las amigas que iban a acompañarla para despedir el año, ha decidido vender su entrada y quedarse en casa con su familia. «Me quedaré en casa, como casi todo el mundo, porque no tengo ganas de contagiarme y pegárselo a nadie», precisa.

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Con su grupo de amigas de toda la vida, Lucía García y sus amigas compraron las entradas para uno de los siete cotillones autorizados en Valladolid a principio de diciembre. Pero una de ellas está confinada y otras dos han sido contacto de un positivo y en Nochebuena no han podido visitar a su familia. Por ello, ahora quieren pasar la Nochevieja «tranquilas y en familia». «Consideramos que lo más responsable es no ir porque no confiamos en que se vayan a tomar todas las medidas de seguridad para evitar contagios», explica la joven.

También con su grupo de amigos, un total de seis, pensaba acudir el vallisoletano de 25 años, Mateo Muñoz, a la fiesta de fin de año, pero la prudencia les ha llevado a cancelar su presencia en el evento. «Teníamos ganas de ir y las entradas llevan compradas casi un mes, justo antes de que estallara todo», precisa. Él, personalmente, asegura que su contrato de trabajo finaliza el próximo 13 de enero y no quiere perder la oportunidad de ser renovado. «No tengo miedo de ponerme malo, pero sí de las consecuencias que tiene coger el virus ahora. Prefiero ser responsable, no correr riesgos y poder seguir trabajando para no poner en peligro mi renovación», confiesa alarmado por la «cantidad de contagios que está habiendo alrededor de todos». Su plan ahora es diferente, «que no peor», pues permanecerá en su domicilio con su familia y su novia.

«Prefiero no correr riesgos y me quedaré en casa con mi familia»

«Hemos decidido no ir al cotillón porque la situación es complicada ahora mismo»

«No quiero perder la oportunidad de trabajar por salir una noche y contagiarme»

Otro grupo de jóvenes vallisoletanos que han tenido que cambiar sus planes a última hora por culpa del coronavirus es el de María Basterra y sus amigos. Ellos tenían entradas para una fiesta de fin de año en un conocido local de Valladolid, pero el contagio de contactos estrechos y de algunos miembros del grupo les ha llevado a tomar la decisión de no acudir a la fiesta. «Yo ya tenía dudas de si acudir o no al cotillón porque veía que las cosas se estaban complicando», reconoce. La responsabilidad ha pasado a un primer plano y María pasará el resto de las fiestas navideñas, así como la Nochevieja, en casa con su familia. «Estaré con mis padres y hermanos y me tomaré una copa con ellos, ahora no queda otra opción».

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«Dos amigas han dado positivo y nos vamos a quedar en casa en Nochevieja»

Lucía García, 27 años

«Da rabia pasar otra Nochevieja así pero este año prefiero ser responsable»

La rabia y la responsabilidad se enfrentan en la mayoría de los jóvenes, como es el caso de Laura San José .Esta vallisoletana de 24 años asegura que cuando cogió la entrada con una amiga la situación estaba mucho más calmada. «Ahora han subido mucho los casos y al vivir con mis padres no me quiero arriesgar a contagiarles. Ademas, nos toca cuidar a mi abuela muchas veces y prefiero tener cuidado», reconoce. En su pensamiento están sus familiares y pasará con ellos la última noche de 2021. «Si cojo el virus (que ya lo tuve en julio) que sea por tener mala suerte y no por ir a un sitio de fiesta donde va a haber mucha gente y las probabilidades aumentan. Da rabia pasar otra nochevieja así pero prefiero ser responsable», concluye.

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