'Tardevieja' a medio gas en Valladolid para despedir el segundo año de pandemia

Lucía, Paula y María brindaban con sus cervezas mientras esperaban a una cuarta amiga con la que pasarían esa tarde. «Estamos en la terraza porque consideramos que es seguro y que tiene menos peligro que salir por la noche», explicaba Paula. Su plan de esta noche consistirá en «cenar en familia y beber un poco en casa, pero nada especial porque no está la situación para mucha fiesta», reconocían.

Junto a ellas, pero a dos mesas de separación, un grupo de nueve chicas también brindaba y se alegraban «de poder estar juntas». La tarde era su franja horaria elegida para verse este fin de año y explicaban que habían cancelado su asistencia a los cotillones para los que tenían entrada «por miedo a coger el virus». Como plan alternativo «y poco deseado, pero es lo que toca», se quedarán en casa. «Pero ya celebraremos cuando podamos como sabemos, que tenemos ganas de que esto pase y poder volver a juntarnos en condiciones», precisaba una de ellas.

También en la zona de la plaza de Coca, Jesús Mata, del bar La Tuba, explicaba que «parece que la gente no tiene casa, no se quieren ir y llevan aquí toda la tarde». Pero la mayor parte de los asistentes a la 'tardevieja' eran jóvenes. «Se ve que la gente más mayor, de cuarenta y muchos, ha decidido no salir este año por cómo está la situación. A su paso por una mesa, una joven le solicitaba una botella de champán y le pedía que la descorchase. Dicho y hecho. Jesús se aseguraba que ni una sola gota del espumoso se desperdiciase y tras servirlo las chicas chocaban sus copas y se felicitaban el año.

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Saliendo de Coca el ambiente estaba más relajado y en bares como The Bowie se veían varias mesas libres en la terraza. Dentro de los bares apenas se veía gente y eran muchos los que explicaban que para no correr riesgos era preferible estar fuera. Con un alto porcentaje de la población confinada, la zona de la Catedral no mostraba su ambiente habitual y las mesas vacías protagonizaban la tarde. Lo mismo ocurría en Cantarranas, donde muchos de los bares bajaban sus persianas pasadas las siete de la tarde.

Sin gorros, confeti ni otros elementos característicos de la Nochevieja y que otros años son protagonistas en las terrazas de Valladolid, la capital ha vivido una tarde tranquila y sin apenas ambiente festivo, a excepción, como muchas otras veces, de la plaza de Coca.