Las tapas se sientan a la mesa

Los hosteleros de Valladolid acumulan décadas de esfuerzo para innovar y modernizar sus tapas. Los concursos provincial y nacional de pinchos avalan que la ciudad del Pisuerga haya escalado muchos puestos hasta lograr que sus barras sean tan atractivas como las de San Sebastián -con perdón y salvando las distancias-, ciudad en la que siempre se han mirado muchos hosteleros vallisoletanos.

También lo corrobora el triunfo de la hostelería vallisoletana como ciudad de tapas tanto en Madrid Fusión como en San Sebastián Gastronomika, los dos encuentros de gastronomía más importantes del mundo. Pero llegó el coronavirus para trastocar todo lo cotidiano, entre otras cosas esa costumbre tan española de socializar en los bares.

Parece que el uso de muchas de las barras de los bares y restaurantes se restringirá a corto plazo, al menos tal y como las conocíamos hasta el 13 de marzo. Aunque con el tiempo y la superación definitiva de la pandemia volverán a ser lo que eran.

Mientras se espera la llegada de la fase 3, quizás el próximo lunes, 15 de junio, y se camina hacia la llamada nueva normalidad, prevista para el 21 del mismo mes, no habrá codazos en la barras. En primer lugar, porque los propios hosteleros están comprobando que sus clientes se sienten muy cómodos y seguros sentados en las mesas. Y, además, porque la distancia mínima de seguridad entre las personas será de dos metros en la fase 3, y de metro y medio hasta que se recobre una verdadera normalidad, lo que impedirá a muchos empresarios sacarle el máximo provecho a sus barras por su tamaño.

El Pinchín, un pequeño establecimiento de Parquesol, abrió sus puertas el martes con la barra anulada y sus mesas a la distancia exigida, donde los clientes consumen raciones y tapas. Han organizado dos turnos de comidas y cenas y, por el momento, seguirán de esta forma en la fase 3 porque «los clientes están encantados» y no tienen mucho espacio, según señala María Romo, propietaria de un bar y restaurante que cuenta también con cuatro mesas altas en la terraza.

Otro clásico del mismo barrio, La Solera Berciana, ha elegido la misma opción mientras llega la fase 3 porque tiene más espacio en su interior. Para que los clientes no muevan las mesas, sin pedir permiso al hostelero, han puesto señales en el suelo. Toño Alfayate explica que abrieron el lunes y todavía no sabe que hará el día 15 con la barra. Ambos negocios han sumado más mesas en sus terrazas.

Uno de los locales de más prestigio por sus tapas, el restaurante Los Zagales, abrirá su barra el próximo lunes garantizando la máxima seguridad a sus clientes, según confirma Antonio González. Por el momento, ha ocupado el espacio de la barra con mesas. La barra estará operativa el lunes, si Valladolid y Castilla y León pasan a fase 3. De momento las tapas se toman en las mesas, al igual que el resto de la carta. «Se puede topar una tapa en el comedor y una ensalada en la zona de la barra; somos flexibles», afirma el hostelero.