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El susto pudo haber sido mucho mayor, ya que llegó a pensarse que se trataba de un arma de fuego. De hecho, incluso hubo aulas de la Facultad de Educación y Trabajo Social que este lunes por la mañana estuvieron aisladas durante unos minutos como ... medida de prevención, ante la incertidumbre y la inquietud sobre lo que estaba sucediendo en los pasillos de la universidad.
Entre alumnado y profesorado circulaba el rumor de que había una mujer en la sala de estudios de la facultad que tenía una pistola, por lo que se alertó inmediatamente a la Policía. Eran las diez y cuarto de la mañana y la mayoría de los estudiantes estaban en clase. «Nos ha comentado la profesora que había una chica con una pistola y habían llamado a la Policía; nos quedamos dentro de clase hasta que pasó todo, pero no nos informaron más», afirmaba un joven, que vivió en primera persona lo ocurrido.
De «cosa sin importancia» lo calificaron en la conserjería de la facultad, que no quisieron hacer más aclaraciones al respecto. Lo cierto es que en torno a las 10:20 horas de este lunes, la Policía Nacional recibió una llamada en la que se requería su presencia en el paseo de Belén de la capital vallisoletana porque, efectivamente, una persona portaba un arma en el interior de la universidad.
Pero nada más lejos de la realidad. A su llegada, los agentes comprobaron cómo predominaba la normalidad tanto en los pasillos de Trabajo Social como en las aulas. Nada de revuelo. Inmediamente localizaron a la persona en cuestión, que sí llevaba un arma, como habían recibido en el aviso, pero se trataba de una pistola simulada que iba a ser utilizada para una clase práctica de la universidad.
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