La suspensión de la actividad indigna a los colectivos perjudicados por la restricción

En el centro de la ciudad se encuentra desde hace décadas el bar El Largo Adiós, donde trabaja José Luis Castrillón. Hermano del dueño y camarero del establecimiento, destacó que «nosotros somos los primeros en entender que la situación es complicada, pero por lo que hemos comprobado el cierre de la hostelería no es la solución para frenar al virus. Se ha elegido la salud frente a la economía y al final no vamos a tener ni salud ni economía». Desde el sector se destaca que «la hostelería no es el problema, sino parte de la solución».

Las restricciones también afectan a los propietarios de los centros deportivos, como el CDO de Paco de la Fuente, quien explicó que «la desesperación es total, porque lo estábamos haciendo bien y no ha habido contagios». Desde estas instalaciones apuntó que «tenemos la moral tocada porque hemos hecho una gran inversión económica, hemos tomado muchas medidas y se ha conseguido que los usuarios también sean responsables».

Las grandes superficies comerciales tendrán que cerrar y no entienden que se les haya «situado en el foco cuando no ha habido ningún contagio en nuestras dependencias», según aseguró Ángel Bingo, secretario general de ANGED(Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución). A su juicio,«no es justo que estas medidas se dirijan a nuestras instalaciones porque todavía estamos saliendo del bache del primer confinamiento».

Ahora y de cara al futuro, todos los sectores afectados confían en que el cierre sea únicamente durante 14 días y se pueda recuperar la normalidad.