Suscriptores fieles a El Norte y a la cultura

Este martes, una veintena de fieles lectores de El Norte, tuvieron la oportunidad de sumergirse en el mundo del arte y la historia, través de las piezas que componen la colección del Museo Nacional de Escultura. Tal y como les explicó Ángel Ortiz, director del diario, en su bienvenida al museo, se trató de un gesto de agradecimiento hacia aquellos que están con nosotros en cada noticia y en cada página.

Fue Laura Souto Paz, Técnico del Museo, la encargada de guiar a este grupo y de hacer que disfrutara de una experiencia cultural única. Arrancó la visita frente a la imponente fachada, una obra maestra arquitectónica que por sí sola, encapsula la belleza del lugar. En la primera sala los suscriptores pudieron admirar obras del siglo XV, época en la que Castilla era considerada como el mejor laboratorio de las artes. En las diferentes obras allí expuestas se apreciaba la confluencia de gustos y estilos, así como las influencias del gótico de otras procedencias. La pieza 001 del museo acaparó atención de todos. Una Piedad Germánica que durante años estuvo relegada en los almacenes del museo y que representa una sufriente virgen, casi niña, que sostiene el cuerpo del agónico cristo. Una obra de principios del XV que procede del Monasterio de San Benito el Real.

En el viaje de una sala a otra, los participantes de esta cita cultural pudieron contemplar el gran patio central del Colegio de San Gregorio, de planta cuadrada y a dos alturas, que destaca, sobre todo, por el trabajo plateresco de su decoración y su excelente estado de conservación.

Otra de las obras más destacadas de las que se visitaron, fue el retablo de San Benito, de Alonso Berruguete, de madera policromada y óleo sobre tabla. Esta obra, que tiene una envergadura de 14 metros, está fraccionada en diferentes cuerpos para poder ser contemplada en toda su magnificencia. En ella se aprecia un lenguaje manierista y con claras influencias italianas. También la sillería de San Benito llamó la atención de todos. Se trata de «un mueble litúrgico con función propagandística»-según explicó la guía-realizado en el siglo XVI en nogal y con elementos de madera de boj.

Durante el recorrido, los suscriptores tuvieron la oportunidad de descubrir otras muchas grandiosas piezas, como el conjunto del Entierro de Cristo, en el que Juan de Juni crea un nuevo lenguaje rompiendo la cuarta pared, al representar a José de Arimatea dirigiéndose al espectador. También el Cristo Yacente de Gregorio Fernández, una pieza magistral del naturalismo castellano, realizada en madera policromada, con asta, vidrio, corcho y marfil. La Magdalena Penitente de Pedro de Mena, también ocupó un lugar destacado en esta visita, igual que la escalera monumental en piedra, que aúna a la perfección los tres estilos de la época, el gótico, el mudéjar y el renacentista. «Ha sido una visita muy enriquecedora en la que he aprendido muchísimo. Lo que más me ha gustado es el patio, que está muy bien conservado. Me han llamado de forma muy especial las gárgolas, que están enfundadas para protegerlas», señaló Jesús Bermejo, suscriptor de On+ desde hace 5 años, los mismos que Belén del Hoyo. «Yo he venido muchas veces al Museo de Escultura pero nunca es suficiente y siempre es interesante», apuntó. Juan Carlos Poveda hace un año que se suscribió a On+ y también disfrutó a lo grande. «Me parece interesantísimo que El Norte organice visitas para sus lectores a los lugares más icónicos de Valladolid. Estaré atento para las siguientes actividades porque me ha encantado», afirmó.

Este recorrido por obras maestras resultó ser una inmersión en la historia y evolución del arte escultórico en Castilla, además de una muestra más del compromiso de El Norte con sus lectores y de un vínculo que va más allá de las noticias.