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Una ciudad más sucia. La falta de limpieza de los espacios públicos adquiere categoría de problema de envergadura para una parte de los vecinos de Valladolid, que la sitúan por delante del tráfico, de las aceras y calles en mal estado y de la inseguridad ciudadana. Solo un clásico, el paro, supera en la clasificación de preocupaciones de los vallisoletanos a la falta de limpieza de la ciudad. Esa es la respuesta que dan los ciudadanos cuando se les pregunta cuáles son el primer y el segundo problema que consideran que tiene Valladolid.
La encuesta sociopolítica elaborada por GAD3 para El Norte de Castilla mantiene el desempleo a la cabeza de las inquietudes de los ciudadanos, siendo calificado como primer problema por el 25,5%, y como segundo por el 7%. Ese porcentaje total del 32,4% se sitúa, no obstantes, muy lejos del 60% que aupaba el paro a la cima de las preocupaciones de los vallisoletanos en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas de hace cuatro años, en la primavera de 2015.
El paro se sitúa como la inquietud que más teme uno de cada tres ciudadanos, en una provincia en la que el último dato de desempleo registrado, el del mes de febrero, contabiliza 31.817 personas en busca de un trabajo y 214.505 afiliados a la Seguridad Social. Ambas cifras se acercan a las de épocas en las que el mercado laboral gozaba de un saludable vigor, allá por el 2008, año que Valladolid cerró con 30.981 desempleados y 217.546 cotizantes a la Seguridad Social. El nivel actual de parados marca distancia con el que devuelve el retrovisor si se enfoca a mayo de 2015. Había 42.700 vallisoletanos en busca de un empleo.
Un rosario de cuestiones ciudadanas vinculadas a los servicios públicos se sitúan inmediatamente después del desempleo en el listado de preocupaciones que transmiten los encuestados. Los primeros, la limpieza, el tráfico y la situación de calles y aceras, de ámbito claramente municipal. Dependen del Ayuntamiento. El Servicio de Limpieza es competencia de la concejala María Sánchez, de Valladolid Toma la Palabra; el tráfico, del socialista Luis Vélez; y aceras y calles dependen de Urbanismo, área que dirige Manuel Saravia, cabeza de lista de Valladolid Toma la Palabra y teniente de alcalde en el gobierno de coalición que preside Óscar Puente. Los tres asuntos, sobre todo la limpieza de las calles y el tráfico, con el cierre a los vehículos privados del centro de la ciudad los días de elevada contaminación, han centrado las críticas de los grupos de la oposición.
La encuesta elaborada por GAD3 para El Norte de Castilla analiza la valoración de la gestión del Ayuntamiento de Valladolid, de la Junta de Castilla y León y del Gobierno de la nación, además de abordar el grado de conocimiento y la puntuación que los ciudadanos atribuyen a los dirigentes municipales y a los autonómicos que concurrirán como cabezas de cartel a las elecciones del 26 de mayo. La edición impresa de mañana, domingo 17 de marzo, publicará esa parte del trabajo demoscópico, junto con la intención de voto y su proyección en el reparto de concejales en el consistorio vallisoletano.
En sexto lugar del ránking de preocupaciones de los ciudadanos se sitúan las infraestructuras, donde las competencias se reparten entre responsables estatales, autonómicos y municipales en una legislatura marcada por el carpetazo al soterramiento ferroviario tras años de promesas incumplidas y una deuda de 400 millones saldada finalmente por el Ministerio de Fomento. O dos conexiones básicas para la capital que siguen sin ser autovía: la N-601, hacia León, y la N-122 hacia Soria, Aragón y Cataluña. Los presupuestos estatales han castigado estas infraestructuras, convertidas en demandas históricas, con partidas testimoniales los últimos años. Para pagar informes, no para acometer lo que queda de obra.
La Sanidad, competencia de la Junta, es considerada un gran problema por el 6,8% de los encuestados; seguida de la falta de aparcamientos o la comunicación por autobús, que se mueven en porcentajes similares. La situación económica de la ciudad, la crispación política y el envejecimiento cierran los doce primeros puestos de preocupaciones de los vallisoletanos. Ya después, en porcentajes que no alcanzan el 3%, los encuestados enumeran los impuestos municipales, la corrupción, la vivienda, la despoblación, los lugares de ocio y la recogida de basuras. Un 7,9% considera queValladolid no tiene ningún problema catalogado como grave.
Las preocupaciones que muestran los encuestados se han vuelto más prácticas y directas de cuatro años a esta parte. En 2015, tras el paro situaron la corrupción y a los políticos. Había que esperar al cuarto problema para llegar a los servicios municipales englobados bajo la denominación del mantenimiento de la ciudad. Cuando los participantes abordan la valoración general de la ciudad en la que viven, dos de cada tres aseguran que están bastante o muy satisfechos frente a un tercio que está poco o nada satisfecho. El perfil de los que ponen a Valladolid un notable o un sobresaliente es el de una mujer, de 19 a 29 años, votante de izquierdas, con estudios universitarios y funcionaria o ama de casa. El retrato robot del encuestado que suspende en valoración a la ciudad describe a un hombre, de 45 a 64 años, que se declara simpatizante del PP o de Cs, con estudios básicos o secundarios y que es autónomo o trabajador por cuenta ajena.
Los participantes en la encuesta de GAD3 abordan la evolución de Valladolid con el socialista Óscar Puente como regidor. El 37,8% responde que la ciudad sigue igual que cuando traspasó el bastón de alcalde Javier León de la Riva, frente a 60,4% que cree que ha cambiado. De este porcentaje, el 32,1% opina que ha mejorado, mientras que el 28,3% afirma que Valladolid ha ido a peor. Un 1,8% no sabe o no contesta.
Los jóvenes que tienen entre 18 y 29 años son los que mejor valoran la gestión de los cuatros años de Óscar Puente. Cuatro de cada diez consideran que Valladolid está mejor que hace cuatro años. El siguiente tramo de edad que constata una evolución positiva de la ciudad es el de los jubilados, con un 32% de encuestados mayores de 65 años que apuntan esa mejoría. Los participantes de 30 a 44 años son los más críticos al enjuiciar la evolución de Valladolid entre mayo de 2015 y el momento actual. El 36% considera que la ciudad está peor.
La intención de voto de los participantes en la encuesta no depara sorpresas. Los que se definen votantes de PSOE, Podemos e IU constatan una mejora clara de la ciudad. La opción opuesta la lideran los que declaran su intención de votar al PP y a VOX. Los de Cs, en un 57%, mayoritariamente consideran que no ha habido cambios entre la foto de la ciudad que dejó Javier León de la Riva y la instantánea que firma Óscar Puente.
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