Bloque donde residía Roberto Medina, hallado muerto este martes. Rodrigo jiménez

«Solitario y poco hablador», así retratan al vecino que llevaba dos meses muerto en San Juan

Roberto Medina, de 78 años, residía solo y su familia llevaba semanas preocupada al no dar con su paradero

Sofía Fernández

Valladolid

Miércoles, 1 de marzo 2023, 14:31

Dicen de él sus vecinos que no era un hombre muy hablador, que prácticamente no entablaba conversación en los momentos que coincidían en las zonas comunes. Poco saben de Roberto Medina, el hombre de 78 años que fue hallado muerto este martes en su domicilio, ... ubicado en el 21 la calle Renedo, donde residía solo.

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Allí son pocos los vecinos (unos cinco) que residen en el humilde bloque de tres alturas del barrio de San Juan. «Llevaría aquí viviendo unos 10 años o más y la verdad que poco más te podemos decir, con la covid se ha perdido mucho trato con la gente y apenas hablaba con los demás, eso sí tampoco se metía con nadie», dice un jubilado con la mascarilla puesta que baja del primer piso.

«Al final piensas que no has coincidido con él y no le das más importancia», dicen los vecinos

No saben a qué había dedicado su vida, ni en qué empleaba su tiempo libre, lo que sí saben es que nunca le veían en compañía. «Comía fuera todos los días y poco más», explica el vecino de avanzada edad que rehúsa dar su nombre.

Aseguran los vecinos que hace semanas que no le veían, «puede que más, al final piensas que no has coincidido con él y punto no le das más importancia y no te vas a imaginar que esté muerto», relata un hombre de unos 40 años que también vive en la primera planta.

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Familiares «en shock»

«Él era muy independiente, hacía su vida y nos veíamos cada mes pero dejamos de saber de él a mediado de diciembre cuando fue su cumpleaños», dice la sobrina pequeña de Roberto. Varios familiares (él era el segundo de siete hermanos) viven cerca de su vivienda y al encadenar semanas sin saber de él, la preocupación se hizo más intensa hace un mes.

Pasaban por el bloque, llamaban al telefonillo y nadie respondía, intentaron llamar a los vecinos pero tampoco hubo suerte en varia ocasiones en las que se pasaron por el inmueble. No veían movimiento alguno en las persianas del tercero, donde residía de alquiler Roberto. «Tampoco le veíamos por el barrio y hemos estado bastante preocupados, mi tío no tenía teléfono desde septiembre y tampoco teníamos las llaves de su casa», explica su entorno familiar.

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«Estamos en shock y muy tristes por lo ocurrido, porque se preocupaba de los suyos y nosotros de él», dicen sus familiares

Con la creciente sensación de que algo malo le había ocurrido, a principios de la semana pasada una de las hermanas de Roberto pasó preocupada por el portal y preguntó por él. Llamó a la puerta pero no hubo respuesta y le dejó una nota pillada en la puerta. Roberto nunca pudo leer el contenido que venía a decir que estaban muy preocupados por él y que, por favor, se pusiera en contacto con ellos.

Este lunes, la nota seguía en el mismo sitio, en la jamba de la puerta, donde la hermana de Roberto había dejado la carta. «Entonces decidimos llamar a la Policía y fue cuando nos enteramos de que había muerto, estamos en shock y muy tristes por lo ocurrido, porque se preocupaba de los suyos y nosotros de él», aclara la sobrina.

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Causas naturales

Sobre las ocho de la tarde, Policía Local, Bomberos y Policía Nacional accedieron finalmente al inmueble del vecino. «Nos han dicho que todo apunta a una muerte natural y que por el estado en el que estaba el cuerpo podría haber fallecido en enero», dice con notable pesar su sobrina, que recuerda a Roberto como una persona «independiente pero cercana cuando estaba con nosotros».

Ante el dispositivo desplegado (cortaron la calle durante al menos media hora) «se formó bastante revuelo», dice un matrimonio de fruteros donde solía comprar Roberto. Retratan a un hombre mayor y solitario, »era muy puntual que se reuniera con la familia y cuando eso pasaba venía a comprar dulces a los sobrinos, pero en Navidad y poco más», señala la dependienta, quien lamenta la muerte del vecino.

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El cuerpo de Roberto permanece en el Instituto Anatómico Forense de Valladolid y la familia está a la espera para poder enterrarlo. Es el tercer hallazgo, en apenas un mes, de una persona que vive sola y cuyo fallecimiento trasciende días, semanas o meses después. De hecho, hace dos semanas, el pasado 13 de febrero, fue localizado el cuerpo sin vida y en avanzado estado de descomposición de un hombre septuagenario en su vivienda de la avenida Reyes Católicos de la capital vallisoletana. Además, el 27 de enero, viernes, una mujer cuya desaparición se había denunciado fue hallada muerta en el interior de un piso tapiado en el número 1 de la calle Azorín, en el barrio de Vadillos.

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