La «solitaria» muerte de Fernando en su vivienda de Reyes Católicos

Un inmueble en el que este domingo tuvieron que intervenir la Policía Nacional, Bomberos y el servicio forense del Instituto de Medicina Legal de Valladolid tras el hallazgo del cadáver de Fernando Diaza Álvarez, de 70 años. «Debía estar en un gran estado de descomposición», apuntan los vecinos tras conocer este domingo la noticia.

Porque de Fernando sabían muy poco las personas que compartían puerta con él en un inmueble de tres alturas y ocho viviendas en total. «Lo que conocíamos de él es que se divorció, que tiene dos hijos y que vivía de una pensión, pues le jubilaron cuando era muy joven. No sabíamos ni en qué trabajo», recalcan a la puerta del número 27 tras reconocer que llevaban mucho tiempo sin saber de él. «En las reuniones de vecinos siempre incidía en que le costaba hacer frente a los pagos mensuales de la comunidad», añaden.

A pesar de que aún no ha trascendido el tiempo que llevaba fallecido en su domicilio Fernando Diaza, miembros de la intervención afirman que el cuerpo «ya había empezado a descomponerse, aunque tiene que ser la autopsia la que determine cuánto tiempo llevaba fallecido en su domicilio», añaden.

Una actuación que se originó tras el aviso de un familiar de Fernando este domingo por la mañana, «tras acumular varios días sin saber de él». Un aviso que no pasó por el sistema de emergencias del 112, ya que se alertó inicialmente a la Policía Nacional de Valladolid sobre las 11:20 horas. Tras no poder acceder al domicilio y al no dar respuesta el inquilino, los agentes se pusieron en contacto con el Servicio de Extinción de Incendios de la capital, que se personó en el domicilio del finado.

Una incursión que se completó con una autoescala a pesar de ser un bajo y que facilitó que las ventanas fueran correderas. A partir de ese momento, la Policía Nacional cerró la investigación al comprobar que no había signos de violencia y que la muerte fue por causas naturales.

Lo que descartan fuentes de la investigación es que el cuerpo haya iniciado el proceso de momificación. Un hecho que ya vivió la capital a finales de noviembre tras el hallazgo de Antonio Torralba, cinco años fallecido en su domicilio de la calle Bailarín Vicente Escudero. Un descubrimiento que se completó cuando una familia intentaba okupar el domicilio de Torralba.

Al igual que Torralba, Fernando Diaza falleció en soledad y sin que prácticamente sus vecinos supieran algo de él. «Dan mucha pena estos casos de muerte en soledad», concluyen.