Ola solidaria en Twitter en apoyo al restaurante Niza tras recibir numerosos mensajes de odio

Según relatan el restaurante en su perfil de Twitter, todo empezó con un bulo publicado en un foro. El mensaje explicaba que el local reclama a sus clientes comer con la mascarilla puesta, haciendo uso de ella en todo momento excepto para llevarse la comida a la boca. El perfil que publicó este mensaje no muestra el nombre real ni la foto de la persona detrás del texto. De ahí, pasó a Twitter y de ello, al ciberacoso.

La citada red social se llenó de una retahíla de mensajes ofensivos que en ocasiones incluían expresiones homofóbicas. La mayoría de ellos, casi todos, estaban remitidos desde perfiles anónimos, algo que utilizan en su beneficio para publicar este tipo de mensajes. «No acudir al Niza de Valladolid... Qué por otro lado está lleno de pierdeaceites», publicaba uno de estos perfiles. Un simple vistazo a las cuentas de estos individuos basta para ver que además se trata de personas que niegan la existencia de una pandemia de coronavirus.

Otros tuits pasaban las líneas e iban más allá con mensajes que animaban a «dejarle un recuerdo al Niza» o que calificaban el restaurante como «campo de concentración». De nuevo, desde cuentas anónimas.

El odio de Twitter se ha trasladado a Google, donde afloran las críticas negativas al establecimiento. Incluso algunas se han publicado este sábado 1 de enero, cuando el establecimiento está cerrado. A pesar de los usuarios que han acudido en masa a reseñar el restaurante con una estrella, este aún se mantiene con una nota de 4,6 sobre cinco, lo que denota la complacencia de los clientes con el trato y la comida recibidos allí.

El apoyo también se ha trasladado a Twitter, donde se ha formado una ola solidaria en apoyo al resaturante frente a estos comentarios difamatorios enarbolado por figuras públicas de la ciudad, como el concejal de Deportes y Participación Ciudadana de Valladolid, Alberto Bustos o también Ignacio Rosell, que bien conoce lo que es recibir críticas sin fundamento en Twitter. Y también los clientes, aquellos que sí han estado dentro del restaurante y saben cómo funciona y conoce la realidad que hay detrás de estos bulos.