El solar del chalé inacabado de Parquesol acogerá 24 apartamentos para mayores en Valladolid

Fuentes de la Concejalía de Planeamiento Urbanístico confirmaron ayer que los técnicos de este departamento están abordando en este momento el proceso de «normalización de fincas» previo a conceder las preceptivas licencias. «Se les ha comunicado que hagan algunas correcciones y se ha solicitado información complementaria, pero está en marcha», explican en el área que gestiona el primer teniente de alcalde, Manuel Saravia, principal artífice de que esta casa inconclusa, un riesgo en vía pública, terminara en escombros.

Los dueños han dado un giro radical a sus primeros planes. En octubre de 2016, antes de su derribo, se avanzaba la intención de enclavar en este terreno un complejo hostelero con restaurante, terraza y salas para reuniones. El lugar era ideal para esta actividad al situarse en un gran parque, el de los Almendros, y contar con unas espectaculares vistas desde el barrio alto de la capital.

Sin embargo, un lustro después y tras los avatares que ha sufrido el sector de la hostelería a causa de la pandemia, Gatronoteca ha optado por otro negocio al alza en Valladolid:el de los alojamientos para personas de edad avanzada. Así, en el proyecto figura la edificación de un inmueble de nueva planta con capacidad para albergar 24 pisos tutelados, es decir con asistencia especializada para sus inquilinos o propietarios y con servicios comunes. Esta fórmula ya ha tenido buen encaje en Valladolid con las dos promociones que la cooperativa Allegra Magna ha desarrollado en la plaza del Ejército (todo vendido) y con el bloque que ahora levanta en el antiguo convento de San Quirce y Santa Julita, en el que los 73 apartamentos ya tienen dueño antes de su finalización.

Las parcela del antiguo chalé de Antonio Alfonso tiene una superficie de 7.530 metros cuadrados y está recogida en el PGOU como espacio dotacional. La edificabilidad alcanza los 2.000 metros cuadrados frente a los 600 con los que contaba la extinta casa del promotor que da nombre a esta zona. De aquella estructura, aún se mantienen en pie la plaforma-mirador en la que se asentaba el inmueble, incluidas las escaleras de acceso al que iba a ser el jardín, así como los antiguos muros de contención.