Valladolid Motor Vintage
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El sol y el público acompañan a la décima edición de Valladolid Motor VintageCuando Radio Futura dio a conocer su éxito 'Escuela de calor', su letra y sus acordes sonaron en las radios de unos cuantos de los más de 500 coches expuestos en Valladolid Motor Vintage. Fue en 1984 cuando en los automóviles hoy llamados clásicos ... se cantaba aquello de «arde la calle al sol de Poniente». Las tribus quizás entonces se ocultaban; no este domingo, si así se considera a los amantes del motor antiguo que se reúnen en el pasillo central de la Acera de Recoletos, bajo un sol que no quema, sino que hace la jornada agradable.
La décima edición del encuentro que organiza El Norte de Castilla ha convertido el centro de la ciudad en una puerta al pasado, que atraviesan coches, motos o camiones procedentes de toda España y que cuentan con décadas de historia (por lo menos, tres, desde 1993). Asomados a sus asientos, tanto los aficionados como los curiosos podrán vislumbrar los tiempos en los que estas reliquias fueron construidas, y todo gracias al mimo de sus propietarios, que las han conservado como oro en paño y con el orgullo con el que cuentan a quienes se interesan por ello quién se lo vendió, de quién lo heredó o cuándo fue la última vez que tapizó los asientos traseros.
Y es que cada clásico encierra una historia, ya sea uno de tantos coches fabricados en Valladolid a los que esta mañana se les sacaba brillo para que relucieran ante los paisanos de la ciudad, que tantos automóviles ha visto salir de la fábrica de Renault ha visto, u otros con 'apellido' de fuera; los unos, que llaman la atención por su antigüedad, como sucede con el tractor Fordson de hace más de un siglo, o por su atractivo diseño, como pasa siempre con los Ferrari, Porsche o Jaguar, así como con 'cabras' como alguna que otra Harley Davidson de esas que con solo mirar permiten que uno se imagine con la melena al viento y la cinta en el pelo, mientras suena 'Born to be wild' y el sol se refleja en las gafas tintadas.
No en vano, los rayos y las buenas temperaturas han acompañado en esta mañana de domingo, una matinal de esas en las que permitir la imaginación volar mientras uno ve el interior de algún Jeep militar y piensa en Robert Duval apostado en la playa, como el teniente coronel Kilgore. El olor, en este caso, es el del pan recién hecho o el del vermú por servir, ese del que darán cuenta los miles de curiosos que pasean por una suerte de museo rodante, que se cita cada otoño en el entorno de la Acera de Recoletos con una tradición de la que, además, cada año disfrutan más los pequeños de la casa, acompañados de padres y abuelos, pero, sobre todo, de mucha historia.
Esos hijos y nietos pidieron descubrir cómo era hace años la automoción; hace décadas, e incluso más de un siglo, ya que, por ejemplo, volvieron a estar presentes un año más el Peugeot 172 Cuadrilate o el tractor Fordson, ya centenarios. Algunos años menos, pero igualmente exclusivos, son los Renault Williams, una edición especial considerada por los amantes de los coches casi como un unicornio, o deportivos como el Porsche 911 Carrera, otro de los modelos que más llaman la atención del público.
Esta décima edición de Valladolid Motor Vintage está organizada por El Norte de Castilla, cuenta con el patrocinio de Mapfre, Fundación Michelin, Lexus y Red ITV Itevelesa y con la colaboración de Coca-Cola y Rock on Wheels España
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