Un accidente laboral con baja cada hora y media en Valladolid, balance del último año

Los datos vienen a cuenta de la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se celebra cada 28 de abril desde hace algo más de dos décadas. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instauró esta efeméride en 2003 para «promover la prevención», en el marco de una campaña de sensibilización imprescindible dada «la magnitud del problema». El objetivo es reducir el número de muertes y lesiones ligadas a la actividad laboral, que en Castilla y León ocasionó 26.336 siniestros y nada menos que 38 fallecidos el ejercicio pasado.

Volviendo a las cifras de Valladolid, la estadística del Ministerio de Trabajo y Economía Social refleja que la siniestralidad general ha subido el 2,1% en comparación con 2022, si bien se ha producido un importante descenso del 14,9% en el número de accidentes graves –hubo siete menos– y del 20% en los mortales, al pasar de diez fallecidos a dos.

Por sectores, el grueso de las incidencias de 2023 ocurrió en las fábricas, con 1.294 siniestros laborales que suponen el 23% del total. Tras la industria manufacturera se situó la construcción, con 794 accidentes; seguida del comercio y reparación de vehículos a motor, que anotó 722; las actividades administrativas y de servicios auxiliares, con 546, y la sanidad y los servicios sociales, con 545. Como curiosidad, hubo cuatro áreas profesionales donde prácticamente no hubo que lamentar ningún percance: la industria extractiva (2); las inmobiliarias (3); el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (4), y las actividades financieras y de seguros (4).

El departamento de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, también ofrece el recuento de los accidentes in itinere, es decir, los que se producen de camino al puesto de trabajo o de regreso a casa. El año pasado ascendieron hasta los 824 en Valladolid (2.802 en el conjunto de la región), de los que lamentablemente dos tuvieron como resultado el fallecimiento del trabajador (13 en el conjunto de la comunidad autónoma).

Las cifras de lo que va de 2024 no resultan ni mucho menos alentadoras. El avance de datos que ofrece el ministerio, correspondiente a los meses de enero y febrero, anota 877 accidentes laborales en la provincia vallisoletana, con dos víctimas mortales. Una de ellas fue el hombre de 46 años, empleado de la empresa pública Somacyl, que falleció el pasado 4 de marzo en las obras de la red de calor de Villa del Prado, a raíz de un desprendimiento de tierra y hormigón que le sorprendió dentro de una zanja.

Las cifras de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo de la Junta, por su parte, abarcan el conjunto del primer trimestre pero no tienen desglose provincial. Contabilizan doce accidentes mortales en Castilla y León en el periodo enero-marzo, de los que ocho se debieron a infartos, dos fueron accidentes de tráfico y otros dos «aplastamientos», el citado por la caída de un muro y uno más causado por un árbol.