Joyería Miguel Ángel, donde tuvo lugar el atraco en la calle Mantería de Valladolid. A. Mingueza

Sucesos en Valladolid

Siguen fugados los tres enmascarados que asaltaron una joyería: así fue el atraco exprés

Los tres encapuchados emplearon menos de dos minutos en entrar al local, romper las vitrinas y huir por diferentes calles con sacos

Álvaro Muñoz

Valladolid

Martes, 22 de agosto 2023, 14:22

17:05 horas de este lunes. 37 grados en el exterior y una calle, la de Mantería, con escasos viandantes a pesar de ser uno de los pulmones comerciales de Valladolid. A esa hora, tres individuos acceden a la Joyería Ya, más próxima a la ... plaza de Cruz Verde. No fue, finalmente, tal vez por la amplia seguridad del negocio, el local escogido para perpetrar lo que minutos después se desató a escasos metros, concretamente en la joyería Miguel Ángel.

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A esas 17:05 horas, inicialmente entraron dos hombres en la Joyería Ya, para más tarde acceder un tercero, lo que terminó de levantar sospechas a la dependienta María Crespo. «Iba bastante abrigado para la época en la que estamos», describe María sobre la camiseta, dos camisas de franela, además de un gorro y una especie de sombrero que portaba el último sospechoso. «Me preguntó si podía echar un vistazo y le dije que sí. Solo quería mirar y estuvo pasando por todos los escaparates, pero no se paraba en ninguno. Dio tres vueltas y se detuvo en uno en concreto. Después, se marchó», continúa la dependienta.

«Lo único raro que vi es que el tercero no se quitaba la mano del pecho, de la tripa... Me resultó extraño. La actitud corporal hablaba por sí sola», recalca María Crespo, que no se enteró de lo sucedido hasta las 20:00 horas, a pesar de que sí escuchó sirenas minutos más tarde de esas 17:05 horas.

Los tres individuos abandonaron la zona en dirección a Plaza España con la intención de buscar otro objetivo. Y lo hallaron en la Joyería Miguel Ángel, en la mitad de la calle Mantería. Antes de acceder de forma abrupta al local, ya con las mascarillas en el rostro, los tres presuntos atracadores se hicieron pasar por albañiles de un portal cercano en obras. Allí, portaban un saco de grandes dimensiones, según relataron testigos presenciales, donde introducirían, más tarde, los objetos robados.

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En ese tiempo, antes de acceder por la fuerza a la joyería, los presuntos atracadores se desprendieron de parte de la vestimenta que portaban, como era el caso del hombre con camisas de franela. Ya no las llevaba en el momento del asalto.

Gran saco blanco

Sobre las 17:30 horas, casi media hora después de entrar en la primera joyería, los tres hombres empujaron la puerta para entrar en el angosto local. Los gritos se escuchaban desde el exterior mientras arrojaban gas pimienta para bloquear a la dependienta. Al parecer, con un objeto contundente, golpearon a las vitrinas, cuyo estruendo se escuchaba desde el exterior, para empezar a meter todos los productos en un gran saco blanco.

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Todo esto sucedió en un intervalo de tiempo de 1:40 minutos. Tras alcanzar el objetivo, los tres encapuchados salieron del local para emprender la huida por diferentes calles. Uno puso rumbo a Cruz Verde, mientras que los otros encararon Mantería hacia Plaza España, bifurcándose uno de ellos por la calle Simón Aranda. Ahí, se les perdió el rastro de los propios testigos presentes en la zona, como era el caso de Teo Velasco, de la zapatería Teovel.

Uno de los sospechosos, con camisa de franela, en la primera joyería antes de consumar el atraco. El Norte

Fue precisamente Teo uno de los que presenció la escena de los hombres en el portal. «Había algo sospechoso. Ahora estamos más intranquilos por lo sucedido», afirmaba en la mañana de este martes tras el susto.

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Precisamente a esa hora en la calle prácticamente solo estaban trabajadores de los comercios aledaños, que fueron los que dieron la voz de alarma tras presenciar lo sucedido, además de ayudar a la dependienta asaltada. «Fue todo muy rápido. Por la zona de la joyería casi no se podía pasar por el gas pimienta. Ahora todos tenemos miedo a que nos pase algo similar», añade una comerciante que prefiere no desvelar su identidad.

La investigación de la Policía Nacional se centra ahora en las grabaciones de todos los locales de la zona, especialmente en los de la Joyería Ya, donde los presuntos atracadores no portaban la cara cubierta al 100%. De momento, no hay detenciones.

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Un nuevo susto para la joyería Miguel Ángel

Nueve meses después, la Joyería Miguel Ángel, en la calle Mantería, ha vuelto a ser la diana para los asaltantes . Si ahora, los presuntos implicados accedieron al local con gas pimienta para arrasar con todo lo que pudieron, en noviembre de 2022, el 'modus operandi' fue bien distinto, aunque en esta ocasión no se perpetró el robo.

En esa ocasión, un hombre visitó hasta en dos ocasiones la misma joyería con la intención de vender una cadena y aprovechar la ocasión para intentar robar. Los hechos empezaron, sin saberlo, una semana antes. «Hace unos siete días este hombre entró en la joyería para vender una medalla que tasamos en 30 euros», recalcaba la dependienta de la joyería Miguel Ángel el día de los hechos.

En ese momento, el hombre, de mediana edad, se acercó con la intención de vender su pieza, pero se encontró con los trámites correspondientes de la venta de una joya. Es decir, cumplimentar una ficha técnica del producto enlazada a los ficheros de la Policía Nacional para conocer la autoría y evitar la venta de productos robados en un hipotético mercado ilícito. «Le comenté que había que rellenar un formulario y solo me enseñó un carné de expresidiario. Se marchó y la transacción no se completó», añadía la empleada.

Siete días más tarde, volvió con su madre y con la misma medalla. «Parecía que la quería vender introduciendo los datos de su madre, que tendrá unos setenta años», agregaba. De esta forma, mientras la dependienta iniciaba los trámites de compra con la misma pieza, el sospechoso se «las apañaba para intentar desmontar una vitrina y llevarse lo que había en el interior». «Le sorprendí y en ese momento se le cayó la cristalera al suelo. Llamé a la Policía Nacional y se presentaron en el local para detener a las dos personas», concluía la empleada de la joyería Miguel Ángel.

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