Los siete cotillones autorizados por la Junta afrontan la Nochevieja con incertidumbre

El final de este año se veía con la esperanza de hacer celebraciones festivas, pero muchos dueños de hoteles y bares de ocio nocturno de Valladolid viven con incertidumbre estos últimos días. Jaime Fernández, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid, expresaba ayer su preocupación: «La bajada de consumo de estas Navidades ha sido brutal y la expectativa es inferior a la del pasado año y por supuesto a la de 2019. Me consta que los establecimientos que han anunciado cotillones y fiestas privadas están cumpliendo con todas las medidas e incluso muchos de ellos las han aumentado, pero lo que pedimos desde aquí es una concienciación a todo el mundo, que se cumplan las medidas sanitarias y todos seamos muy responsables».

A esta misma incertidumbre apunta el presidente de la Asociación Más que Bares de Valladolid, entidad que aglutina a un total de 70 establecimientos situados en las zonas de La Catedral, Cantarranas, Portugalete y la calle Empecinado. Su presidente, Víctor Monje, confirma que «la situación es complicada; hay bares que en estos momentos se encuentran cerrados por positivos de covid-19, por lo que las expectativas para fin de año están un poco en el aire. Vivimos en una incertidumbre diaria y no sabemos si la gente al final se animará y saldrá a la calle a celebrar. Este año la tarde de Nochebuena fue tranquila, y dada la alta incidencia de la covid y el miedo extendido entre la gente, creo que la celebración del fin de año será tranquila».

El Club Coocon ofrece cotillón desde la una de la madrugada hasta las siete de la mañana. Por el momento, explica uno de los socios, Charly Sotabanco, el aforo estará limitado a 650 personas. «Nuestro público es gente joven, con edades entre 18 y 25 años; haremos mucho hincapié en el uso obligatorio de mascarilla, gel hidroalcohólico y tomaremos la temperatura». Además, un equipo de diez personas vigilará que se cumpla la normativa covid. El precio de este cotillón ronda los 70 euros, pero ofrece varios eventos como una entrada para el 5 de enero y una fiesta en el Casino de Boecillo.

Otro de los locales con fiesta privada es la Sala20, con aforo para 170 clientes. Su propietario, Diego Rodríguez Fernández, tiene claro que «será una fiesta muy exclusiva para evitar la rotación de personas. Los que vengan no podrán salir del local».

Una de las opciones más ofertadas este año son los bonos en varios locales, entre ellos El Soportal. Su dueño, José Luis Rua Burgos, explica que han creado «un bono copa sujeto a la normativa que no limitará el consumo a Nochevieja y se podrá consumir hasta el 7 de enero, con lo cual que si hay algún cierre puntual se podrá aprovechar después». Emilio Salamanca, dueño de los bares Los 7 Enanitos, Neverland y Soley ha optado por eliminar los bonos de copas y hacer cotillón «para controlar más el aforo».

Un clásico navideño, el Hotel Lasa Sport contará con un cotillón con aforo reducido al 50%. y en el Hotel Conde Ansúrez barajan la posibilidad de cancelarlo a la espera de nuevas medidas, decisión que tomó esta misma semana el Ayuntamiento de Simancas al suspender los de Nochevieja y de Reyes.