Setenta parroquias de Valladolid se endeudan con el Arzobispado para poder restaurar sus iglesias

En las cuentas que maneja el ecónomo de la Diócesis, José María Conde, hay contabilizados préstamos por un importe superior a 1,8 millones de euros en setenta parroquias de Valladolid y del medio rural. Créditos sin intereses que los propios fieles, mediante su colaboración con la parroquia en cuestión, se encargarán de devolver a las arcas diocesanas en el plazo que estimen conveniente. «Es como el crédito que te da un banco, pero sin intereses. En algunas diócesis no se hace, en ésta sí, porque así se consideró para poder afrontar todas las restauraciones que nos llegan y que de otra forma sería impensable poder realizar», admite el ecónomo.

La financiación procede así del Arzobispado. Es el párroco el que solicita ayuda, el arquitecto se encarga de elaborar el informe y presupuesto y la Diócesis, por lo general, licita la obra. Después la paga, y la parroquia se encarga de ir devolviendo el préstamo de forma periódica. «Si el volumen de obra es importante o el párroco se ve con capacidad de gestionar esa restauración, la contrata la propia parroquia. Si no, lo hacemos desde la Diócesis», explica García Gallo.

En el presupuesto anual que el Arzobispado de Valladolid maneja para gestionar su patrimonio y personal reserva habitualmente una cantidad cercana a un millón de euros para obras urgentes. Solo desde 2014 ha promovido 34 actuaciones en edificios históricos y locales parroquiales por cuantías que al menos superaban los 50.000 euros. En total, han sido 5,6 millones de euros invertidos en restauraciones, a los que habría que añadir los 2,6 millones de euros que costó la construcción de la nueva iglesia de Arroyo de la Encomienda.

Entre las más destacadas, se encuentra la restauración de la portada de la iglesia de San Juan de Letrán del Paseo de los Filipinos en Valladolid, con 183.000 euros; la reforma de la casa parroquial de Mayorga, con 310.396 euros; la actuación en la cubierta del centro parroquial de San Ramón Nonato, en Valladolid, con 433.813 euros; y la reestructuración de la casa parroquial de Zaratán, con 500.496 euros de presupuesto.

En la actualidad mantiene obras de restauración en la iglesia de Santa María de la Antigua de Valladolid, que requerirá un presupuesto de 300.000 euros; en Santa María de la Magdalena, también en la capital, con 175.000 euros; acaba de terminar las de Santiago en Rioseco, con 265.000 euros; y la del frontón de la iglesia de Serrada, con 26.000 euros, mientras que está pendiente de comenzar la primera fase del entorno de Santa María de Íscar, donde inyectará 94.000 euros. Además, están pendiente de iniciar las del cosido de la torre de San Pedro en Alaejos, que está previsto en febrero, y otras actuaciones en municipios como Villalón.

Junto a las restauraciones que promueve el propio Arzobispado, existe un convenio con la Diputación que suma 650.000 euros y en el que los ayuntamientos aportan el 20%. Son el grueso de las reparaciones que se llevan a cabo en la provincia, pues habitualmente son por cuantías pequeñas.