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La orden de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) data del pasado 14 de julio. La situación de sequía prolongada que vive la comunidad, con la provincia de Valladolid incluida, ha llevado al organismo de cuenca a restringir las tomas para riego urbano en ... la capital, algo que no ocurría desde el año 2017. Desde esa jornada, el Servicio de Parques y Jardines de la ciudad aporta agua del Pisuerga a las diferentes zonas verdes en días alternos.
Es una primera medida que podría reforzarse en las próximas semanas si continúa la ausencia de precipitaciones y los caudales siguen a la baja, como todo apunta.
Los días impares los aspersores se encienden para las áreas de la margen izquierda y los pares, para las de la derecha. «Ya hay algunas zonas de césped afectadas, principalmente las más expuestas a la insolación, pero todavía la situación no es tan preocupante como hace cinco años», explica Chema Rodríguez, uno de los responsables del departamento dependiente de la Concejalía de Medio Ambiente.
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Esta regulación ha obligado a modificar el tratamiento en algunos espacios, con un incremento en los tiempos de funcionamiento de los rociadores de unos cinco minutos para que las praderas aguanten el ayuno del día siguiente. Tres camiones-cuba, uno municipal y dos de las contratas con las que trabaja el Consistorio, han comenzado también con el riego del arbolado viario, que cuenta con cerca de 44.000 ejemplares. «Lo centramos en los que se han plantado en los últimos dos o tres años, los más jóvenes, porque aún su sistema radicular aún no ha desarrollado lo suficiente y necesitan más aporte», añade el técnico.
El desarrollo meteorológico de los últimos meses, sin precipitaciones y con temperaturas muy elevadas en la cuenca, se está traduciendo en un empeoramiento de la situación de reservas de agua embalsada. Actualmente, se registra el peor dato de los últimos cinco años. El volumen de los embalses de la cuenca gestionados por la CHD alcanzan los 1.381,6 hectómetros cúbicos, lo que supone un 48% de su capacidad total, «un dato muy preocupante, con 11 puntos porcentuales menos frente a la media de la última década». La peor situación se encuentra en el embalse de Villameca, al 22% de su capacidad total frente al 51% de los últimos diez años, y en el sistema Pisuerga y el sistema Carrión, cuyas reservas a fecha actual son inferiores al 50% de la media de reservas de la última década. La CHD está trabajando para garantizar el recurso, a pesar de las complicaciones de la actual campaña de riego en la mayoría de sistemas.
Esta no es una medida excepcional, según acota. Se aplica todos los veranos, aunque en este 2022 se está reforzando ante la prolongada sequía. El servicio tiene intención de intensificar estos riegos en áreas de replantación de arbolado, como Fuente el Sol, con el objetivo de mantener estas zonas en condiciones.
Las 570 hectáreas de jardines con las que cuenta la ciudad necesitan anualmente un volumen que oscila entre los 800.000 y 900.000 metros cúbicos, dependiendo de las condiciones meteorológicas de cada ejercicio. El 85% del agua se obtiene del Pisuerga y de los canales de Castilla, Duero y Esgueva. El 15% restante es líquido de la red de agua potable y es consumida, principalmente, para alimentar las zonas vegetales de las plazas del centro de la ciudad. En este momento, esos consumos no sufren restricciones con lo que su estado se mantiene, por ahora, sin mayores problemas, según destacan en el departamento.
El Servicio de Parques y Jardines insiste en que, a día de hoy, la situación está bastante alejada de la vivida hace un lustro. En 2017, otro episodio de sequía llevó a suspender totalmente las tomas de agua del Pisuerga después de que la CHD emitiera una instrucción en la que obligó a anular todos los riegos con tomas directas de este cauce, además de las del Duero y el Carrión.
El Pisuerga es la principal fuente suministradora de los parques y jardines. Su agua riega más del 60% de las zonas verdes de Valladolid, con espacios tan significativos como Campo Grande, Poniente, Las Moreras, el parque Ribera de Castilla, Puente Jardín, las laderas de Parquesol y los jardines de Huerta del Rey. Ahora, al menos, se puede tirar de este caudal.
Hace cinco años, la situación fue tan grave que cinco camiones cisterna tuvieron que encargarse de dar agua a los arbustos y a los árboles más jóvenes. Los daños en los parques y jardines ascendieron 861.411 euros, la mayor parte, 710.000, correspondió a espacios de césped y praderas.
Esta primera restricción de la CHD, que afecta también a los riegos agrícolas, se toma para no comprometer el abastecimiento humano. A día de hoy, este no corre peligro en la ciudad, aunque todas las administraciones hacen un llamamiento para el consumo responsable. La ciudad cumple 33 años sin problemas en el suministro. Fue en 1989, con Bolaños en la Alcaldía, cuando se registró la última alerta por una sequía extrema, que llevó al Ayuntamiento a anunciar restricciones, aunque finalmente no se aplicaron al mejorar la situación.
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