Inocento Orlando Montano, durante el juicio en la Audiencia Nacional. Efe

«Que esta sentencia sirva para que se busque justicia también en El Salvador»

Las familias de Segundo Montes e Ignacio Martín Baró reciben con alivio la primera condena en España contra uno de los autores de su asesinato en 1989

Antonio Corbillón

Valladolid

Viernes, 11 de septiembre 2020, 20:25

Han tenido que pasar casi 31 años para escuchar la primera condena firme a uno de los implicados en el asesinato de cinco jesuitas españoles en el campus de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de San salvador (El Salvador). La Audiencia Nacional ...  condenó ayer a 133 años y cuatro meses de cárcel al coronel y viceministro de Seguridad Pública del Ejército del país centroameriano Inocente Orlando Montano Morales. El crimen ocurrió en la madrugada del 16 de noviembre de 1989.

Publicidad

El tribunal condena a Montano por cinco delitos de «asesinato de carácter terrorista» de Ignacio Ellacuría (rector), los vallisoletanos Ignacio Martín Baró y Segundo Montes; además de Armando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo. También acribillaron a otro jesuita y a dos mujeres del servicio.

El fallo relata la reunión de oficiales, entre los que se encontraba Montano Morales en la que el acusado ordenó «ejecutar tanto a Ignacio Ellacuría como a quienes se encontrasen en el lugar, sin importar de quiénes se tratase, a fin de que no hubiera testigos de los hechos». También describe con precisión quirúrgica cómo se uso al comando militar Atlacalt al que se entregó un fusil AK-47 de fabricación rusa, arma habitualmente utilizada por la guerrilla del FMLN (en conflicto con el gobierno) con el fin de «disparar con él y simular que habían sido los miembros del FMLN los autores de los hechos».

Las familias de Segundo Montes e Ignacio Martín Baró recibieron ayer con alivio la condena. «En el plano de la justicia, conforta. Bienvenida sea. Ojalá sea el comienzo de un proceso igual en El Salvador», explicó desde su residencia madrileña el hermano de Ignacio Martín Baró, Carlos. También admitió el «dolor personal de un fallo que remueve recuerdos muy intensos de mi hermano».

El presidente de la Fundación Santiago y Segundo Montes, Ramón Montes, admitía nada más conocer la confirmación del fallo, leído por los jueces a mediodía de ayer, que le «parecía mentira que haya una sentencia por fin». Lo decía al recordar que en realidad ya hubo otra a 30 años a dos de los nueve autores materiales en un juicio celebrado en San Salvador en 1992.

Publicidad

Simulacro

«Todo aquello fue un simulacro que quedó en nada», recuerda Montes. Un intento de acotar la responsabilidad a los ejecutores materiales. Efectivamente, un año después fueron admistiados. Nadie había pisado una cárcel hasta ahora por estos crímenes.

Carlos Martín Baró admite que «cuando hablas con los abogados que lograron la extradición (de Montano, entregado a España por Estados Unidos) y el juicio te llenas de esperanza». Se refiere al equipo de Manuel Ollé, que ha liderado 12 años la querella en la Audiencia Nacional. Al empezar el juicio en junio, Ollé mostró también su confianza en que «pueda dar pie a que El Salvador reaccione y deje de negar a las víctimas una justicia que hasta ahora se ha resistido a aplicar». El pequeño país centroamericano admitió la reactivación de la causa en 2017.

Publicidad

Las dos familias de los religiosos vallisoletanos confían en que la nueva actualidad de aquel crimen sirva también «resaltar sus figuras personales ya que entregaron su vida en la lucha contra la violencia y la injusticia». Carlos Martín Baró cree que la figura de su hermano, muerto a los 47 años «va creciendo con los años y sus textos de psicología social se siguen reeditando». Y tiene un recuerdo para el padre de ambos, que publicó un par de artículos y «jamás volvió a hablar de Nacho».

Segundo Montes da nombre a un asentamiento de miles de retornados en el sur del país. Su fundación sigue trabajando por la promoción de los jóvenes con la educación y de los mayores con ayuda básica. «Hay que seguir reivindicando que se les conozca mejor para reforzar su labor y la huella que dejaron», insiste Ramón Montes. El próximo 16 de noviembre, el habitual homenaje junto al monolito que Valladolid dedicó a su memoria tendrá un motivo más de recuerdo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad