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«¡No os preocupéis, que ya están avisados los abogados y esta noche cenáis en casa!», animaban los familiares de los integrantes del clan de los Carrancho, asentado en Barrio España, mientras desfilaban esposados uno tras otro por un pasillo de policías nacionales. La escena ... ocurrió en dos domicilios anexos de la calle Tierra del Pan, al que fue trasladado el propietario del club Latino (avenida de Burgos), R. F., en el marco de una redada múltiple vinculada fundamentalmente a delitos de prostitución y corrupción de menores que se llevó a cabo en dos clubes de alterne más y en catorce casas (pisos de citas y domicilios) de Valladolid, en su mayoría, Palencia y León. Los agentes detuvieron a, al menos, cinco 'carranchos' solo en los registros llevados a cabo en Barrio España y a una sexta mujer en el Hostal Latino. La investigación, no obstante, partió de un juzgado de Palencia, aunque tuvo su epicentro en la capital vallisoletana y en pueblos como Zaratán o Cubillas de Santa Marta, y abarca más delitos como el tráfico de estupefacientes, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de blanqueo de capitales.
La macrorredada contra el clan vallisoletano comenzó a primera hora de la mañana, cuando decenas de agentes, apoyados por funcionarios llegados desde Madrid, se desplegaron de manera casi simultánea por las catorce viviendas de Valladolid, Palencia y León y los tres clubes de alterne vinculados al propietario del Hostal Latino, este incluido; además de dos más situados, al parecer, al borde de la A-62 (hacia Palencia) uno en Cubillas de Santa Marta y el otro en Dueñas.
La operación policial estuvo dirigida desde Palencia, a cargo de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4, donde todo apunta a que se recibió la primera denuncia por delitos vinculados a la corrupción de menores y la prostitución. El grueso del despliegue, eso sí, corrió a cargo de los efectivos de la Brigada de Policía Judicial de Valladolid, con el apoyo de decenas de antidisturbios y de una unidad del Grupo V de blanqueo de capitales llegada desde Madrid. La propia jueza ordenó no solo los registros en pisos y negocios vinculados al dueño del Latino sino también el cierre cautelar de los dos clubes de Valladolid y del tercero de Palencia, según informaron fuentes judiciales, que incidieron en que las pesquisas se encuentran bajo secreto de sumario.
De manera que lo poco que trascendió sobre el resultado de la redada es que los agentes detuvieron, como mínimo, a una mujer en el Latino y a cinco integrantes del clan de los Carrancho, incluido el presunto cabecilla y titular de los clubes, R. F., 'Rolan' y su mujer. Después serían arrestados un sobrino, su esposa y el hijo de ambos, los tres últimos afincados en una vieja casa adosada a la del principal sospechoso en la calle Tierra del Pan. Sus familiares defendieron la inocencia de estos tres últimos. «'Rolan' tiene sus negocios y sus cosas, pero ellos nada tienen que ver más allá de que les dejó vivir en esa casa hace siete u ocho meses porque estaban en la calle», defendieron. Y así se lo transmitieron, a gritos, cuando los tres eran introducidos en las patrullas: «No os preocupéis, que no habéis hecho nada». Allí, en Barrio España, fue registrada, al menos, otra casa situada en la calle Valle de Arán.
La redada contra los bienes vinculados a 'Rolan' alcanzó no solo al club Latino, cuyo registro se prolongó durante cerca de doce horas, y las viviendas de Barrio España sino que también llegó a otro domicilio, donde también reside habitualmente, situado en la entrada de Zaratán, en la calle Cotano, que fue literalmente «puesto patas arriba» por los agentes. Allí fue detenido 'Rolan' y su mujer, si bien el primero fue trasladado después a la casa de Barrio España para asistir al registro, en el que los policías tuvieron que tirar la pared a mazazos para conseguir abrir la puerta. La operación, además, se desarrolló en paralelo en otros dos clubes junto a la autovía de Palencia.
Los negocios no solo fueron inspeccionados al milímetro sino que sus inquilinas y trabajadoras fueron desalojados al decretar la jueza su clausura cautelar.
La redada, en principio, se saldó con la intervención de distintas cantidades de estupefacientes, algún arma, dinero y documentación. Todo ello, junto a la toma de declaración de detenidos, trabajadoras y posibles víctimas, tendrá que ser ahora analizado para determinar los cargos que imputan al clan. La jueza, en principio, investiga delitos de prostitución y corrupción de menores, contra la salud pública, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y blanqueo de capitales.
«Solo nos han dicho que clausuran, que recogiéramos las cosas y que nos teníamos que ir», explicaban de forma escueta las mujeres que al mediodía abandonaban el Hostal Latino, situado en la avenida de Burgos, cargadas de maletas y bolsas con sus pertenencias. «No sabemos nada, solo que han venido un montón de policía y ya está», añadieron las inquilinas del veterano club de La Victoria.
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