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El segundo ascensor inclinado para salvar el desnivel entre el grueso de la ciudad y Parquesol –25.750 residentes– discurrirá sobre el parque de Los Almendros y creará tres nuevas plazas estanciales en la ladera este del barrio, a lo largo de un recorrido que ... unirá la avenida de Salamanca, a la altura del ambulatorio de Arturo Eyries, con la calle Mariano de los Cobos, ya en la zona alta.
El canal, con una inversión prevista de 5,5 millones y que comenzará a instalarse a partir de 2023, combina una cabina de elevador, con capacidad para 25 personas, con cuatro tramos en los que que compaginan rampas automática y escaleras mecánicas. Este canal correrá paralelo al carril del montacargas.
El Ayuntamiento ya tiene sobre la mesa este tercer proyecto de movilidad vertical, que se suma al del otro elevador en este barrio, entre la piscina cubierta y la entrada al IES, en el paseo peatonal de Juan de Valladolid. Este comenzará a construirse en octubre, mientras que ahora se rematan las obras de las tres cabinas ya instaladas en San Isidro.
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El diseño del ascensor panorámico de Los Almendros prevé que todo el montaje vuele sobre la zona verde, de manera que sus mecanismos no interfieran en la actual morfología del parque. El tiempo de viaje para salvar los 210 metros será de tres minutos. En una hora está previsto que puedan subir y bajar una media de 200 personas.
En el caso de las rampas y escaleras, se montarán sobre la tierra de la ladera en cuatro tramos sin interferir en las actuales sendas de paseo y creando, en cada cambio de rasante, nuevas zonas de recreo con áreas de juegos infantiles y bancos para el descanso en áreas arboladas. Según recoge el proyecto, también se quiere utilizar el agua como elemento de conexión mediante fuentes y cascadas. Ambos mecanismos puede asumir un tráfico de 6.000 personas cada hora.
La estación de embarque en el cerro de Parquesol se ubicará sobre una plataforma elevada con vistas al este de la ciudad. Será el punto de salida hacia avenida de Salamanca y de llegada al barrio desde esa zona. A los pies de esta especie de voladizo se abre una gran superficie para la estancia de los usuarios de este área forestal. Será una pérgola con unas modernas columnas ornamentales que ofrecerán sombra. Al igual que el previsto en la ladera norte, también se colocarán placas en partes de la estructura para captar energía solar que ayude a alimentar el funcionamiento de ambos canales: el del ascensor y el paralelo al aire libre.
La marquesina para tomar el elevador en la parte baja de la ladera tendrá una cubierta en forma de onda y como la de arriba se proyecta la instalación de pantallas led para ofrecer información municipal y entretenimiento a los usuarios.
¿Cuántos? El documento elaborado por la empresa Estudio de Diseño y Arquitectura WDestima que los beneficiarios potenciales de los barrios de Parquesol y Arturo Eyries se sitúan en 18.000, a los que habría que sumar otros 5.000 del entorno más próximo de esta última zona, como el Cuatro de Marzo y Paseo de Zorrilla en su tramo de El Corte Inglés. De ese montante, el 50% podrían utilizar esta nueva infraestructura de conexión vertical: unas 11.500 personas. Al igual que el que se comenzará a instalar a finales de este año al otro lado de este cerro, en la ladera norte, contará con un sistema de monitorización y vigilancia. El primero, para garantizar el correcto funcionamiento de los aparatos. Y el segundo, centrado en la prevención y control de actos vandálicos, aunque toda la construcción se montará con elementos resistentes a este tipo de ataques.
La apuesta del equipo de gobierno por estos proyectos de movilidad vertical pretende no solo mejorar el tránsito de los vecinos que realicen sus viajes a pie, sino convertirse también un referente para las visitas y el ocio de los vallisoletanos. Si los planes municipales se cumplen, en agosto de 2022 ya estaría en funcionamiento el elevador de la ladera norte (desde la trasera de la piscina hasta la entrada al instituto). La obra comenzará el próximo octubre y el periodo de ejecución se fija en diez meses. En ese caso, el coste de la intervención alcanza los 4,7 millones.
J. A.
valladolid. Los operarios de la empresa D-TODO Ingeniería y Desarrollo ultiman estos días la obra de los tres primeros ascensores urbanos de exterior que salvan el desnivel de tres metros entre las calles Ánade, Estornino y Oriol, en el barrio de San Isidro, con el paseo Juan Carlos I. El concejal de Movilidad y Espacio Urbano, Luis Vélez, avanzó que en julio las tres cabinas estarán en servicio. El Ayuntamiento ha invertido 400.403 euros en esta solución con la que se busca favorecer la movilidad de los peatones en esta zona con vecinos de una edad avanzada.
Los ascensores son acristalados con una estructura de acero inoxidable. Cuentan con unos vidrios de alta seguridad a prueba de golpes y actos vandálicos. Las cabinas, con una capacidad para 13 personas y en las que estará permitido subir bicicletas, estarán conectadas en todo momento a una central de control desde donde se vigilará su correcto funcionamiento.
Los elevadores cuentan con cámaras de grabación y videovigilancia y con un sistema para que en el caso de pérdida de suministro eléctrico bajen de forma automática a la planta baja y se abran las puertas. La obra ha incluido también la construcción de tres nuevos tramos de escalera en estas tres calles en fondo de saco para que se pueda subir o bajar a pie.
En este enclave, ambos puntos están unidos ahora por una escalera con una pronunciada pendiente del 24% y 138 peldaños. Favorecer la accesibilidad entre el barrio alto y las dotaciones y oferta de la parte baja –hipermercado de Carrefour, estadio de fútbol José Zorrilla, auditorio Miguel Delibes, mercadillo en festivos y parque de Las Contiendas– es el objetivo.
En la solución planteada en el parque de Los Almendros, que presenta más dificultades debido a la orografía del terreno y a la necesidad de respetar en la medida de lo posible la actual composición de esta zona verde, el precio sube hasta los 5,5 millones, una inversión que podría rebajarse en la licitación. En todo caso, el alcalde apuntó en su momento que esta obra no comenzará hasta dentro de dos años.
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