La «mayor tormenta del siglo» colapsa el centro de Valladolid, corta calles y anega comercios

Media hora de lluvia intensa bastó para que la ciudad se colapsara mientras los vallisoletanos trataban de refugiarse de la lluvia y de sus consecuencias como buenamente podían. Las 19:00 horas acababan de llegar al reloj y comenzó a llover para que en un intervalo de tiempo de solo media hora cayeran sobre la ciudad 14 litros por metro cuadrado. La violencia con la que cayó el agua hizo que muchos árboles perdieran sus ramas y sus hojas para impedir el correcto funcionamiento del sistema de desagüe de infinidad de calles de la ciudad. Los teléfonos de la sala de operaciones del 112 comenzaron a sonar al unísono y tanto los Bomberos como la Policía Municipal, que ya estaban en alerta por el aviso de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), comenzaron una tarde realmente complicada.

Uno de los primeros avisos llegó a las 19:20 horas y fue debido a lo que se puede catalogar como un clásico de las tormentas primaverales en Valladolid. El conductor de un vehículo se había quedado atrapado en el túnel de La Circular y los Bomberos salieron a toda velocidad para rescatar al conductor. Los efectivos desplegados pudieron sacar al hombre y rápidamente se fueron a otros avisos que corrían más prisa que sacar al vehículo del medio del paso, pese a que el agua fue subiendo de nivel hasta llegar prácticamente al techo del coche, en el que lucía la luz de freno para iluminar el túnel en una imagen que se suele ver con relativa frecuencia cuando las nubes descargan mucho agua en poco tiempo en ese punto de la ciudad.

Entre esos avisos más urgentes se encontraban llamadas por filtraciones de agua en los centros cívicos Canal de Castilla y Rondilla y en el centro de salud de Huerta del Rey. Además, llegaban noticias de la inundación de un sótano del centro de hemoterapia y hemodonación y en los aparcamientos subterráneos de la plaza Zorrilla y de la Plaza Mayor, donde decenas de personas quedaron atrapadas hasta que los Bomberos achicaron el agua.

Pero las incidencias no quedaban ahí. El agua se embalsó hasta tal punto en la calle Esgueva que a los viandantes les llegaba por encima de la rodilla, lo que hizo que varios establecimientos, garajes, portales y bajos de la zona se vieran afectados, algo que también sucedió en la céntrica calle Platerías, donde el agua se coló en restaurantes y tiendas.

En solo una hora, desde las 19 a las 20 horas, la sala de operaciones del 112 Castilla y León recibió un total de 136 llamadas por incidentes relacionados con la tormenta. Las inundaciones tanto de locales comerciales como de portales y garajes particulares acapararon los avisos, en los que no se requirió de asistencia sanitaria.

Las balsas de agua imposibilitaban la circulación de vehículos en numerosos puntos de la capital y Auvasa anunció la gratuidad de los autobuses por las consecuencias del aguacero. Las llamadas alertaban de problemas en el tráfico en las calles Labradores, Mieses, Echegaray, en el túnel de acceso al Carrefour del Barrio España, en la calle Júpiter y en un sinfín de vías más en una tarde complicadísima para los servicios de emergencias de la ciudad, tanto que la Junta de Castilla y León declaró el nivel del Plan Inuncyl en la provincia. El nivel 2 de Inuncyl supone una alerta de interés autonómico y requiere la activación de un Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) para la gestión de la emergencia. Implica la intervención de equipos designados y capacitados, puede afectar a una zona específica y puede requerir la evacuación horizontal de dicha zona. Esto implicó la movilización de equipos designados e instruidos para la gestión de la emergencia, que pueden incluir bomberos, protección civil o agentes de seguridad, entre otros.

El plan se activó y, por fortuna, la tormenta perdió fuerza tras ese arreón inicial. La lluvia dejó de caer, pero sus consecuencias se podían ver en cada esquina. Vecinos, comerciantes y bomberos trabajaban en la calle Platerías y en la calle Esgueva para achicar agua en los locales y garajes inundados y a las 21:00 horas el 112 informó de que su sala de operaciones había recibido 201 llamadas relacionadas con 159 emergencias entre las 19:00 y las 21:00 horas por incidentes relacionados con la tormenta en Valladolid y sus alrededores. Fueron 140 las emergencias tramitadas en la capital y el siguiente municipio en el que se registraron más incidentes fue Tudela de Duero, donde hubo siete emergencias relacionadas con la tormenta recibidas en ese intervalo de tiempo.

La ciudad fue recobrando la normalidad paulatinamente y el Ayuntamiento informó de que las únicas vías que permanecían cortadas a las 22:00 horas eran el túnel de La Circular, donde permanecía el vehículo atrapado, y el paseo del Cauce por dificultades para la circulación. Además, el Consistorio añadió en su comunicado que «previsiblemente» este miércoles no se pueda abrir la piscina de Huerta del Rey ni el Centro Cívico Canal de Castilla ni el Centro Cívico José Luis Mosquera. Las mismas fuentes explicaron que durante la mañana del miércoles tomarán una decisión sobre lo que se hará en este sentido.

La jornada del martes fue una de las más complicadas del siglo para los bomberos y los policías municipales de la ciudad y el mayor de la Policía Municipal, Ignacio Ayuso, explicó que, pese a lo complicado de la situación, la ciudad demostró que está preparada para atajar situaciones como esta. «Estamos para esto, para hacernos cargo de cosas como la que hemos vivido hoy –por ayer–», explicaba Ayuso, quien puso en valor el trabajo de los agentes que ayer trataron de minimizar las consecuencias de la tormenta.

Pero no todo fueron buenas palabras y la voz crítica llegó desde la oposición en el Ayuntamiento. El portavoz del Grupo Municipal Socialista, Pedro Herrero, aseguró en un comunicado que no había habido información previa del Ayuntamiento ni medidas preventivas, a pesar de que desde primera hora de la mañana de ayer el equipo de gobierno PP-Vox era conocedor de las previsiones meteorológicas. «Tampoco ha habido reacción de Carnero cuando por la tarde las previsiones advertían de un empeoramiento», apuntó Herrero.